Fuente: https://elsudamericano.wordpress.com/2022/09/14/el-estado-de-chile-reconoce-a-mas-de-40-000-victimas-de-la-dictadura-de-pinochet-pero-no Lali Martínez SEPTIEMBRE 14, 2022
11 de septiembre 2022.
A 49 años del golpe militar en Chile, las comisiones de reparación entregaron el aterrador número de víctimas de la dictadura de Pinochet, la cual supera las 40.000 personas, pero de esos más de 40.000 sólo se reconocen como fallecidos o desaparecidos sólo a 3.065 personas entre septiembre de 1973 y marzo de 1990.
Tras la conformación de cuatro comisiones de reparación conformadas desde el “retorno a la democracia”, el Estado Chileno aún no es capaz de reconocer a todas las víctimas.
Es más, el último informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, más conocida como “Comisión Valech” (nombrada así en honor al obispo Sergio Valech), fue entregado en agosto del año 2021 en La Moneda -casa de gobierno de Chile- al entonces presidente, Sebastián Piñera. Dejó fuera del informe a más de 22.000 de 32.000 denuncias presentadas, aceptando sólo una cantidad de 9.800 víctimas y 30 casos de personas desaparecidas o ejecutadas, por crímenes de lesa humanidad, tras 18 meses de investigación.
“No es que no sean víctimas, sino que no están dentro del mandato de la comisión”. De esta manera se justificó María Luisa Sepúlveda, portavoz de la comisión, quien hizo referencia a que si bien las personas se sienten víctimas, y que lo fueron, debían ser verificadas y entrecruzar la información con el acopio de material que tenía la comisión hasta ese momento.
También hizo alusión a que en algunos de los casos presentados, como los conscriptos que sufrieron vejaciones, violencias y tortura en pleno ejercicio del servicio militar, así como los detenidos en protestas y quienes vivieron el exilio, y que aunque hayan sufrido apremios y “malos tratos”, al no haber pasado por los tribunales, no están dentro del ámbito de estudio, es decir que, cómo no cuentan con un expediente judicial, quedan excluidos.
Aberrante rechazo
Mireya García, vicepresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) se refirió en ese entonces al informe presentado, donde rechazaron casi el 70% del total de los casos presentados y la comisión sólo certificó 9.800.
La forma para ser reconocidas como víctimas de estos atropellos era presentando la denuncia de violación a sus derechos humanos, probarlos y que la persona que vulneró este derecho hubiese participado como agente del Estado o personas al servicio del Estado y probar, además, que actuaron por causas políticas.
En caso de fallecidos, desaparecidos o imposibilitados, fueron sus familiares quienes debieron presentar los documentos, debiendo ellos comprobar que fueron vulnerados sus derechos en tiempos de represión por parte del estado, brindando los informes de los recintos en los cuales estuvieron, recortes de prensa o archivo nacional.
Muchos de los casos quedaron fuera por no cumplir los requisitos. Un claro ejemplo de esto es las niñas y niños víctimas de la dictadura no figuran como mártires de esta dictadura feroz, catalogada como la más cruenta de América latina.
Aun así, tras casi 50 años del golpe militar en Chile, y cuatro comisiones conformadas para esclarecer y reparar el daño contra las personas que sufrieron violaciones a los derechos humanos, estos crímenes aún no han sido aclarados.
Esto pone de manifiesto lo aberrante y poco claro de las comisiones, marcando la negligencia que aleja e impide encontrar la verdad y la justicia. Dentro de estas cifras aterradoras, no debemos olvidar que 2.200 niños, niñas y jóvenes que fueron torturados frente a sus madres, padres y abuelos mientras estaban cautivos, sólo 1080 son reconocidos en el Informe Valech. Dentro de esta espeluznante cifra, 32 corresponden a ejecutados, un desaparecido y un nieto recuperado.
A 49 años del Golpe militar, todavía no hay justicia. Existe una cárcel cinco estrellas para los militares de alto rango involucrados en estos crímenes.
El Estado burgués nunca va a reconocer su implicación en estos hechos, simplemente trata de acallar las voces de quienes exigimos justicia, porque si verdaderamente buscara reparar como Estado al pueblo, sacaría a los presos implicados en estos crímenes de la cárcel cinco estrellas en que están (Punta Peuco), exigiría que dijeran dónde están y se reconociera como genocida, sería absolutamente distinto, por esto y mucho más…
No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.