Desde Afroféminas expresamos nuestra más enérgica condena ante la agresión policial racista sufrida por Layli Colorado, una mujer afrodescendiente colombiana-española, su familia y un amigo, en plena vía pública de València. Los hechos, ocurridos el 17 de mayo de 2025, son una muestra intolerable de brutalidad e impunidad institucional contra cuerpos negros. Esta violencia, confirma la profundidad del racismo estructural en las fuerzas del orden del Estado español.

Además del ataque, denunciamos con firmeza el tratamiento mediático que ha seguido este caso. Algunas plataformas de comunicación están difundiendo relatos manipulados o abiertamente falsos que buscan culpabilizar a las víctimas y exonerar a los agresores. Esta desinformación no solo perpetúa la violencia, sino que deja a esta familia negra en una situación de absoluta indefensión ante la opinión pública.
A continuación, reproducimos el relato detallado de los hechos, tal y como lo ha recogido la organización Colombia Acuerdo de Paz, que está brindando apoyo directo a las víctimas:
El sábado 17 de mayo, alrededor de las 3 de la tarde, Layli Colorado, una inmigrante colombiana con doble nacionalidad de 26 años, caminaba por la calle San Vicente Mártir en València, España, para reunirse con sus padres en casa de una amiga. La acompañaba su hijo autista de tres años. Durante su trayecto, se encontró con dos agentes que estaban deteniendo a un par de jóvenes en la acera. Uno de los policías estaba de pie sobre el torso de uno de ellos, mientras que el otro se encontraba sobre el tobillo del segundo. Una mujer española criticaba la actuación policial en ese instante. De forma inexplicable, uno de los agentes le gritó a Layli que se metiera en sus asuntos, pese a que ella no había emitido ni una palabra.
Al continuar su camino, un policía le exigió agresivamente su identificación. Layli se negó, argumentando que no había cometido ninguna infracción. Ante su negativa, el agente la agarró, la empujó contra un coche, la esposó, la tiró al suelo y comenzó a golpearla brutalmente. Layli, temiendo por la seguridad de su hijo pequeño, comenzó a gritar.
Sus gritos alertaron a sus padres, un amigo y a vecinos del lugar. Al ver tal crueldad, su madre cuestionó desesperadamente a los agentes sobre la razón del trato hacia su hija. En respuesta, la policía la agarró por el pelo, la tiró al suelo y la golpeó repetidamente con porras, de manera desproporcionada. También agredieron a su padre y a su amigo, mientras más agentes se unían a la golpiza. Todo fue grabado por los vecinos con sus teléfonos móviles.
La policía detuvo a Layli, a su amigo y a sus padres. Los encerraron en una pequeña habitación sin cámaras durante más de 24 horas. Según Layli, ocho agentes le propinaron insultos y golpizas, amenazándola con romperle los dientes si no se comportaba. Los otros miembros de la familia recibieron un trato similar. Posteriormente, fueron al hospital a causa de hematomas y otras lesiones infligidas por la policía.
Las pruebas videográficas apuntan inequívocamente hacia un perfil racial que justificó un uso brutal y arbitrario de la fuerza por parte de la policía contra esta familia afrodescendiente. Aunque también estaba presente una mujer española, ella no sufrió el mismo destino, a pesar de sus críticas hacia la actuación policial.
Desde Afroféminas exigimos:
- Una disculpa pública institucional inmediata.
- Investigación independiente y judicialización de los responsables.
- Activación inmediata del III Plan de Acción de Lucha contra los Delitos de Odio en València.
- El cese de campañas de desinformación y criminalización por parte de algunos medios.
- Protección urgente para la familia agredida, en especial para el menor presente durante los hechos.
La dignidad de las personas negras no se negocia. No vamos a permitir que se normalice esta violencia.