Según un nuevo estudio, de una tonelada de suelo lunar pueden obtenerse unos 50 litros de agua, lo que podría proporcionar el líquido necesario para los futuros astronautas.
Investigadores de la Academia China de las Ciencias han inventado un método innovador para producir agua directamente en la Luna, un descubrimiento que supone un paso más hacia él establecimiento de una base de investigación en el satélite, informa un nuevo estudio publicado en la revista The Innovation.
Hace tiempo que la búsqueda de agua es una de las principales prioridades de las misiones de exploración lunar, pero los esfuerzos anteriores se centraron en encontrar fuentes naturales de este líquido.
A principios de julio, científicos chinos demostraron la existencia de agua en la Luna al descubrir un «mineral lunar desconocido» (ULM-1), cuya masa está compuesta por alrededor de un 41% de agua. Entonces conjeturaron que, pese a que la cantidad de este nuevo mineral en la superficie lunar es mínima, podría ser suficiente para abastecer de agua a los futuros astronautas. Sin embargo, ahora han encontrado una forma de extraer más agua del suelo lunar.
Un gran paso adelante
Para ello, estudiaron rocas lunares enviadas a la Tierra por la sonda china Chang’e-5 en 2020 y descubrieron que algunos minerales del suelo lunar —especialmente ilmenita, un mineral óxido— almacenan grandes cantidades de hidrógeno. Cuando el hidrógeno se calienta, reacciona químicamente con los óxidos de hierro de los minerales, produciendo grandes cantidades de agua, así como hierro y vidrio cerámico.
Tras realizar algunos experimentos, el equipo descubrió que un gramo de suelo lunar contiene entre 51 y 76 miligramos de agua, lo que significa que una tonelada de suelo lunar puede producir unos 50 litros. Además, el hierro producido por este proceso puede utilizarse como materia prima para la producción de equipos electrónicos en la Luna, y el suelo lunar fundido puede utilizarse como material de construcción para una base.
En los próximos años se enviarán varios vehículos para buscar agua en la Luna, entre ellos el orbitador ruso Luna-26 y el chino Chang’e-7, cuyo lanzamiento está previsto para 2026, que aterrizará en el polo sur de la Luna.