Fuente: Civio
Periodista
Buenos días.
La sanidad es una de nuestras grandes preocupaciones. Y no solo hablo de Civio, también de toda la población española. Así lo decía el último barómetro del CIS, de marzo de 2023, que sitúa al sistema sanitario como uno de los principales problemas, justo después de la crisis económica, el paro y los problemas políticos. Y es verdad: la sanidad pública arrastra muchas dificultades desde hace años. Es algo que, en mayor o menor medida, nos toca a todos de cerca en algún momento.
A veces, en función del lugar en el que vivas, el acceso a la salud es diferente. Es algo que hemos visto antes en Civio, por ejemplo, en relación con la atención primaria, la asistencia sanitaria en salud mental o en reproducción asistida.
No es justo, pero pasa: tu código postal influye mucho más de lo que pensamos en el tipo de prestaciones y servicios a los que tenemos derecho. Son barreras invisibles, que no se ven directamente, pero que implican una desigualdad evidente entre una y otra comunidad autónoma.
Hoy nos fijamos en una de esas brechas para hablar del acceso a los test prenatales no invasivos. Suena a ciencia ficción, aunque no lo es: con un poquito de sangre de una mujer embarazada es posible conocer cómo es el ADN del bebé que espera. Y, como te imaginas, esto tiene mil aplicaciones en medicina, sobre todo para descartar o confirmar el riesgo de que el feto tenga alguna anomalía de origen genético. Hemos querido saber cómo es el acceso a estas pruebas en toda España y, para ello, llevamos peleando con las diferentes comunidades autónomas desde enero para conseguir la información que hoy publicamos.
Nuestra sanidad pública es maravillosa y el acceso a estas pruebas está garantizado en muchas regiones españolas, pero no en todas. En el reportaje que hoy sacamos en Civio, te contamos cuáles son las comunidades que no financian, de momento, el acceso a estas pruebas de ADN. Y las implicaciones que ello tiene pues quienes necesitan realizar estos test por lo privado pagan un precio muy alto de su bolsillo. Todo en función de su código postal, claro: una desigualdad evidente dependiendo del lugar de residencia.
Además, en el reportaje también explicamos qué ocurre en las regiones que sí costean en lo público estos test. Por ejemplo, qué problemas de salud se intenta detectar, en qué casos se financia el acceso, cuáles son los laboratorios que realizan estas pruebas o qué implicaciones tiene la introducción de estos análisis genéticos. Hay una muy evidente: desde hace años, ha caído muchísimo el número de amniocentesis, una prueba de la que seguro has oído hablar si has tenido algún embarazo cerca.
SANIDAD
Cuatro comunidades no cubren la alternativa a la amniocentesis pese a la recomendación oficial a favor de su uso
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Gracias por actuar.
Ángela, de Civio.
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POR SI TE LO PERDISTE
El medicamento más caro que cubre la sanidad pública cuesta exactamente 1.340.000 euros por dosis