Fuente: https://www.telesurtv.net/bloggers/De-promesa-a-realidad-20201002-0002.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_campaign=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_content=31 Miguel Angel Ferrer 2 octubre 2020
Hasta ahora, nueve meses antes de esos comicios, todas las encuestas en la materia dan como rotundos ganadores a los representantes del obradorismo. Pero no sólo eso. Es observable, palpable, notoria una atmósfera social claramente favorable a la Cuarta Transformación.
Y ahora, tras la luz verde de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al juicio a los ex presidentes del periodo neoliberal (Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto), es claro que esa opinión y esa atmósfera social están siendo confirmadas y ampliadas.
Puesto el asunto en números, podría decirse que López Obrador y su movimiento social verán refrendado el apoyo popular y ciudadano de más del 70 por ciento de la población mexicana. Dicho de otro modo, más de dos de cada tres ciudadanos sufragarán por los candidatos identificados con López Obrador.
Pero no para ahí el asunto. Sin duda en los próximos nueve meses seremos testigos de nuevas acciones de López Obrador en beneficio de la población y en sintonía con las aspiraciones, deseos y expectativas de las mayorías ciudadanas. No es esperable, sin embargo, que tales medidas incrementen aún más la fuerza electoral obradorista. Digamos que aquel 70 por ciento es su techo electoral.
Aún así, y siendo previsible el incremento del número de gubernaturas, legislaturas estatales y municipalidades obradoristas, es obvio y esperable el crecimiento del poder político y legal de la Cuarta Transformación.
Frente a este panorama electoral, a la derecha sólo le quedan los recursos del golpeteo mediático, el que hasta el momento tampoco le ha dado resultados al conservadurismo.
Y es que el antiguo poder real de los medios de comunicación conservadores se encuentra muy disminuido luego de la aparición histórica de las modernas redes sociales digitales, que es la arena donde actualmente se desarrolla la lucha social y la lucha ideológica.
Sin fraude electoral institucional, sin privatizaciones y sin el antiguo poder ideológico de los medios de comunicación conservadores es claro que la Cuarta Transformación ya no es una promesa o aspiración, sino una realidad. Una realidad recién nacida pero con amplias y sólidas posibilidades de desarrollo, profundización y fortalecimiento.
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