En un intento de atraer a los trabajadores y jóvenes de izquierda, indignados por la guerra interminable y la creciente desigualdad, a apoyar la campaña derechista de la vicepresidenta Kamala Harris y el gobernador de Minnesota Tim Walz, la última semana el Partido Demócrata ha desplegado repetidamente al senador de Vermont Bernie Sanders para proporcionar una fachada izquierdista a la candidatura.
Desempeñando una función similar a la representante de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez, el senador nominalmente independiente y a veces “socialista democrático” de Vermont, está intentando bloquear la emergencia de un verdadero movimiento socialista independiente en la clase trabajadora contra ambos partidos políticos, utilizando la poca credibilidad “progresista” que aún le queda para engañar a su menguante grupo de seguidores para que apoyen la campaña de Harris-Walz.
Esto se está convirtiendo en una tarea cada vez más difícil, ya que Harris hace tiempo que abandonó todas las posiciones “izquierdistas” y “progresistas” que brevemente promocionó mientras se postulaba para presidenta en 2019. Mientras Harris reitera su devoción por la agresión militar del imperialismo estadounidense y su apoyo al capitalismo, sigue acumulando dinero para su campaña, recaudando más de 500.000.000 de dólares el mes pasado.
Intentando encubrir esta realidad, en una extensa entrevista el domingo con Jonathan Karl en “This Week” de ABC, Sanders promocionó todos los supuestos “logros” de la administración de Biden-Harris, al tiempo que desviaba la atención del genocidio en Gaza y el retroceso de Harris en todas sus propuestas políticas de 2020.
Karl comenzó la entrevista señalando que en su discurso en la convención, Harris declaró que el ejército de EE.UU. necesitaba ser el “más letal” del mundo y habló “duro contra Irán y China”. Karl señaló que Harris no apoyaba un embargo de armas a Israel y en su lugar se comprometió a darle al estado sionista “todo” lo que necesita para hacer la guerra, es decir, continuar el genocidio en Gaza y extender la matanza a otros lugares.
Al pedírsele un comentario, Sanders dijo que estaba de acuerdo “con la vicepresidenta, queremos la defensa más fuerte del mundo”. Al ser preguntado por Karl si veía alguna “diferencia” entre Biden y Harris sobre el genocidio en Gaza, Sanders respondió: “Bueno, eso espero”.
Agregó que, “en toda justicia para con la vicepresidenta, ya sabes, ella ha sido la candidata por solo un mes… Entonces, aún están desarrollando sus políticas”.
El desprecio de Sanders por los espectadores y sus seguidores es palpable. Decir que Harris está “demasiado ocupada” para haber articulado una política sobre el genocidio en Gaza es una mentira obvia. La realidad es que la política de guerra de Harris será la misma, si no más agresiva, que la de Biden. Esta es la razón por la cual ningún palestino fue permitido hablar en la Convención Nacional Demócrata, mientras que decenas de republicanos, “ex” oficiales de inteligencia militar y directores generales de empresas tuvieron amplio espacio para promocionar su apoyo a Israel/Harris.
Ni Sanders ni Karl se dignaron a mencionar la guerra contra Rusia ni la continua incursión de Ucrania en Kursk, la cual amenaza a toda la humanidad con una catástrofe nuclear.
Luego de encubrir los compromisos de Harris de hacer la guerra global, en el frente doméstico Karl señaló que Harris había promocionado sus credenciales de “ley y orden” y prometido firmar el proyecto de ley antiinmigrante que expande en gran medida la policía fronteriza y el muro. También no proporciona un camino hacia la ciudadanía para los “Dreamers,” más de 2.000.000 de inmigrantes traídos a Estados Unidos como niños.
“Cuando Harris se postuló para la nominación demócrata contra ti y otros en 2020, dijo que favorecía la despenalización de los cruces fronterizos ilegales,” observó Karl. “Incluso sugirió… que estaría a favor de abolir ICE”.
Al pedírsele un comentario sobre la “transformación” de Harris, Sanders se puso metafóricamente su gorra roja MAGA. “Tenemos una crisis en la frontera,” respondió. “Tenemos que asegurarnos de que el fentanilo no entre en este país. Tenemos que tomar medidas drásticas contra la inmigración ilegal”.
El papel de Sanders como un agente clave del Partido Demócrata se mostró en la convención en Chicago la semana pasada. En sus comentarios, Sanders promocionó la fantasía de que la administración de Biden-Harris ha sido un beneficio para los trabajadores, mientras encubría su rol y el de la administración en bloquear las huelgas de los trabajadores ferroviarios en 2022, que llevaron directamente al descarrilamiento tóxico del tren en East Palestine, Ohio dos meses después.
En una entrevista con Politico antes de dar su discurso, Sanders afirmó que Biden fue el presidente “más progresista” desde Franklin Delano Roosevelt. Luego, en su discurso, Sanders, como virtualmente todos los demócratas, agradeció a Biden y afirmó que en los últimos “3 años y medio trabajando juntos hemos logrado más que cualquier gobierno desde FDR”.
Usando las mismas líneas de su campaña de 2016, Sanders pidió sacar el “dinero grande de nuestro proceso político”.
En su mención rápida del genocidio en Gaza, Sanders declaró: “Debemos reunir el coraje para enfrentar la riqueza y el poder y entregar justicia para las personas en casa y en el extranjero,” lo cual incluía acabar con «esta horrible guerra en Gaza.» Sanders no pidió un alto el fuego permanente, solo que los “rehenes” sean traídos de vuelta a casa y un “alto el fuego inmediato” — que Israel, con apoyo del gobierno de EE.UU., romperá cuando le plazca — se implemente.
Más importante que la retórica política gastada y vacía de Sanders es el contexto en el cual se dio, que expone toda la retórica de Sanders como completamente falsa.
Sanders habló después del senador de Nueva York Chuck Schumer, comúnmente conocido como el “senador de Wall Street” debido a su servilismo y conexiones con la oligarquía financiera. En sus comentarios, Schumer pidió un voto por Harris porque ella cumplirá con construir una “economía de oportunidad”.
Después de que Sanders criticara levemente a los ultrarricos, el gobernador demócrata de Illinois y heredero de la cadena de hoteles multimillonaria, J.B. Pritzker subió al escenario para presumir de su inmensa y no ganada riqueza.
“Donald Trump piensa que debemos confiar en él en cuanto a la economía porque afirma ser muy rico,” dijo Pritzker, “Pero tómelo de un multimillonario real, Trump solo es rico en una cosa, estupidez”. La jactancia de multimillonario de Pritzker recibió un aplauso mayor que cualquier cosa que dijo Sanders en la convención.
Después de que hablara Pritzker, el multimillonario Kenneth Chenault, ex presidente y director general de American Express y actual director general de Catalyst Venture, subió al escenario para promocionar el capitalismo estadounidense y el historial de Harris en su defensa.
Chenault afirmó que Harris entendía, “es posible, de hecho necesario, que un presidente sea pro-empresarial y pro-trabajador”.
“Sabemos que una economía basada en el mercado necesita un gobierno fuerte y efectivo,” añadió, señalando que “Kamala Harris entiende que necesitamos ayudar a los emprendedores a convertir buenas ideas en empresas prósperas”.
Chenault tiene un patrimonio neto estimado de 200.000.000 de dólares, debido en gran parte a sus obscenos paquetes de compensación como director general. En 2007, Chenault recibió más de 50.000.000 de dólares, mientras que en 2008 cobró un bono de casi 25.000.000 de dólares, llevando su compensación anual ese año a 42.752.461 de dólares .
Además de ser miembro del Consejo de Relaciones Exteriores, Chenault forma parte de varios consejos corporativos importantes, incluyendo Bilt Rewards, un procesador de pagos de alquiler, Airbnb, Berkshire Hathaway y la Harvard Corporation. También fue miembro del Consejo de Empleos y Competitividad del ex presidente Barack Obama.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 26 de agosto de 2024)
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