Demasiado burdo, el intento fallido de condenar a Pablo González

Demasiado burdo, el intento fallido de condenar a Pablo González

Cada vez que observamos una injusticia y no actuamos, estamos entrenando nuestro carácter para ser pasivos y eventualmente perdemos la habilidad para defendernos a nosotros mismos y a aquellos a quienes amamos. Julian Assange

Reproductor de audio

00:00
00:00

La imagen podría ser impactante, enciendes el televisor, sintonizas la cadena, y te presentan una mesa con seis supuestos “expertos”, espionaje, geopolítica y “tertulianismo”, por la mesa pasaron un total de nueve “profesionales de lo suyo”. Un programa cuyo nombre no merece ser citado, visto en la cadena del WC… ¡perdón, en qué estaré pensando!, quería decir en la cadena de la histórica frase del Sr. Ferreras: “Yo voy con ello, pero esto es muy delicado y es demasiado burdo”. La Sexta pertenece al grupo Planeta, es decir el mismo grupo que posee Antena 3, La Razón y Onda Cero. No olvidemos esto, para saber dónde estamos.

No puedo llamarlo programa y, obligado a definir lo visto, la mejor definición que me sale es la de publirreportaje, no sé quién lo patrocina, de manera encubierta por supuesto ¿CNI, OTAN, M15, ABW…?, aunque pensaba que estas agencias eran más serias con sus trabajos, sus manipulaciones.

El programa era contra Rusia, no contra Pablo. Solo usan a Pablo ahora porque las historias de espías son atractivas y mediáticas, y lo usan como un instrumento más para generar en la ciudadanía un sentimiento antirruso y un temor a que Rusia nos ataque, para justificar la militarización, el belicismo y el envío de armas.

Llevo siguiendo el caso de Pablo González desde su detención, y una vez que fue liberado, además de sentir alegría pensé que se cerraba un ciclo en defensa de los Derechos Humanos, el derecho a la información y la libertad de comunicación. ¡Qué confundido estaba!

Pablo González es ahora mismo la víctima perfecta para el lavado de imagen y conciencias de quienes no han estado a la altura, desde compañeros de profesión al gobierno español. Tengo la impresión de que se ha abierto un concurso de relatos, para ver quien es capaz de decir la mayor barbaridad acusatoria sobre Pablo, no es necesario aportar ninguna prueba, ni tampoco mantener algún estilo o rigor periodístico, basta con acusarle de espía, cuanto mayor sea el disparate, más difusión tendrá en la brigada mediática de las cloacas. Dueños de televisiones, emisoras de radios y la prensa escrita, difícil hacer triunfar la verdad ante tanta mentira y manipulación.

Se suceden acaloradas columnas de opinión en la prensa escrita, platós de televisión que anuncian ponerse al borde de la implosión, medios que hablan de “exclusivas”, y a pesar de prepáranos para un “alto voltaje”, todos se repiten, se copian y practican ese estilo gacetillero (que me perdonen las gacetillas), proclamándose guardianes de las libertades públicas y avalando con su actuación la banalización de la verdad, de la información.

 

Los mismos que nos contaron y defendieron las armas de destrucción masiva, el ataque de Rusia a su propia central nuclear o la voladura del oleoducto Nord Stream, los mismos medios que han silenciado, y colaborado, con la corrupción de la monarquía, lavando la cara del hoy Emérito y ayer paladín de la democracia, o que difundieron el bulo de los bebés decapitados por Hamás, los que se han encargado que una formación política como Podemos no pudiera prosperar torpedeándola con mentiras y montajes constantes… Los ejemplos serían interminables, son los que dan luz a todas esas informaciones falsas, a conciencia, con el único fin de manipular la opinión pública sobre lo que es la realidad. Y aunque la verdad se haga evidente, no rectifican, su objetivo siempre es una mentira mayor, la manipulación del todo. Y además lo hacen con la bendición oficial del estado, gobierne quien gobierne, de la Iglesia, de la Justicia (¿?), del CNI y de todo lo que es la máquina apisonadora del poder, el Gran Hermano permanente sobre nosotros.

 

 

 

 

 

 

Es imposible responder punto por punto a la farsa televisada, en la que lo único fuerte, tanto como la mentira, fueron los titulares acusatorios y el guion repetitivo asignado al presentador. El programa visto el pasado jueves se quedó en intento de linchamiento mediático, al no aportar ni una sola prueba acusatoria, ni un dato testado, ni una imagen incriminatoria, ningún documento, se quedó en un “dimes y diretes” en el que relucieron más las viejas envidias profesionales (¿Crimea 2014?) que la verdad. Se supone que el informador debe de contrastar previamente la noticia, la acusación, mediante fuentes objetivas, fiables, identificables y susceptibles de contraste.

Algunos ejemplos:

Vicente Vallés afirma haber visto un documento en que Pablo González pide un aumento de sueldo al Kremlin. Cuando el presentador le pregunta en qué formato estaba el documento, se traba, balbucea por un momento y confiesa que no lo sabe, pero que él lo ha visto. ¿Entonces la única prueba es su palabra? (Por lo demás, ¿en qué cabeza cabe que un espía pida un aumento de sueldo por escrito?)
Xavier Colás afirma que Pablo González se comunicaba con el Kremlin a través del chat de un videojuego “que no guarda historial”. ¿Entonces cómo lo sabe? De nuevo, la única prueba es su palabra.
Los audios y mensajes que anunciaron como pruebas de espionaje, no son más que los mensajes de trabajo que enviaba a La Sexta cuando trabajaba para ellos, no tienen ningún interés ni desvelan nada (estoy en tal sitio, ahora voy a tal otro, luego te mando el reportaje).
Dicen que si pasó por Estambul era para reunirse con su contacto del Kremlin. ¿Las pruebas?: la única prueba es la palabra del acusador.

Y así todo el programa. No hubo nada, salvo un alegato integrista contra todo lo ruso, una defensa radical del pensamiento único y avivador de odios. Y ni una sola mención a los dos años y medio de prisión en régimen de semiaislamiento en los que se han saltado todos los protocolos y leyes en torno a derechos humanos y judiciales del “jardín europeo”.

En muchas ocasiones pido leer lo que critico o cuestiono y que cada uno saque sus conclusiones, un sano contraste para el razonamiento; hoy, por respeto, ni se me pasa por la cabeza pedir a nadie que vea la basura televisada en la noche del jueves 17, no vale la pena dedicar ni un minuto a oír a los fanáticos integristas que se prestaron a participar en tan burdo programa. Si alguien quiere saber de qué percal fue el asunto, con ver los primeros minutos del programa comprenderá a qué me refiero.

Después de ver el programa, seguimos con la tranquilidad de que lo único serio que hay contra Pablo González es el propio canje. Si todas esas especulaciones sin pruebas son todo lo que tienen contra él, ya entendemos por qué no lo juzgaron durante dos años y medio: porque no tenían ninguna prueba contra él.

Un apunte, The Guardian

Después de comentar lo anterior sobre los fundamentalistas de la manipulación en la TV, me permito hacer un breve apunte sobre un artículo dedicado a Pablo González aparecido en The Guardian, publicado el 15 de octubre. Lo primero, vaya por delante, es destacar la buena redacción de la nota, periodismo con estilo, independientemente de la veracidad del contenido. Y es que, acostumbrado a leer en la prensa escrita en castellano tanta bazofia, donde el sectarismo y la idolatría pueden con el rigor, la nota de The Guardian deja sabor a periodismo. Está firmada por Shaun Walker, responsable de la información sobre Europa del Este y Asia Central para el diario británico, y que ha residido como corresponsal en Moscú más de una década.

Sahun Walker presentaba su artículo en un red social tal que “He pasado un par de meses trabajando en este artículo extenso sobre Pablo González/Pavel Rubtsov, el periodista español acusado de ser espía del GRU. Espero que sirva para responder algunas de las preguntas sobre Pablo”.

La nota de marras se titula “¿Periodista o espía ruso? El extraño caso de Pablo González” (Journalist or Russian spy? The strange case of Pablo González), es muy extensa y recopila buena parte de lo publicado en diferentes medios sobre Pablo González, pero las preguntas que dice responder se quedan en auto-respuestas a base de conjeturas, no hay ni base ni pruebas que demuestren la buscada acusación de espía. La nota, en inglés, la pueden leer, y que cada cual saque sus conclusiones.

Sahun Walker da valor a la información publicada por el medio Agentstvo (Proyect Media), una agencia estadounidense que financia a disidentes rusos, pero que lanza noticias en lengua rusa, para dirigirse a la población rusa y, probablemente, para despistar. Publicaba en Rusia a periodistas opositores a Putin. Desde 2021 cerraron en Rusia, pero siguen actuando desde el exterior. En su apartado Quienes somos (en mayo de 2023) detallaban sus objetivos: “La agencia escribe noticias sobre lo que están haciendo mal las autoridades rusas”. De estas informaciones hablamos en: La máquina del fango empieza a funcionar y en La Edad de Oro del periodismo basura.

La otra mención del artículo de The Guardian, destacable y que lanza con posibilidad incriminatoria hacia Pablo González, están apoyadas en las supuestas investigaciones de un “cazaespías”, Christo Grozev, un periodista búlgaro que trabaja para Bellingcat, un sitio web financiado por empresas de EEUU y Europa, que trabaja en estrecha colaboración con la CIA y la OTAN (desde donde acusaron a Siria de utilizar armas químicas que a día de hoy no se han demostrado, y todo un serial sobre las investigaciones del envenenamiento de Navalny, como ejemplos). Busquen, comparen y decidan…

Ultimo apunte, el relato

Lo peor de todo esto sigue siendo la construcción del relato inquisitorial contra Pablo González, condenado como culpable por los mass media desde el primer día de su detención. No ha tenido la posibilidad de la presunción de inocencia, desde las vergonzosas declaraciones acusatorias del ministro de exteriores español, Sr. Albares, pasando por la difamación constante de informativos y prensa, hasta las acusaciones polacas. ¡Culpable! ¡Espía! ¡Traidor!

El relato sigue creciendo, y se afianza, una buena manera para justificar la inactividad total del gobierno español para exigir su liberación o como mínimo el respeto por sus derechos y la aplicación de la legislación vigente en la Unión Europea, y hace que de las suposiciones se pase a verdades incriminatorias absolutas. Un relato lleno de falsedades pero que, como la refinada nota de The Guardian, se apoya en narraciones anteriores. El problema es que los artículos anteriores citados también eran falsos y sin pruebas, pero a base de citarse mutuamente acaba dando la falsa impresión de que las fuentes son fiables porque mucha gente las cita. Y esto refuerza la vieja idea de “¡Algo habrá hecho!”.

Mientras que la realidad es que a día de hoy no hay una sola prueba asumible. Durante dos años y medio encerrado en Polonia, y ahora hablan de juzgarlo. Si tenían algo contra Pablo, ¿por qué no lo usaron en Polonia para juzgarlo durante todo este tiempo? Por otra parte, es necesario insistir en que los Derechos Humanos y las garantías procesales se aplican a todas las personas, independientemente de la acusación que pese sobre ellas.

El relato sigue destruyendo y distorsionando la realidad de un ciudadano español, periodista, que ha sido canjeado en un intercambio de presos entre la OTAN y Rusia, como adorno a canje de periodista (Pablo) por periodista (Evan Gershkovich).

Esperando ya el siguiente linchamiento mediático, seguimos constatando que es necesario defender la presunción de inocencia en esta sociedad. Recuerden “solo los peces muertos nadan a favor de la corriente”.

“El grado de civilización de una sociedad
se mide por el trato a sus presos”.
Fiódor Dostoyevski.

* Miembro del Colectivo LoQueSomos. Otras notas del autor
En Twitter:@IkaiAlo

Reproductor de audio

00:00
00:00

Libertad para Pablo – Free Pablo

#DerechosHumanos #LibertadDeComunicación #PabloGonzálezEnLibertad
#DerechoALaInformación #PabloGonzálezACasa #JournalismIsNotACrime!

@Elkoko

Comparte este artículo, tus amig@s lo agradecerán…
Mastodon: @LQSomos@nobigtech.es; Bluesky: LQSomos;
Telegram: LoQueSomosWeb; Twitter (X): @LQSomos;
Facebook: LoQueSomos; Instagram: LoQueSomos;

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *