El presidente de la Comisión de Asuntos de Prisioneros y Exprisioneros Palestinos, Qadri Abu Bakr, condenó los intentos del Gobierno de Israel para catalogar la entidad como una organización terrorista.

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Abu Bakr consideró que esta práctica constituye un «ataque legal e internacional sin precedentes» del Gobierno de Israel contra  los derechos de los prisioneros palestinos.

Estas declaraciones de Abu Bakr llegan en respuesta a la pretensión, hecha pública por un periódico local, de varios parlamentarios israelíes que exigen al titular de Seguridad y próximo primer ministro, Benny Gantz, que declare a la Comisión como una «organización terrorista».

En su comunicado, Abu Bakr enfatiza que tales pretensiones y su eventual puesta en práctica es «totalmente inaceptable» para la Comisión que él dirige, por los prejuicios que puede causar en la atención a los presos palestinos.

En ese sentido, abundó el dirigente palestino, «el ataque israelí a los prisioneros se ha incrementado durante los últimos cinco años, a través de leyes arbitrarias legisladas por la Knesset [Parlamento] israelí y una incitación generalizada contra los prisioneros y considerándolos criminales y terroristas».

Según la Asociación para el apoyo a los presos y los Derechos Humanos, habría unos 5.000 prisioneros palestinos en cárceles israelíes, incluyendo 432 en situación de detención administrativa y de ellos unos 183 menores de edad.

Las autoridades de ocupación retienen los prisioneros palestinos en detención administrativa por tiempo indefinido y sin juicio, y han apresado en estas condiciones a periodistas, defensores de Derechos Humanos e incluso miembros del Consejo Legislativo Palestino.