Destrucción del sionismo, más allá de derrota de Israel, requiere un valor sin limites. Entrevista a Leila Ghanem

El Sudamericano
“Jinete del pueblo, la tierra es tuya”.

Realizada y traducida por Ángeles Maestro para la revista Con-ciencia de clase. Coordinación de Núcleos Comunistas.

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1- Hace un año, el 7 de octubre, un acontecimiento conmocionó al mundo. Desde entonces la batalla continúa entre los combatientes palestinos y el Estado colonial sionista, fuertemente apoyado por el imperialismo occidental. ¿Estamos ante un ciclo de guerra abierta en Oriente Próximo?

Es innegable que Occidente, que ha invertido 76 años (desde la ocupación de Palestina en 1948) en la creación de una entidad colonial en el mundo árabe-musulmán, reforzándola y armándola hasta los dientes, no puede aceptar ahora dejar caer al Estado sionista. Este Occidente, que se negó a resolver la «cuestión judía» en Europa como propugnó Marx en su día, decidió hacerlo mediante el proyecto colonial sionista, enviando a los judíos a Palestina y expulsando a su pueblo.

Los objetivos anunciados por el comando dirigido por Hamás que llevó a cabo la operación del 7 de octubre de 2023 eran los siguientes:

    1. Detener la limpieza étnica en los territorios ocupados de Cisjordania.

    1. Acabar con la confiscación de tierras en los territorios ocupados para construir asentamientos. La cantidad de asentamientos ha pasado de 150 antes de los Acuerdos de Oslo a 750 en la actualidad.

    1. Poner fin al proceso de normalización de las relaciones entre los Estados del Golfo e Israel, que planeaban conjuntamente iniciar las obras del Canal Ben-Gurion que debía atravesar Gaza.

    1. Impedir que Israel se hiciera con el control de los yacimientos de gas descubiertos en el Mediterráneo, valorados en 650.000 millones de dólares.

    1. Cancelar el plan de Israel de reocupar Gaza y reducir su población a la mitad, como vienen repitiendo Netanyahu y su equipo.

El mapa del «Nuevo Oriente Próximo» presentado por Netanyahu a la ONU el 22 de septiembre de 2023 omitía toda referencia a Cisjordania, Jerusalén Este y Gaza, lo que indicaba claramente la intención de Israel de anexionarse estos territorios palestinos.

A ojos de los palestinos y de los pueblos de Oriente Próximo, el 7 de octubre es, por tanto, la consecuencia de 76 años de ocupación, expolio y genocidio. También hay que recordar que en 1948, el 70% de los palestinos (750.000) fueron expulsados de sus hogares y obligados al exilio por el terror del exterminio perpetrado en varios pueblos. Uno de estos genocidios, el de Dayr-Yassin, fue llevado al cine gracias a la novela de Ghassan Kanafani1.

Hoy, como confirma Mustafa Barghouti, el pueblo palestino se enfrenta al periodo más difícil de su historia desde 1948. Israel está librando una guerra de limpieza étnica, con el apoyo de Estados Unidos y el acuerdo de varios de los principales países europeos.

La guerra asesina desatada por Israel el 8 de octubre estaba, según Ilan Papé, planeada desde hace años. Netanyahu y su gobierno explotaron el ataque del 7 de octubre para impulsar sus planes de evacuar Gaza, confiscar sus tierras y liquidar la causa palestina.

Israel quiere «terminar la guerra del 48», confiesa Tania Reinhart en un libro con ese título, y para ello utilizará todos los medios posibles, incluso el exterminio. Cientos de declaraciones de sus dirigentes, reproducidas por los medios de comunicación social, llaman a matar palestinos, incluidos niños, llegando a describir a los palestinos como «animales humanos». Es evidente que Israel está aplicando un plan de limpieza étnica de los palestinos, y no sólo tiene como objetivo a Hamás.

Los 50.000 muertos, los 93.000 heridos, los miles de desaparecidos bajo los escombros y las 600 familias que faltan en el registro significan que el 60% del pueblo palestino es mártir o está herido. Si estas masacres se hubieran producido en Estados Unidos, esto representaría 20 millones de víctimas en relación con el tamaño de la población. Se trata de una cifra sin precedentes para los palestinos, que han perdido 100.000 hombres en su lucha de liberación nacional a lo largo de siete décadas; en menos de un año han perdido otros tantos.

A pesar de las pérdidas humanas y de la desequilibrada relación de fuerzas, continúa la legendaria lucha de la resistencia palestina, sostenida por la heroica tenacidad de su pueblo (750.000 palestinos soportando los bárbaros bombardeos, la sed y el hambre) que se niega a abandonar el suelo del norte de Gaza.

El puente aéreo establecido entre Washington y Tel Aviv ha costado hasta la fecha 45.000 millones de dólares, lo que significa que Estados Unidos gasta un millón de dólares por cada víctima palestina. Es un precio que quizás haga honor a los valerosos mártires de Palestina.

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2- ¿Qué pasa con las negociaciones políticas que siguen abiertas pero son inconsistentes?

En una rueda de prensa ofrecida a la prensa extranjera el 4 de septiembre, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu expuso sus posiciones sobre la situación de la guerra en Gaza y, en particular, su nueva atención a la frontera de la Franja con Egipto, conocida como el corredor Filadelfia, y su negativa a retirar las tropas israelíes de allí para un posible acuerdo de alto el fuego. Insistió en que, para desmilitarizar Gaza, el corredor Filadelfia «debe estar firmemente controlado» y “dejar de servir como ruta de suministro de armas y equipos para Hamás”.

Ni que decir tiene que Netanyahu se niega a retirarse de Gaza, ni siquiera para una maniobra, lo que obviamente hace imposible que Hamás entregue a los rehenes ante las mismas narices del ejército israelí. Netanyahu mostró imágenes de los túneles construidos por Hamás bajo el corredor de Filadelfia, subrayando su magnitud al declarar: «Es un problema enorme, realmente enorme».

La exigencia de permanecer en Filadelfia (situada en Rafah y limítrofe con la frontera entre Gaza y Egipto) no figuraba en las dos propuestas preliminares presentadas a Hamás por mediadores estadounidenses, qataríes y egipcios, ni en las negociaciones del 5 de mayo del año pasado, ni en las del 2 de julio de 2024. Netanyahu ha recurrido a la dilación abierta y a la introducción de nuevas condiciones de una manera burda que contradice lo acordado.

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Constantemente aparecen nuevas condiciones:

Desde el comienzo de la guerra contra Gaza, Netanyahu y su equipo no han tenido la intención de llegar a un acuerdo que pusiera fin a la guerra. No contemplan en absoluto la posibilidad de retirarse de la Franja de Gaza hasta haber alcanzado sus objetivos declarados de aplastar a Hamás, recuperar a los detenidos israelíes e imponer su visión de la dominación de Gaza.

En las últimas cuatro semanas han surgido una serie de factores que han animado a Netanyahu a endurecer su postura:

    • El primero, el apoyo incondicional de Estados Unidos, reafirmado durante su visita a Washington. Su discurso ante el Congreso, aplaudido 50 veces, (mientras contaba las mentiras más sórdidas, como que no murieron civiles en Rafah), su reunión con varios dirigentes estadounidenses, y la confirmación del poder del lobby sionista y su influencia ante los dirigentes estadounidenses, ya sean republicanos o demócratas.

    • El segundo fue el éxito de sus servicios de inteligencia al asesinar al comandante militar de Hezbolá, Fouad Shukr, y al jefe del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh, que provocó un estado de euforia sin precedentes.

Netanyahu se niega a poner fin a la guerra, rechaza retirarse completamente de la Franja de Gaza y quiere permanecer en el eje de Netzarim para asegurarse el control del norte de la Franja. Quiere ejercer poderes más amplios para determinar qué prisioneros palestinos pueden ser liberados y forzar su expulsión de la Franja de Gaza. En resumen, lo que Netanyahu quiere no es detener la guerra, sino continuarla para desgastar a la Resistencia y hacerle perder una de sus cartas más importantes.

La Resistencia sigue insistiendo en los cuatro puntos que deben regir cualquier acuerdo, a saber:

    • el fin de la guerra

    • la retirada completa de Israel de la Franja de Gaza

    • un acuerdo honorable sobre los prisioneros

    • el levantamiento del asedio y la reconstrucción para satisfacer todas las necesidades de la Franja de Gaza.

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Estados Unidos, principal socio de la ocupación israelí.

En esta guerra genocida contra el pueblo gazatí, Estados Unidos está proporcionando apoyo militar y financiero, así como cobertura internacional, avalando las posiciones de Israel y justificando sus crímenes, alegando que no le puede presionar, a pesar de que le está proporcionando todo el sostén para la guerra.

La administración Biden parece atrapada entre la necesidad de reforzar el paraguas defensivo de la entidad sionista y la incapacidad de adaptarse a la visión de guerra genocida de Netanyahu, contradicción que, en cualquier caso, aumenta las posibilidades de que Washington se deslice hacia una guerra a gran escala sin horizonte. Por su larga experiencia en someter a regímenes fracasados, Washington está convencido de que puede conseguir mediante la paz lo que Netanyahu es incapaz de lograr mediante una guerra que lleva un año librando con enormes pérdidas. Este es el único dilema sobre la divergencia entre ambas visiones.

Si se siguen los discursos de Nasrallah, de Hamás o de los Hutíes en Yemen, se verá que nadie se engaña cuando se trata de señalar al enemigo. Todos saben que están en una guerra no contra Israel sino contra Estados Unidos, que son los verdaderos patrocinadores de la guerra y los únicosque pueden lograr un alto el fuego.

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3- ¿Qué significa la elección de Yahya al-Sinwar como jefe de Hamás?

A pesar de la enorme y trágica pérdida de su líder, Ismail Haniyah, que dirigía el buró político de Hamás, asesinado en la noche del 30 al 31 de julio por un ataque israelí en Teherán, el movimiento pudo elegir en pocos días a un nuevo líder, Yahya al-Sinwar.

Haniyah no era militar, era más moderado que Sinwar pero incondicional en cuanto al no reconocimiento del Estado de Israel (como aceptaron Arafat y los demás miembros de la OLP que firmaron Oslo). Haniyah era el principal negociador de Hamás para las conversaciones de alto el fuego en Gaza. Sinwar, en cambio, procede de un entorno político distinto, no de los Hermanos Musulmanes, sino de la Intifada.

La elección de Sinwar es «una respuesta al asesinato de Haniyah y una declaración de que Hamás continuará en el camino de la resistencia». Pocos minutos después del anuncio de sunombramiento, se disparó una salva de cohetes para dar la bienvenida a la llegada de Yahya Sinwar. Un responsable de Hamás declaró que el nombramiento de Yahya Sinwar como jefe de Hamás enviaba un «fuerte mensaje» a los ocupantes israelíes, incluso un desafío, dado que Sinwar representa la rama más radical de Hamás, un hombre intransigente con la lucha armada, convencido de que la liberación de Palestina sólo puede lograrse por las armas.

Se le considera, junto a Mohammad Al-Dayf, como uno de los autores intelectuales del ataque del 7 de octubre. Yahya Sinwar es también el líder de las Brigadas Al-Qassam, el brazo armado de Hamás en Gaza. Desde entonces se ha convertido en la “bestia negra” de Israel y de los servicios de inteligencia occidentales.

Esta transición dentro de Hamás es notable dadas las difíciles circunstancias a las que se enfrenta el movimiento. Hamás está librando una batalla existencial, enfrentándose a ataques selectivos contra sus dirigentes e instituciones, reducido a una supervivencia clandestina. Según Mohsen Saleh, director del centro palestino Azaytouna:

“desde su creación, Hamás ha mantenido una estructura organizativa y consultiva coherente, así como un mecanismo de toma de decisiones flexible y adaptable basado en el proceso electoral de la Shura. Esta configuración ha demostrado su eficacia a la hora de sortear las complejas condiciones de ocupación y bloqueo, así como los retos a los que se enfrenta la diáspora palestina fuera de Palestina”.

Dado que su liderazgo está condenado a muerte2, Hamás ha evitado el error de adoptar un simbolismo de liderazgo «inmortal», «presidente eterno» o liderazgo «sagrado». Cuando se participa en la resistencia armada, enfrentando al proyecto sionista y a la hostilidad de los regímenes árabes y del sistema internacional contra el movimiento, ocupar el liderazgo significa efectivamente sacrificar la propia vida, el tiempo y los recursos, convirtiéndose potencialmente en un «mártir». Por consiguiente, hay poco que disputar en términos de «ganancias mundanas».

Uno de los hombres influyentes de Hamás explica la elección de Sinwar como jefe de Hamás de la siguiente manera:

«El papel central de la Franja de Gaza en la Resistencia, bajo el liderazgo de Hamás; el lanzamiento de la Operación Inundación de Al-Aqsa; el histórico y formidable modelo de lucha demostrado bajo el liderazgo de Sinwar contra la bárbara agresión israelí respaldada por una alianza mundial de grandes potencias; la unidad dentro de Hamás, tanto a nivel nacional como internacional, para mantenerse firme; y la intensificación del desafío frente a la agresión –especialmente tras el asesinato de Haniyah–, todo ello contribuyó a la elección de Sinwar»

Sinwar ha sido un destacado dirigente de Hamás desde la década de 1980 y desempeñó un papel crucial en la formación de las fuerzas de seguridad del Da’wah en 1983 bajo el mando de Abdul Rahman Tamraz. Reconocido por su fuerza de carácter, su seriedad y pragmatismo, su austeridad y su falta de interés por las posesiones materiales, es admirador de los líderes políticos y militares del movimiento de liberación nacional de los años 50, viéndose a sí mismo como la continuidad del movimiento de liberación nacional palestino con todos sus componentes, incluido Georges Habash, líder del FPLP, admirador de Giap3 como el gran estratega militar de nuestro siglo, y de Che Guevara que prefería la continuidad de la lucha antes que aferrarse al poder. En la cárcel, estrechó sus lazos con representantes de otras organizaciones palestinas. La «unidad de destino de los palestinos» era una prioridad para él.

Sinwar se diferencia de otros dirigentes de Hamás en que antepone la cuestión nacional a la obediencia religiosa, como Nasrallah, el líder de la resistencia libanesa.

En 1986, se convirtió en el jefe de la Organización de la Yihad y Da’wah (Majd), una fuerza de ataque militar dentro de las fuerzas de seguridad de Hamás, centrada inicialmente en la lucha contra la corrupción, ampliando después sus esfuerzos a combatir a los espías y otras amenazas. Sinwar fue detenido en 1988 y condenado a cuatro cadenas perpetuas. Durante su encarcelamiento, Sinwar ocupó altos cargos, entre ellos el de jefe de la Autoridad del Alto Mando de Prisioneros de Hamás. Fue liberado en 2011 en el marco del acuerdo de intercambio de prisioneros «Devoción de los Libres». En 2012, fue elegido miembro de la dirección de Hamás. Posteriormente fue elegido dirigente de Hamás en el Buró Político para los mandatos de 2017 y 2021.

En definitiva, el asesinato de Haniyah no servirá a Israel de nada. Los esfuerzos de Netanyahu por debilitar a Hamás han sido erróneos e infructuosos.

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4- ¿Cuál es la situación en el sur del Líbano? La resistencia libanesa está empezando a golpear en el corazón de Tel Aviv. ¿Cuál es su nueva estrategia? ¿Cuál es la relación de fuerzas sobre el terreno?

Desde el día siguiente al 7 de octubre, aunque los socios de Hamás no estaban al corriente de la operación, como anunció Nasrallah en su discurso del 12 de octubre de 2023, se activó un programa de cooperación militar y de seguridad a través de la Sala de Operaciones Conjuntas, que incluye a todas las principales fuerzas del eje de la resistencia, incluido Irán. Se decidió lanzar ataques desde las fronteras palestino-libanesas denominados «Operaciones de Apoyo a Gaza». El objetivo es hacer comprender a Israel, a los estadounidenses y al resto de Occidente que Gaza no está sola.

La resistencia libanesa no estaba preparada para entrar en combate al día siguiente del 7 de octubre, lo que la obligó a poner en marcha un proceso de adaptación a la nueva realidad, y a soportar un elevado coste humano, para instaurar nuevas reglas de enfrentamiento, para privar al enemigo de la posibilidad de atacar Líbano como lo hace con Gaza.

La resistencia necesitó tres duros meses para encontrar los medios de adaptarse a las armas más sofisticadas y para protegerse de los 23 satélites establecidos sobre el sur del Líbano y de la «cúpula de hierro» dotada de inteligencia artificial. Tras perder 200 combatientes en los tres primeros meses, el partido ordenó a sus hombres que se deshicieran de sus teléfonos móviles.

En aquel momento, todo el mundo estaba confuso, pero el enemigo, que llevaba 15 años vigilando meticulosamente lo que hacía la resistencia en Líbano, se mostró muy cauto a la hora de extender la guerra. A lo largo de estos meses, el enemigo ha comprendido que el apoyo a Hamás se ha convertido en una guerra de desgaste que no puede soportar largo tiempo.

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La venganza del asesinato del comandante Fouad Shukr

Por primera vez en la historia moderna, una fuerza armada no gubernamental ha conseguido tomar represalias contra uno de los ejércitos más poderosos del mundo.

Antes de la visita de Netanyahu a Washington, Israel había lanzado una serie de ataques concomitantes contra los países del Eje de la Resistencia: primero en Yemen bombardeando el puerto de Houdayda, en Siria contra un lugar de culto chií de Sayeda Zaynab, en Iraq contra una base de las milicias «Hachd Chaabi», en los suburbios del sur de Beirut asesinando al dirigente de Hezbolá Fouad Shukr y en el centro de Teherán asesinando a Ismaël Haniyah, jefe del Buró Político de Hamás.

Netanyahu exigió más armas a los estadounidenses y quiso demostrar su capacidad, como dijo en su discurso, de «luchar en siete frentes para defendernos a nosotros mismos y de los enemigos de Occidente». El objetivo de Netanyahu sigue siendo el mismo: empujar a Estados Unidos a una guerra regional contra Irán y sus aliados, en particular la resistencia libanesa.

El Eje de la Resistencia prometió responder a esta agresión, por separado o conjuntamente, con represalias militares en el momento que elija. Y así se produjo un movimiento masivo de buques militares estadounidenses en el Mediterráneo, acompañado de amenazas por parte de todas las capitales occidentales exigiendo no tomar represalias contra Israel, que tiene «derecho a defenderse» y a tomar medidas preventivas para protegerse. La Cúpula de Hierro sobre Israel se puso en alerta máxima para impedir cualquier intento de represalia contra la agresión perpetrada por «el protegido del imperialismo».

Hezbolá prometió vengar a su líder asesinado. El día D llegó al amanecer del domingo 25 de agosto. Hezbolá lanzó una andanada de 320 cohetes y decenas de drones sobre el norte de Tel Aviv, teniendo como objetivo el cuartel general de inteligencia de la unidad 8200, responsable de los asesinatos de dos líderes de la resistencia libanesa y palestina. Desde el domingo 25 de agosto se ha difundido en Internet la noticia de la destrucción de los edificios de los servicios secretos, e incluso de la muerte del jefe de la unidad 8200 y de su segundo al mando, pero Hezbolá no lo ha confirmado. Israel, por su parte, impone un estricto bloqueo informativo sobre la sede de los servicios secretos. Esa misma tarde, hacia las 18.00 horas, Nasrallah anunció en su discurso que había concluido la primera fase de la respuesta al asesinato de Fouad Shukr. Esa misma tarde, Israel anunció, a través de un mensajero estadounidense, que «si Hezbolá se contenta con este ataque para vengar al comandante Shukr, Israel considera que el asunto está cerrado».

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¿Qué significa esto?

    1. Que por primera vez un movimiento de resistencia desafía al mayor ejército de Oriente Próximo.

    1. Que este poderoso ejército, respaldado por EE.UU., está informando a la resistencia de que si su respuesta se detiene ahí, se considerará que se está en equilibrio.

    2. Es significativo que los portadores de este mensaje hayan sido los propios estadounidenses, lo que supone una ruptura con las reglas de enfrentamiento estadounidenses desde Kissinger, que se negaron a tratar con quienes en su día empuñaron las armas contra ellos y sus aliados.

    3. Que Israel reconoce el derecho de esta resistencia a llevar a cabo represalias contra ella.

    4. La base atacada por Hezbolá está situada en el corazón de la capital, y es una base de la mayor importancia porque está especializada en el reclutamiento de agentes para espiar no sólo en Oriente Próximo, sino también en Asia Occidental, y concentra todas las bases de datos de inteligencia artificial.

    5. La operación llevada a cabo por Hezbolá requirió un ingenioso trabajo para precisar el objetivo y ponerlo bajo control, y esto ocurrió a pesar de la supremacía de las fuerzas israelo-estadounidenses que combatían juntas.

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5- ¿Se dirige la economía israelí hacia el colapso a medida que se prolonga la guerra en Gaza?

¿Qué está ocurriendo en Israel? ¿Ha dejado ya Israel de ser un refugio seguro para los judíos del mundo? Si es así, la piedra angular sobre la que descansa el sionismo se tambalea. En cualquier caso, un número creciente de israelíes está emigrando al extranjero como consecuencia de la actual guerra en Gaza, que está teniendo un efecto devastador en la sociedad israelí no sólo militarmente, sino también económica y socialmente.

El viejo zorro político Jacques Attali, que en su día sirvió a las órdenes de Mitterrand, predice el colapso del Estado sionista. Cita el ejemplo histórico de Esparta y dice:

«La Historia nos enseña que una sociedad que basa su supervivencia en la fuerza y en la explotación de los demás está condenada a desaparecer: las formidables tropas de Esparta no fueron derrotadas en el siglo -V a.C. por los ejércitos de Atenas, sino por su propia sociedad, carcomida desde dentro por la tiranía impuesta a sus ciudadanos y la opresión de los ilotas –el pueblo vecino al que Esparta no reconocía ningún derecho».

Un artículo publicado en el diario en lengua inglesa Times of Israel el 20 de agosto contiene una alarmante declaración del científico israelí ganador del Premio Nobel, Aaron Ciechanover, quien afirma que Israel se enfrenta a un peligro inminente de emigración de sus mejores ciudadanos, que buscan una vida en una sociedad democrática y libre, en lugar de en una en la que el poder se impone por la fuerza de un gobierno de extrema derecha. Ciechanover revela que “Israel está siendo testigo de oleadas de emigración y la mayoría de sus mejores médicos han abandonado los hospitales. Las universidades sufren la falta de profesores en muchas especialidades esenciales”, y concluye: “Con los miles de refugiados, Israel está en peligro”.

El periódico reveló estadísticas oficiales que mostraban que el número de israelíes que abandonaron definitivamente el país entre noviembre de 2023 y marzo de 2024, había aumentado un 285% en sólo unos meses. Por parte palestina y libanesa, se calcula que al menos medio millón de israelíes han abandonado definitivamente el país. El número de refugiados que se han desplazado desde la frontera libanesa y se agolpan en las ciudades asciende a 230.000. En cuanto a los que han abandonado el país desde el 7 de octubre, superan el millón, según los medios de comunicación alternativos.

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Colapso económico

Todo esto pone de manifiesto otro aspecto de las consecuencias de la guerra en Gaza y el sur del Líbano: los considerables perjuicios económicos sufridos por Israel.

El coste financiero del actual conflicto es enorme. Según los economistas israelíes, la guerra ya ha costado al país más de 67.300 millones de dólares4

Inmediatamente después de los ataques del 7 de octubre, Israel movilizó a 300.000 reservistas, retirando del empleo y los negocios a una parte importante de su población activa.

A finales del cuarto trimestre de 2023, la economía se había contraído un alarmante 19,4% con respecto al año anterior, una desaceleración mucho más brusca de lo que nadie había previsto.

Las repercusiones económicas se vieron agravadas por la evacuación de más de 120.000 israelíes de zonas cercanas a las fronteras norte y sur, lo que perturbó las comunidades y economías locales. Las empresas tecnológicas israelíes se tambalean entre el cierre y la quiebra; las voces que advierten de que la economía está al borde de la contracción son cada día más fuertes. Según el diario Haaretz, que cita a expertos, «la crisis afecta incluso a los mejores sectores. Los fondos de las empresas han empezado a agotarse, y el precio es doloroso. El nivel de preocupación y las medidas especiales han aumentado en los centros industriales militares del norte, sobre todo en aquellos a los que Hezbolá ya se ha referido con nombre, foto y datos de contacto en más de un vídeo difundido por los medios militares. Estas instituciones se vacían cada vez que el estamento de seguridad habla del riesgo de ataques de Hezbolá.

Según un informe de The Marker, varias start-ups (empresas basadas en la innovación y la tecnología) de Israel han cerrado o reducido sus actividades en los últimos meses tras quedarse sin fondos, y no es ningún secreto que «la guerra ha sido un factor importante detrás de estas dificultades». También está relacionado con la caída de la inversión como consecuencia de la incertidumbre económica y política. Pero estos cierres de empresas pueden ser sólo el principio. Según una estimación citada por el Times of Israel, se espera que hasta 60.000 empresas cierren a finales de 2024.

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¿Colapso social?

La división interna en la colonia sionista es indiscutible, y la historia nos dice que todo proyecto de asentamiento colonial genera discordia interna. El proceso de desarrollo de este proyecto se basa, por un lado, en la gestión por parte de la comunidad de colonos de sus contradicciones, y por otro, en las garantías de perpetuación de la posesión de un plus de poder suficiente, especialmente en materia económica y de seguridad.

Para Shlomo Sand, autor del libro «The Jewish People: An Invented History» (El pueblo judío: una historia inventada), además de la presión de la guerra, la crisis de la sociedad israelí se debe a la división de una sociedad colonial afectada por la presión de colonos, que han establecido costumbres raciales, conservadoras y religiosas, llegando incluso a rechazar las escuelas públicas laicas y asistiendo únicamente a las escuelas del «Talmud».

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6- ¿Qué perspectivas se abren? ¿Cuál es la actual correlación de fuerzas?

El estado de euforia de Netanyahu y sus aliados llegará pronto a su fin, a medida que la difícil situación de Israel en la Franja de Gaza se haga cada vez más patente, y las manifestaciones de fracaso continúen con el progresivo agotamiento del ejército israelí, cuyos dirigentes militares siguen recomendando llegar a un acuerdo con Hamás a toda costa.

La crisis interna de Israel se intensificará a medida que se deteriore la situación económica. Israel es demasiado débil para entrar en una guerra regional y se enfrentará a circunstancias difíciles y complicadas si Irán y sus aliados le asestan duros golpes. Tarde o temprano, Netanyahu se tendrá que enfrentarse a estas opciones. Una de ellas es seguir negando la realidad con arrogancia y continuar la guerra, prosiguiendo así la hemorragia y el agotamiento de su ejército y su sociedad, cuando ya muchos líderes sionistas, intelectuales y expertos han advertido de que éste es un camino que conduce al colapso de la Entidad. La otra es poner los pies en el suelo y cumplir las condiciones de la resistencia, lo que en la práctica significa su victoria y el fin de la vida política de Netanyahu.

La salida de los colonos sin destruir su situación económica y su seguridad, es una quimera. Existe un proyecto en el marco regional, bien asentado de los regímenes árabes fundamentado en la liquidación de la causa palestina y en la normalización de las relaciones con Israel, con el epicentro en Arabia Saudí. En el plano internacional, y en el estadounidense en particular, los políticos norteamericanos, los sionistas y los evangelistas, no renunciarán a las inversiones realizadas, tanto religiosas como estratégicas, simplemente por el hecho de que se vean obligados, de forma temporal y repetida, a movilizar la defensa aérea o a desplegar sus múltiples flotas en el Mediterráneo, el Golfo de Omán o el mar de Arabia (excepto, claro, en las costas de Yemen).

Lo que la historia nos enseña es que ninguna situación colonial basada en asentamientos ha finalizado por sí misma, sean cuales sean las contradicciones internas. El objetivo de desmantelar el proyecto sionista y de la victoria requiere una voluntad de sacrificio sin límites. En otras palabras, la salida de los colonos requiere medidas para desarraigarlos de la tierra de Palestina, y esta estrategia es el único camino hacia la victoria. Esto es precisamente lo que sabían quienes teorizaron el “Diluvio de Al-Aqsa” y con valentía y fe iniciaron su programa de trabajo.

Si no se hace así, siempre habrá un enorme frente enemigo que estará dispuesto a trabajar para proteger el proyecto sionista, sin importar cuánto tiempo lleve. Y este frente se apoya en el Occidente imperialista que encontró la solución a ‘la cuestión judía’, a la que se refirió Karl Marx, implantando el proyecto sionista en la tierra de Palestina.

En otras palabras, cualquier tipo de expectativa de fin del proyecto por sí solo sin una lucha feroz, es una ilusión. Cambiar el equilibrio de poder es lo que busca la coalición que constituye el Eje de la Resistencia de Gaza, el sur del Líbano, Siria, Iraq y Yemen que cerró la navegación en el Mar Rojo a la altura de Bab Al-Mandeb.

Sin embargo, el proyecto sionista y su comunidad de colonos tienen una gran capacidad para rehabilitarse y gestionar sus contradicciones, siempre y cuando se restablezcan dos factores interdependientes: la economía y la seguridad. Y en esto, como sabemos, la sociedad colonial israelí se beneficia de la presencia de un bloque político y económico que invierte en ella y está interesado en ella, es decir, Occidente, y en particular los Estados Unidos de América, enemigos ambos de los pueblos del mundo.

De esta forma, el único resultado posible que nos deja el enemigo es la resistencia armada, con un poderoso lema que atraviesa los siglos: ganar o morir.

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7- Volviendo al marxismo y a la cuestión judía.

El genocidio perpetrado en Gaza y Cisjordania constituye una demostración de por qué los imperios británico, francés y zarista fabricaron un movimiento sionista judío. Lo hicieron, a pesar de que en ese momento la gran mayoría de las comunidades judías de Europa oriental y occidental eran hostiles a la colonización de Palestina, a pesar de las creencias religiosas talmúdicas y bíblicas, y, sobre todo después de que la Revolución Bolchevique de 1917 adoptara la solución marxista a la cuestión judía en la Unión Soviética.

Mucho antes del Holocausto nazi y la ‘Solución Final’, las comunidades judías en todos los países del Sacro Imperio Romano Germánico sufrieron persecución religiosa. Comenzaron en 1080 en Francia, 1198 en Gran Bretaña, 1113 en Kiev y Rusia, y continuaron durante los siglos XV y XVI. Los judíos eran confinados en guetos o expulsados, si no adoptaban la fe cristiana.

Sólo en Europa oriental y occidental las comunidades judías han sido sometidas a una persecución religiosa significativa. Los judíos de los países árabes y musulmanes no fueron particularmente perseguidos porque se les consideraba “Pueblo del Libro”5. De esta forma, los países islámicos han preservado la coexistencia de minorías étnicas, lingüísticas y religiosas de los habitantes indígenas de la región. Islamistas, judíos, cristianos e incluso minorías de pueblos indígenas (zoroastrismo, sabeos, yazidíes, etc.), convivían sin mayores problemas, mientras que el eurocentrismo exterminó a las minorías cristianas que se separaron de la Iglesia Católica Romana en la Edad Media.

Los judíos fueron expulsados de Andalucía junto con los árabes musulmanes y los cristianos no católicos tras la caída de Granada en 1492, después de 782 años de convivencia, y viajaron con los musulmanes al norte de África y al Imperio Otomano. La cuestión judía no se ha planteado en los países musulmanes o en otros países del mundo fuera de Europa oriental y occidental.

La hostilidad religiosa cristiana en Europa occidental y oriental hacia la religión judía se mantuvo incluso tras la Revolución Francesa. Y pervivió6 a pesar de que, bajo la influencia de la filosofía de la Ilustración se propuso la ciudadanía laica basada en la separación del Estado de la Iglesia, y de que la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano garantizaba la protección de la libertad de creencias, de expresión y de práctica de rituales, y propuso su solución mediante la ciudadanía laica basada en la separación del Estado de la Iglesia.

En este contexto, Bruno Bauer7, influenciado por la Revolución Francesa, planteaba que los judíos alemanes debían abandonar sus creencias y su aislamiento religioso y rebelarse con los demás para pedir un cambio. Pero el joven Marx responde en Sobre la cuestión judía (1843) que la liberación legal de la religión no suprime la opresión religiosa y de clase social de cristianos y judíos, sino que los divide en opresores y perseguidores. No hay solución, ni para la religión, ni para la opresión de clase, si no se destruye el sistema capitalista. La Revolución Bolchevique es un ejemplo práctico de cómo cambiando el sistema capitalista se puede resolver la opresión de clase, la cuestión judía y los conflictos raciales, religiosos y étnicos.

Los países occidentales que afirmaban haber transitado hacia una democracia laica no adoptaron, ni el secularismo de la Revolución Francesa para resolver la cuestión judía, ni la teoría de la lucha de clases marxista. En cambio, se basaron en creencias religiosas bíblicas, talmúdicas y del Antiguo Testamento para abordar el surgimiento de naciones y nacionalidades, mostrando la incapacidad de su llamada democracia para acabar con la persecución religiosa de sus ciudadanos judíos. Se creó así un pseudo-secularismo para Occidente, mientras se establecía un Estado judío según la promesa divina.

Más allá de conflictos religiosos, en definitiva, la creación del Estado de Israel es, por encima de todo, un proyecto de expansión colonial británico-europeo y luego estadounidense, basado en una estrategia geopolítica de control del orden mundial, anunciada por Arthur Balfour, autor de la Ley de extranjería contra los judíos. Esta estrategia atravesó la Primera Guerra Mundial para, después de la derrota del Imperio Otomano, fragmentar éste en estados vasallos rotos y gobiernos títeres que heredaron su sistema legal y, posteriormente, el imperio estadounidense.

La amplitud de los intereses estratégicos estadounidenses y occidentales para someter el Medio Oriente y dominar el orden mundial empuja a Estados Unidos y su sistema internacional a gestionar directamente la guerra de exterminio de los palestinos. No contaban con que los supervivientes de la Naqba en la Palestina de 1948 se resistieran al desplazamiento y al exterminio, y que, como lo vienen haciendo desde la Revolución Qassam de 19368, los supervivientes de las masacres de hoy continúen la lucha contra la barbarie sionista occidental.

***

NOTAS:

1. https://rebelion.org/represion-resistencia-y-retorno-sobre-el-legado-de-ghassan-kanafani/ Nota de la traducción.

2. Hamás ha sufrido ya el asesinato por parte de Israel de dirigentes destacados, tales como:

    • Imad Ibrahim Akl, asesinado en 1993
    • Ahmad Ayach, ingeniero asesinado en 1996
    • Jamal Mansour, 2001
    • Jamal Slim, 2001
    • Mahmoud Abou Hounoud, asesinado en 2001
    • Salah Shehadé, fundador de la rama militar Al-Qassam, asesinado en 2002
    • Ibrahim al-Maqadmeh, universitario e ideólogo del movimiento, asesinado en marzo de 2003
    • Ismael Abou- Chanab, 2003
    • El Cheikh Ahmad Yassin 2004
    • Abdel Aziz Rantissi, médico y uno de los fundadores de Hamás, exiliado en Líbano en 1992, encarcelado durante 5 años y asesinado en 2004.
    • Said Siam, ex ministro, asesinado en 2009
    • Nzar Rayan, asesinado en 2009
    • Adnan El-Ghoul, asesinado en 2012
    • Ahmad El-Ja’bari, uno de los dirigentes de Al-Qassam, asesinado en 2012
    • Raed Al-Atar, asesinado en 2014
    • Jamila Chanti, una de las pocas mujeres dirigentes, universitaria y miembro del Parlamento, asesinada en octubre de 2023
    • Salah Arouri, dirigente de Hamás en Cisjordania, asesinado en Beirut en enero de 2024

3. Vo Nguyên Giap, general del Ejército Popular de Vietnam. Dirigió las principales batallas, tanto contra Francia, como contra EE.UU. Nota de la traducción. La resistencia necesitó tres duros meses para encontrar los medios de adaptarse a las armasmás sofisticadas y para protegerse de los 23 satélites establecidos sobre el sur del Líbano y de la «cúpula de hierro» dotada de inteligencia artificial. Tras perder 200 combatientes en los tres primeros meses, el partido ordenó a sus hombres que sedes hicieran de sus teléfonos móviles.

4. https://israelvalley.com/2024/09/05/quels-sont-les-interets-du-royaume-uni-en-israel-marks-spencer-representait-autrefois-la-quintessence-de-lentreprise-britannique-juive/

5. Pueblo del Libro o Gente del Libro es el nombre con el que en países islámicos se designa a los creyentes en religiones abrahámicas o monoteístas (judíos y cristianos) que viven en un país islámico y que practican libremente sus religiones. Nota de la traducción.

6. La persecución del capitán judío Dreyfus, respondida por el J´accuse de Emile Zola en 1898, o la ferviente colaboración con la Alemania nazi del gobierno de Vichy, y de buena parte de la ciudadanía francesa, en la persecución de los judíos, son buena prueba. Nota de la traducción.

7. Bruno Bauer (1809-1882), teólogo y filósofo alemán de la derecha hegeliana. Fue criticado duramente por Karl Marx en La sagrada familia, La ideología alemana y Sobre la cuestión judía. Nota de la traducción.

8. La Gran Revuelta Árabe en Palestina (1936-1939) fue el punto culminante de un movimiento de liberación nacional palestino que había ido fortaleciéndose desde la Declaración de Balfour de 1917 y que confrontó, tanto con el Mandato británico, como con el proyecto sionista. Izzedin al Qassam inició la resistencia armada en 1930 y fue asesinado por el ejército británico en Yenin en 1935. Su muerte desencadenó movilizaciones y revueltas que adquirieron dimensión árabe, replicándose en Iraq, Siria y Egipto y desembocaron en la gran huelga general de 1936, que se convocó para exigir el fin de la adquisición de tierras y la inmigración judía y la formación de un gobierno nacional palestino. Nota de la traducción.

LA DESTRUCCIÓN DEL SIONISMO, MÁS ALLÁ DE LA DERROTA DE ISRAEL, REQUIERE UN VALOR SIN LÍMITES. Entrevista a Leila Ghanem

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