REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG.-

En una noche de movilización en Atenas, el Partido Comunista de Grecia se levantó contra la participación en guerras imperialistas y la política de apoyo a Israel que protagoniza el gobierno conservador heleno. Mientras el mundo mira expectante las consecuencias devastadoras sobre el pueblo palestino y ucraniano, Grecia se enfrenta a un dilema de principios y intereses económicos.

     «Esta noche, aquí en Atenas, en la emblemática Plaza Syntagma, se lleva a cabo una gran manifestación. Este evento, junto con las manifestaciones que ocurren simultáneamente en muchas otras importantes ciudades del país y que continuarán durante los próximos días, marca una intervención significativa del Partido Comunista de Grecia en los actuales acontecimientos.

 Con nuestra participación y nuestra voz, desafiamos la «omertá» impuesta por el gobierno de Nueva Democracia (ND) y todos los demás partidos políticos respecto a la implicación de nuestro país en las guerras imperialistas que devastan nuestra región, así como en todos los peligrosos planes de Estados Unidos y la OTAN.

Nos oponemos a sus mentiras y pretensiones, a su conformismo y a la desinformación que difunden.

     ¡Estamos alertando! Convocamos al pueblo y a la juventud de nuestra nación a estar vigilantes, preparados y a levantarse. Declaramos que, frente a la unanimidad del gobierno, de los partidos de la socialdemocracia, de la extrema derecha y de los medios de comunicación, nosotros estaremos aquí.

 

     Representamos las preocupaciones, los deseos de paz y las reivindicaciones de nuestro pueblo, y mostramos nuestra solidaridad con los pueblos que son sacrificados por el lucro. Es hora de avanzar y organizar nuestra acción, pues los acontecimientos se suceden con rapidez, son peligrosos y nadie debe permanecer en silencio o ser meramente un espectador mientras el fuego de la guerra nos rodea.

     Durante los últimos cinco meses, Israel, con el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea, ha llevado a cabo una vasta operación militar. Lo afirmamos sin ambages: su objetivo es aniquilar al valiente pueblo de Palestina, que ha luchado durante décadas por su derecho a una patria.   El mundo entero está siendo testigo de las atrocidades cometidas por este estado asesino contra un pueblo pobre y oprimido, pero orgulloso.

     La magnitud de este crimen es inconcebible. Sus víctimas incluyen a cientos de miles de civiles, niños incluidos, que han sido masacrados por las balas y bombas del ejército israelí durante años, y que son torturados, mueren de hambre y enfermedades.

     «El KKE ha sostenido que nos separa una vasta brecha ideológica y política de Hamás».

 Desde el inicio, el KKE ha sostenido que nos separa una vasta brecha ideológica y política de Hamás. Sin embargo, hoy, con más de 30.000 muertos en Gaza, queda demostrado sin lugar a dudas que la llamada «autodefensa» de Israel no es más que un pretexto burdo. La horrorosa atrocidad que han desencadenado viola todas las normas de la guerra, escritas o no, bombardeando hospitales, hogares, escuelas, mezquitas e iglesias.

 Ahora es evidente que los líderes israelíes buscan el genocidio del pueblo palestino y el desplazamiento de los sobrevivientes, para debilitar aún más la legítima lucha de este pueblo contra la ocupación prolongada de sus territorios y por el establecimiento de un Estado palestino dentro de las fronteras de 1967, con Jerusalén Oriental como capital.

     «Quieren apoderarse de toda la franja costera, desde Egipto hasta el Líbano»

  Quieren apoderarse de toda la franja costera, desde Egipto hasta el Líbano, para beneficiar grandes intereses empresariales, como la explotación de hidrocarburos en la Zona Económica Exclusiva palestina, así como para fortalecer las rutas comerciales de Asia a Europa a través de Israel. La existencia, lucha y resistencia de todo un pueblo, el pueblo de Palestina, representa un obstáculo para la promoción de estos intereses.

      Pero el pueblo de Israel también sufre las consecuencias de la política del gobierno reaccionario israelí para los intereses capitalistas. Admiramos y mostramos nuestra solidaridad con la lucha del Partido Comunista de Israel, nuestros camaradas judíos y árabes, que resisten valientemente esta barbarie a pesar de las persecuciones desatadas contra ellos. 

     La agresión israelí afecta también a otros pueblos de la región, contra los cuales Israel lanza ataques, ocupando territorios del Líbano y Siria y amenazando con extender el conflicto bélico a Irán.

    «Los estados imperialistas más poderosos tienen interés en esta región por sus propios fines».

  Y, por supuesto, otras clases burguesas y los estados imperialistas más poderosos tienen interés en esta región por sus propios fines. Al centro de su atención está la llamada «ruta comercial india», en contraposición a la «Ruta de la Seda» de China y el emergente eje imperialista euroasiático. Son estos intereses y las acciones de unos pocos poderosos las que están masacrando a la gente, especialmente al pueblo de Palestina.

      En este mar de contradicciones, el gobierno de ND, con el apoyo de SYRIZA, PASOK, la Solución Helénica y otras formaciones de extrema derecha, ha asumido su respaldo a la operación bélica israelí y la masacre del pueblo palestino, en este crimen contra la humanidad.

    Tras enviar artillería «Patriot» a Arabia Saudita, ahora hemos desplegado la fragata «Hydra» en el Mar Rojo, bajo el pretexto de «proteger la navegación». De hecho, Grecia también ha asumido el mando de la misión naval de la UE «Aspides», en cooperación con la operación dirigida por EE.UU.

      Este apoyo abierto a Israel no se debe a una simple instrucción de la UE y EE.UU., sino a que el gobierno y los demás partidos siguen la «brújula» de los intereses de la clase dominante del país. Los armadores, que poseen la mayor flota comercial del mundo, y las ganancias de aquellos empresarios que se benefician de la participación del país en las «cadenas» de tránsito y la «redistribución de la cubierta» de los recursos energéticos y mercados, son prioritarios para ellos. Por estos intereses envían al personal de las Fuerzas Armadas griegas, hijos del pueblo, al centro mismo del conflicto.

      En el gobierno de ND, la preocupación por los beneficios de los armadores y la reducción del tráfico de contenedores en los puertos de El Pireo y Salónica es evidente. Intentan trasladar esta ansiedad al pueblo griego, presentándola como un supuesto «problema nacional» que, por «razones nacionales», justificaría el envío de la fragata griega al Mar Rojo. Sin embargo, esta tensión y este problema no son del pueblo griego, sino de su propia economía capitalista. Esta economía, que condena a muchos a la precariedad, la pobreza, la indigencia, el desempleo, y los aprietos sociales propios del capitalismo, todo para acumular riqueza en el extremo de unos pocos que tienen el poder y la economía en sus manos.

   ¡Este es su problema! ¡El de ellos y el de sus aliados! Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea imperialista: para resolver esto, no dudarían en desplegar la Fuerza Aérea, cuyo refuerzo ya celebraban hace poco. Esto sucede porque están dispuestos a pagar por sus nuevas guerras no solo con el dinero del pueblo griego, sino también con su sangre.
«DESDE EL PRINCIPIO, EL PARTIDO COMUNISTA DE GRECIA HA SEÑALADO EL CARÁCTER  ANTIPOPULAR DE LA GUERRA DE UCRANIA»

  «El Partido Comunista de Grecia (KKE) ha señalado desde el comienzo el carácter antipopular de la guerra en Ucrania, destacando su oposición a los eventos que han sumido a la región en el conflicto. No es únicamente el Medio Oriente el que se ve envuelto en llamas por las acciones del gobierno griego, sino que la guerra en Ucrania, que ya lleva dos años, ha marcado profundamente a los pueblos de Ucrania y Rusia. Estos últimos no solo han sido testigos de las hostilidades desde 2022, con la inaceptable invasión rusa, sino desde 2014, momento en que comenzó el conflicto tras la intervención y el golpe de estado apoyados por Estados Unidos y la Unión Europea.

     «El KKE resaltó cómo esta guerra es el resultado directo del derrocamiento del socialismo y la posterior disolución de la Unión Soviética»

  Desde el inicio, el KKE resaltó cómo esta guerra es el resultado directo del derrocamiento del socialismo y la posterior disolución de la Unión Soviética, advirtiendo sobre las trágicas consecuencias que esto acarrearía. Mientras que otros partidos políticos en Grecia lo celebraban, el KKE criticaba a aquellos que veían en figuras como Putin a los liberadores de los pueblos y entablaron negociaciones, e incluso fraternizaron, con sus partidos.

«Los comunistas griegos han criticado a aquellos que veían en figuras como Putin a los liberadores de los pueblos«

 La historia nos ha dado la razón. Las clases burguesas en los nuevos estados surgidos tras la caída de la URSS se repartieron la propiedad pública, construida por los pueblos durante décadas, e instauraron un camino hacia la integración en la economía capitalista global, marcado por una intensa campaña anticomunista, donde el nacionalismo y el chovinismo resaltaban como elementos distintivos. La burguesía rusa, al no poder unirse a la UE ni a la OTAN, buscó forjar nuevas alianzas y expandir su cooperación con China, ahora un país capitalista.

«La UE y la OTAN se expandieron hacia el Este, asegurando así una posición ventajosa para los monopolios euroatlánticos sobre los recursos naturales»

Por otro lado, la UE y la OTAN se expandieron hacia el Este, asegurando así una posición ventajosa para los monopolios euroatlánticos sobre los recursos naturales y la mano de obra de la región. Durante 30 años, Estados Unidos, la OTAN y la UE han cercado económicamente a Rusia, desplegando fuerzas militares significativas y estableciendo bases, exacerbando el conflicto.

     Esta guerra no es por la democracia o la libertad, sino por el control de los recursos. La red de gasoductos ucranianos, que aun en medio del conflicto, suministra gas natural ruso a la UE, es solo un ejemplo de los intereses en juego.

    Nuestro Partido rechazó, desde el primer día de la invasión rusa y mucho antes, cualquier pretexto utilizado por ambas partes en esta guerra imperialista, que enfrenta a dos pueblos, el ruso y el ucraniano, obligándolos a luchar entre sí. Mientras tanto, los capitalistas obtienen beneficios, incluso manteniendo la cooperación económica con Rusia, y miles de jóvenes, principalmente de sectores pobres, pierden la vida o son forzados al exilio, agravando el chovinismo y reprimiendo cualquier disidencia.

La implicación directa de la UE y la OTAN en la guerra, como la propuesta de Francia de enviar tropas a Ucrania, revela su papel en el conflicto. Esto ha llevado incluso a advertencias de una potencial guerra nuclear, evidenciando cómo la búsqueda de ganancias por parte de los capitalistas pone en riesgo a la humanidad.

«La UE, lejos de ser arrastrada a la guerra por Estados Unidos, ha asumido un papel de liderazgo»

 La UE, lejos de ser arrastrada a la guerra por Estados Unidos, ha asumido un papel de liderazgo. El Parlamento Europeo, por años, ha emitido resoluciones y decisiones que promueven el conflicto, limpiando la imagen del fascismo y el nazismo, y presentando a criminales de guerra como héroes. Esta es la verdadera cara de la UE, una entidad que empuja a los pueblos hacia la guerra para defender los intereses de los monopolios occidentales en Ucrania.

    Durante estos dos años de guerra, los pueblos de Europa han pagado un alto precio, financiando las ambiciones bélicas de la UE, mientras los monopolios se preparan para lucrarse con la reconstrucción. El país ha destinado miles de millones a la OTAN y a estos conflictos, con el apoyo de casi todos los partidos en el Parlamento Europeo, excepto el KKE. Ahora, se espera que los pueblos paguen con su sangre para asegurar los intereses de los monopolios en Ucrania, desmintiendo el relato de que la UE apoya a un supuesto «defensor», Ucrania».

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