Según las fotos, el ataque iraní habría impactado contra una cúpula geodésica que alberga equipos para comunicaciones seguras, con un coste de 15 millones de dólares.
El teniente coronel Carlos Alford, comandante del 379.º escuadrón expedicionario de comunicaciones, frente a una cúpula geodésica que alberga equipos de comunicación en la base aérea de Al Udeid, Catar, 21 de enero de 2016. Master Sgt. Joshua Strang/U.S. Air Force / AP
Un misil balístico de Irán alcanzó la base aérea estadounidense de Al Udeid, en Catar, durante el ataque que realizó el 23 de junio la nación persa en respuesta a los bombardeos de su infraestructura nuclear por parte de Washington, según comunicóeste viernes el Pentágono, informa AP.
El jueves fue ejecutado en el centro de Kiev Ivan Voronych, coronel del SBU, el servicio secreto ucraniano, encargado de las accioes de sabotaje en el interior de Rusia. El Kremlin ha acusado al SBU de orquestar una serie de asesinatos de alto perfil de oficiales del ejército ruso desde el comienzo de la guerra en febrero de 2022.
Medios ucranianos publicaron lo que parecen ser imágenes de una cámara de seguridad que muestran a un hombre caminando por un aparcamiento con bolsas siendo atacado por otro hombre que corrió hacia la víctima.
Tienen razón los que sospechan que la norma del 5 por cien va a ser un próspero negocio para los traficantes estadounidenses de armas porque los europeos son incapaces de comprarse armas a sí mismos. Simplemente no creen en las armas que fabricano son mucho más caras que las estadounidenses. Por eso el programa europeo Future Combat Air System (FCAS) está estancado.
Hace unos días lo explicamos con el ejemplo británico, que va a comprar el caza F-35 estadounidense, en detrimento de los aparatos europeos o del Rafale francés. El primero está fabricado por la la empresa estadounidense Lockheed Martin mientras que el Rafale es un aparato de la francesa Dassault.
Muchos países europeos llevan décadas utilizando los cazas estadounidenses. Desde 1975 en Europa se ha formado un auténtico club de compradores del F-16 que ahora se pasan al F-35, el único avión de combate capaz de transportar las bombas nucleares estadounidenses B-61, esenciales para el “paraguas” de la OTAN.
La readmisión por despido improcedente, la reducción de la prestación por desempleo o el retraso en la edad de jubilación son algunos de los retrocesos evidentes en estos 50 años de «democracia».
En el corazón de la Región de Murcia, un lugar llamado Torre Pacheco se alza como un espejo de la prosperidad agrícola que tanto celebramos, y también de las grietas más profundas de nuestra conciencia. Es un rincón donde la tierra, fértil por el sudor de tantos, desvela una realidad negada una y otra vez, el racismo no es una sombra lejana, un problema de «otros», es una herida abierta en nuestro propio tejido social. Aquí, la convivencia se desgarra cuando la necesidad de manos que trabajen se mezcla con la irresponsabilidad política y el veneno de la extrema derecha.
Desde Afrofeminas, siempre hemos sabido que estas heridas existen, que el racismo se camufla en nuestras calles, en nuestros barrios. Lo de Torre Pacheco es un síntoma de una efermedad que empieza a hacer metátasis. Es una manifestación descarada de cómo la dignidad humana se negocia al precio de la mano de obra barata. Es una historia sabida en el campo Murciano y alicantino, en los invernaderos donde se trabaja de sol a sol: te necesitamos para explotarte, pero luego te señalamos, te culpamos, te deshumanizamos.
«Si de 47 millones de habitantes que tiene nuestro país, mas de siete millones, tenemos que tener en cuenta la segunda generación, ocho millones de personas, son personas que han venido de diferentes orígenes en un muy corto periodo de tiempo, pues es extraordinariamente difícil que puedan adaptarse a nuestros usos y costumbres, pues lo que estamos viendo son las consecuencias de lo que estamos viendo, que nuestra sociedad está cambiando, que nuestras calles no son de los españoles, muchas plazas no pertenecen a quienes siempre pertenecieron, que la tranquilidad de muchos pueblos y muchos barrios y de muchas plazas…por lo tanto todas esas millones de personas que han venido hace poco a nuestro país, que no se han adaptado a nuestras costumbres y en muchísimos casos han protagonizado escenas de inseguridad en nuestros barrios y en nuestros entornos, pues tendrán que volver a sus países…nosotros apostamos por eses proceso de remigración…tenemos el derecho a querer sobrevivir como pueblo». Estas son declaraciones de Rocío de Meer, diputada del partido ultra español VOX.