Decenas de miles de personas han estado manifestándose en Alemania desde el pasado fin de semana contra el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) y su plan de expulsión masivo de inmigrantes.

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Las protestas, en las que incluso han participado autoridades alemanas como el canciller Olaf Scholz, denuncian el carácter extremista, xenófobo, racista y étnico-nacionalista de la derecha en el país, la cual ha estado sumando adeptos, según revelaron recientes encuestas.

«Cuando los extremistas hacen descaradamente planes para expulsar a millones de personas, queda claro que nuestra democracia tiene enemigos sin escrúpulos. Estamos llamados a defender juntos, con decisión y en voz alta, una sociedad abierta y tolerante», señaló la presidenta de la Iglesia Evangélica en Alemania, Anna-Nicole Heinrich.

Las manifestaciones, en las que se han portado carteles con el eslogan «Fuera, nazis», se han extendido por toda la nación europea y continuarán en el transcurso de las próximas jornadas.

De acuerdo con medios locales, las masivas concentraciones se producen luego de que se revelara que miembros del AfD discutieron con neonazis una propuesta para llevar a cabo la expulsión de extranjeros.

En este sentido, trascendió que se realizó una reunión en una lujosa finca en Berlín, en la cual participó el líder austriaco del ultraderechista Movimiento Identitario, Martin Sellner, quien presentó una propuesta de llevar al norte de África a cerca de dos millones de personas que se encuentran en condición migratoria irregular.

«Europa debería saber esto: políticos de extrema derecha se reunieron con grupos fascistas en Alemania para discutir un programa masivo para deportar a todos los que crean que no pertenecen, incluidas las personas con ciudadanía alemana. Sí, han oído bien. A esto es a lo que nos enfrentamos», destacó la copresidenta de Los Verdes en el Parlamento Europeo, Terry Reintke.