Fuente: https://www.telesurtv.net/bloggers/Crisis-de-Salud-o-Sociologica-20200329-0003.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_campaign=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_content=35 Mouris Salloum 29 marzo 2020
Porque entendemos la trascendencia del periodismo, no nos es dado tratar a la ligera ciertos temas críticos para la tranquilidad de la sociedad, a la que pretendemos prestar nuestros servicios.
Por supuesto el tema de esta entrega es el coronavirus. Preferimos esta denominación y no otra, por una elemental razón: No es más que una variedad de gripe, de la que ni en 2018 ni 2019 hicimos tanta truculencia no obstante el número de víctimas mortales que cobró. Muy superior a las de la “pandemia” de moda.
Hacemos la acotación primera, en virtud de que, a principios de marzo un comentarista mexicano -no especializado en temas de salud, sino financieros- le puso número a las muertes que provocará el coronavirus: 25 millones. Ni una menos. El emisor es un líder de opinión.
EL 25 de marzo dimos con un diagnóstico de una Secretaría de Salud estatal. ¿Sería necesario precisar que es un órgano de gobierno? Publicó un escenario con precisión pitagórica: Tantas decenas de miles candidatos detectados, tantos pasados por pruebas, tantos dieron positivos: Tantos muertos. Ni uno más: ni uno menos.
El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa -un jefe de Ejecutivo, pues- dice a sus gobernados que el coronavirus es mal de los ricos. Los pobres no deben preocuparse. ¿No hay presupuesto para enfrentar contingencias? ¿Tan pronto?
Del territorio desconocido a la declaración de pandemia
¿Qué pasa ahí? El 3 de marzo pasado, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS/ organismo de la ONU), el etíope Tedros Adhnom informó que los especialistas de ese ente actúan en territorio desconocido. Súbitamente, se le encendieron las meninges e hizo una declaración universal: El coronavirus es una pandemia.
Los que han escuchado el nombre del mexicano Marcelo Ebrard Casaubón acaso sepan que es el actual titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores del gobierno de la cuarta transformación.
¿Cómo reaccionaría la comunidad médico-científica al enterarse de que la ONU designó a aquel mexicano director de la OMS? Adhnom saltó del ministerio del Exterior de Etiopia a la conducción rectora de la Salud Pública en el planeta. Como diplomático, ¿resultó ser un acreditado e irrebatible Galeno?
Cuestionamiento a la conducta ética de la OMS
Por el libre criterio que caracteriza nuestra política editorial en Voces, hemos renunciado a la dependencia asumida por la mayoría de los medios mexicanos -con excepciones que honran la libertad de prensa- de Washington y Nueva York. No planteamos prejuicios, conocemos el paño.
Para todo efecto de confirmación y enriquecimiento de la información -sobre todo ahora, frente al fenómeno de las redes sociales- procuramos consultar y apoyarnos en fuentes alternas.
La sede central de la OMS está en Ginebra, Suiza. Obviamente, los medios europeos están a tiro de piedra de su bunker. Pues bien, de aquellos medios -los alemanes en primer término- encontramos investigaciones y análisis que expusieron dudas razonables sobre la conducta ética de la OMS, durante la gestión de Margarita Chan (Hong-Kong).
No hablamos de cualquier periodo: Hablamos de 2008-2009. ¿Qué ocurría entonces? Con epicentro en los Estados Unidos estalló la gran crisis financiera internacional, tipificada por analistas de economía como La Segunda Gran Depresión.
Carstens anuncia caída económica: Llega providencialmente el INHI
Albeando 2010, el secretario de Hacienda de Felipe Calderón Hinojosa, el ex subdirector del Fondo Monetario Internacionaln (FMI), Agustín Carstens anunció que tendríamos un primer semestre de los mil diablos: Habrá una caída de la economía de profundidad incuantificable.
Pro-vi-den-cial-men-te, se empezaron a correr rumores de una coloquialmente conocida como andanza: Son los males respiratorios comunes del invierno. Como cuando se ve finalmente a Supermán: Será catarro, que no, es solo un resfriado; no, que es dengue.
Un momento, señores, esto grave. Que trabajen los sabios: Es influenza, pero no cualquier influenza: Es gripe A., ni más ni menos HINI. Que suenen las trompetas en Ginebra: La doctora Chan: Estado de pandemia originado en México (Ay, siempre el Tercer Mundo).
Las farmacéuticas se alzaron con el santo y las limosnas
La referencia anterior a los medios europeos, obedece a que empezaron a revelar las descomunales ganancias de los laboratorios farmacéuticos alemanes, según los pizarrones de las Bolsas de Valores del viejo continente y de Wall Street.
¿Quién informó cuántos muertos provocó la pandemia? Calderón se fue a Davos, también en Suiza, a presentar su barco de gran calado. El doctor Carstens vive plácidamente en un chalet suizo con calefacción y despacha en el Banco Internacional de Pagos. Bendecidos. No los tocó el HINI.
A propósito, desde el segundo semestre de 2019 ya se oteaba una nueva crisis de los precios petroleros, ya confirmada. La angustia de la humanidad por la eventual reelección de Donald Trump. Las embestidas golpistas en América Latina. La crisis humanitaria que hace presa a los migrantes, etcétera.
El tema da para rato: Nos quedamos con estas interrogantes. El coronavirus, ¿es un real problema de Salud Pública planetario? ¿Cuál es el papel que juegan los monopolios de la industria farmacéutica en la campaña de terrorismo? ¿No estaremos más bien, a la vista de un nuevo fenómeno sociológico que, como lo advierten algunos avisados, dará más chamba a los sicólogos y siquiatras que a los epidemiólogos?
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