Asociaciones palestinas preparan la conmemoración del 40 aniversario de las masacres de los campos de refugiados de Sabra y Shatila, Líbano, cometidas por extremistas cristianos con la colaboración del ejército de Israel.

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De acuerdo con el coordinador de la campaña Campaña Civil de apoyo a Palestina, en Líbano, Maan Bachour, exigió indemnización a los familiares de las víctimas y recordó la responsabilidad del Estado de Israel en las masacres de 1982.

Según los miembros de la campaña de solidaridad, los ataques a civiles en septiembre de 1982 “no caducan con el paso del tiempo y constituyen una mancha sangrienta en la historia de la humanidad”.

Líbano estaba sumido en una guerra civil. Entre el 16 y el 18 de septiembre de 1982, miembros de milicias cristianas aliadas con Israel mataron entre 800 y 2.000 palestinos en los campamentos de Sabra y Shatila, y se desconoce el número final de víctimas.

El ejército israelí, que invadió el Líbano en junio del mismo año, impuso un cordón alrededor de los campamentos mientras los militantes cristianos cometieron su masacre de civiles.

Años después de la masacre, una comisión oficial de investigación israelí culpó a varios funcionarios de Tel Aviv, incluido el entonces ministro de Defensa Ariel Sharon y luego primer ministro, por los hechos de 1982.

Un grupo de sobrevivientes demandó a Sharon en Bélgica, pero el tribunal belga se negó a escuchar el caso en septiembre de 2003, por lo cual continúa hasta el día de hoy la impunidad.