Mientras el FMI impone recortes a las escuelas de administración pública y las estructuras neocoloniales agravan las desigualdades, países como los Estados Unidos se aprovechan de las naciones del Sur Global en las negociaciones.
Youssef Abdelké (Siria), Red Figures [Figuras rojas], 1994.
Queridas amigas y amigos,
Saludos desde las oficinas del Instituto Tricontinental de Investigación Social.
Hace una década, fui un observador invisible durante una negociación comercial entre Estados Unidos y un pequeño país del sudeste asiático. Lo que me llamó la atención no fue el contenido de la negociación, una cuestión de poca relevancia para los asuntos mundiales aunque crucial para ese país, sino el desequilibrio entre las delegaciones sentadas a la mesa.
La delegación de Estados Unidos que llegó a esa oficina anodina en Ginebra, Suiza, destacaba en dos aspectos: primero, contaba con un exceso de abogadxs y asistentes; y segundo, venían provistxs de una enorme cantidad de archivadores que contenían toda la documentación de su caso, con separadores etiquetados que les permitían acceder de inmediato a los puntos que necesitaban exponer durante la discusión. La delegación del país asiático, en cambio, era mínima: estaba conformada por un solo representante de su misión permanente ante las Naciones Unidas en Ginebra, que no era especialista en comercio ni abogado, y que solo traía consigo una carpeta manila con unas pocas hojas. La negociación reflejó esta desigualdad: lxs representantes comerciales de Estados Unidos le daban vueltas con facilidad al joven funcionario asiático. Luego fui a tomar un café con él. Estaba desconcertado. Sentía que le habían robado algo.
Ian Banja (Kenia), Hand to Mouth [Mano a la boca], 2021.