Fuente: La Jornada/David Brooks Viernes 31 de julio de 2020, p. 24
Se votará en noviembre: Líderes del congreso
El magnate continúa su estrategia de sembrar dudas sobre la legitimidad de la elección, señalan analistas
Nueva York., Con una pandemia que no logra controlar y cuyo inepto manejo ha llevado a más de 151 mil muertes, y un desplome económico sin precedente desde la Gran Depresión, Donald Trump sugirió ayer postergar una elección que por ahora está perdiendo.
No sorprendió –muchos habían pronosticado que lo haría–, pero a la vez asombró su audacia de proponer algo sin precedente. En un tuit ayer por la mañana, Trump insistió en su afirmación sin sustento de que el uso generalizado de boletas por correo (mecanismo que se usará ampliamente debido a la pandemia) llevará a la elección más imprecisa y fraudulenta en la historia. Será una gran vergüenza para Estados Unidos
y con ello sugirió: ¿demorar la elección hasta que la gente pueda votar de manera apropiada y segura?
En su conferencia de prensa supuestamente dedicada al tema del coronavirus, el presidente rehusó retroceder, a pesar de que no tiene autoridad para cambiar la fecha de una elección y a que su sugerencia había sido inmediatamente rechazada por los líderes legislativos de su propio partido.
Insistió en que el uso del mecanismo del voto a través de boletas enviadas por correo no está sujeto a ningún control y llevaría a un fraude. No quiero ver una elección chueca
, reiteró, agregando que si se usa el sufragio por correo esta sería la elección más amañada en la historia
.
Poco antes, el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, al igual que su contraparte en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, habían declarado que nunca antes en la historia del país se ha pospuesto una elección federal, y aseguraron que los comicios programados para el 3 de noviembre se llevarán a cabo.
Mientras, los demócratas resaltaron que esta propuesta sólo refleja la desesperación de un presidente que está en graves apuros. La presidenta de la cámara baja, la demócrata más poderosa de Washington, Nancy Pelosi, respondió enviando por tuit una copia de la sección de la Constitución que establece que el Congreso determina las fechas para la elección federal.
Críticos del presidente sospechan que deseaba desviar la atención de noticias que están contribuyendo a hundir sus perspectivas de relección, al destacar que publicó el tuit incendiario minutos después de la presentación de datos oficiales sobre el peor declive jamás ocurrido de actividad económica en un trimestre.
De hecho, otros críticos resaltaron que el objetivo real del magnate es continuar su estrategia de sembrar dudas sobre la legitimidad de la elección para después cuestionar los resultados.
Durante las últimas semanas –con las encuestas mostrando un continuo deterioro en su aprobación y un incremento en el margen de ventaja de su contrincante demócrata Joe Biden–, Trump ha repetido que las próximas elecciones prometen ser las más fraudulentas, algo que también afirmó en 2016.
Legisladores, expertos en la ley electoral y periodistas señalaron de inmediato que el presidente no tiene la autoridad para cambiar la fecha de la votación, la cual es establecida por una ley federal que dicta que la elección nacional será realizada el primer martes después del primer lunes en noviembre, algo que ha permanecido así desde 1845. Por lo tanto, sólo el Congreso podría modificar la ley.
Más aún, la Constitución establece que el inicio del periodo de un nuevo presidente tiene que ser el 20 de enero después de la elección.