Fuente: https://umoya.org/2023/02/27/conclusiones-xxii-jornadas-africa-resistencias-pueblos-africanos/
Del 13 al 16 de febrero, Valladolid acogió la vigésimo segunda edición de las Jornadas África bajo el título «Tratando de entender lo que pasa en África: resistencias en medio de las crisis y conflictos». Para ello, contó con las ponencias de Gerardo González Calvo, Aurora Moreno Alcojor, Moussa Kane y Rosa Moro, que cosecharon gran asistencia de público.
Desde la asociación Umoya Valladolid – Comité en Solidaridad con África Negra de Valladolid, creemos que para transformar la realidad hay que entender qué pasa. De ahí el objetivo de estas jornadas, con las que buscamos «entender que está pasando en África» o, al menos, algunas realidades en torno a los conflictos y las crisis… y, por supuesto, aproximarnos a las resistencias y resiliencias que oponen los pueblos..
Lunes 13.- Gerardo González Calvo: «¿Por qué se da una imagen conflictiva de África?»
Sobre la imagen conflictiva de África, grabada con fuego en el imaginario occidental, Gerardo González Calvo, en su conferencia, afirma que, en el momento de las independencias -años sesenta del siglo pasado-, «ya se vislumbraba que, con la descolonización, las potencias occidentales no permitirían a los nuevos países soberanos que fueran los dueños de su destino político, económico y cultural».
Y así se hizo, instigando golpes de Estado y asesinatos: Patrice Lumumba, primer ministro de Congo-Kinshasa, asesinado el 17 de enero de 1961; Marien Ngouabi, presidente de Congo-Brazzaville, asesinado el 18 de marzo de 1977; y Thomas Sankara, presidente de Burkina Faso, asesinado el 15 de octubre de 1987, por citar solamente algunos casos. Más de un centenar de golpes de Estado militares se han producido en África dese 1960 y, en los últimos tres años, seis asonadas solo en la región del Sahel. Todo ello con el objetivo de que no se escapara a las antiguas metrópolis occidentales colonialistas el control de «las cuantiosas materias primas del continente, fundamentales para el desarrollo y el nivel de bienestar del Norte».
Desde los medios de comunicación social occidentales se ha fomentado una imagen de África como un continente hambriento, incapaz de arreglar sus problemas por sí mismo. Proponiendo, en esa línea, soluciones simplistas: si tienen hambre, se mandan alimentos y se acaba el problema.
También, en estos mismos medios occidentales, «cuando estallan guerras y conflictos en África, no se analizan las causas, pero sí se culpa de ellas a la barbarie e ineptitud de los propios africanos», lo que fomenta la impresión de que los africanos son unos bárbaros.
Se informa de África solo cuando hay conflictos, lo que provoca en el lector la idea de que está conformada por países sanguinarios y en lucha permanente. E, incluso en estos casos, no se suelen contextualizar los conflictos. Dice Rosa Moro en su libro El genocidio que no cesa en el corazón de África. Una historia de desinformación que «incluso los relatos mediáticos que son verdad, presentados sin el contexto adecuado, es decir, sin ponerlos en relación con las demás partes de la misma guerra, no contribuyen ni a la información ni a la denuncia. Estas historias sin su contexto real no hacen sino contribuir a alimentar el mito del salvajismo de los africanos y a dificultar la verdadera comprensión» de lo que sucede en realidad.
Gerardo González, en su conferencia, propuso «que a la tiranía de la información con imágenes en tiempo real hay que oponer la ética de la reflexión, que permite explicar los hechos y no solo servir imágenes, que, como mucho, pueden provocar una visión fatalista de África y estimular cierta conmoción humanitaria».
Por último, Gerardo González afirmó que «conflictos ha habido -y hay- demasiados en África. Es un problema que existan, porque ello conlleva más desolación y más empobrecimiento, pero es aún más dramático que se aborden sin analizar las causas que los provocan y a quiénes benefician».