Fuente: https://www.resumenlatinoamericano.org/2023/06/10/cuba-washington-busca-fabricar-un-casus-belli-contra-la-isla/
La maquinaria de falsimedia obedeciendo a los dictados del gobierno de EE.UU., ha comenzado una nueva campaña, peligrosa e infame, contra Cuba.
Según el periódico estadounidense The Wall Street Journal, que tuvo el “merito” de poner en circulación la mentira, existe un acuerdo entre Cuba y China, en materia militar, para la instalación de una supuesta base de espionaje.
La Fake News fue propalada de inmediato por otros medios, entre ellos, Deutsche Welle, que desinformó a sus lectores con la afirmación de que “China instalará en Cuba una gran base para espiar a EE. UU”.
Carlos F. de Cossio. Viceministro de Relaciones Exteriores, desmintió desde La Habana, las imputaciones realizadas por varios medios de comunicación, sobre la existencia de planes para instalar una base del país asiático en tierra cubana.
“Con independencia de los derechos soberanos que tiene Cuba en materia de defensa, nuestro país es firmante de la Declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, suscrita en La Habana, en enero de 2014”, declaró Cossio.
Quien, además, ratificó la posición de la Isla de rechazo a toda presencia militar foránea en América Latina y el Caribe, incluida la de numerosas bases y efectivos militares de los EEUU, en especial en la base militar que ilegalmente ocupa una porción del territorio nacional en la provincia de Guantánamo.
No se trata de una acusación a le ligera, detrás de esa falsa noticia se esconden las intenciones de sectores reaccionarios de Washington que buscan justificar el recrudecimiento del Bloqueo y escalar acciones agresivas contra la Mayor de las Antillas.
Forma parte de un proceso premeditado y sostenido, que persigue destruir la credibilidad, deslegitimar al gobierno y justificar cualquier medida punitiva.
Incluir a Cuba en listas negras de toda clase, acusarla de “amenazar la seguridad nacional de EE.UU.”, además del efecto inmediato sobre las relaciones económicas con el mundo, va dirigido a destruir la reputación de la Isla, privarla de la solidaridad internacional, aislarla del mundo, para que nadie actúe contra sus agresores en caso de que tomen la decisión de usar la fuerza.
Desacreditar, mediante ataques coordinados, utilizando todos los recursos de las tecnologías, realizar campañas negras duraderas en el tiempo, sin descanso, que afecten sicológicamente al agredido, que bajen su autoestima, que disminuyan su credibilidad y legitimidad, forma parte de cada falacia que se gesta contra la Isla.
La maquinaria de infamias, mentiras y provocaciones puesta en marcha actúa contra Cuba con el objetivo de fabricar un casus belli.