Más de 39 millones de colombianos están habilitados para votar. Si ninguno de los candidatos consigue más de la mitad de los votos válidos, la segunda vuelta se realizará en junio, cuando Petro podría imponerse con 47% de los votos, según la encuesta de Yanhaas.

Petro y la coalición Colombia Humana han protagonizado una campaña plagada de amenazas y atentados. A comienzos de mayo, denunció un plan de una banda de narcotraficantes para atentar contra su vida y debió suspender una gira por la región cafetera. Cuatro candidatos presidenciales han sido asesinados en Colombia desde 1980.

Desde el 13 de marzo de 2021 hasta al comienzo del año electoral se reportaron más de 179 hechos violentos, que han dejado 222 víctimas, sea de muerte, heridas, amenazas, según la Fundación Paz y Reconciliación.

En lo que va de 2022 ocurrieron 36 masacres de líderes sociales, campesinos e indígenas, con 133 víctimas. En el primer trimestre fueron asesinados 50 líderes sociales.

Mientras el tiempo de la larga campaña electoral se agota, la imagen es similar a la de un mes atrás. La prensa hegemónica insiste en que enviaría a ambos candidatos a segunda vuelta el 19 de junio, temerosa de que Petro gane en la primera.

Petro reafirma sus principales promesas al pueblo: la atención directa de la salud pública por parte del Estado, la pensión a 18 millones de personas y el cese de la exploración petrolera.

La llama de la indignación popular sólo ha crecido, pues ya estaba encendida desde hace décadas por problemas estructurales en sucesivos gobiernos que han favorecido únicamente a los grupos empresariales, en un país que es el principal productor de coca en el mundo, donde operan ocho bases militares de EU y grupos armados paramilitares (https://bit.ly/3sOdi73).

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