Fuente: La Jornada/Ángel Guerra Cabrera 16.08.2020
Los mapuches han perdido mucho territorio, lagos y ríos, a manos de la voracidad y la represión, primero colonial y después capitalista. La Constitución pinochetista vigente no los reconoce como nación. La conquista de La Araucanía, entre 1862 y 1883, significó su incorporación a Chile, lo que la hizo una nación oprimida y discriminada dentro del Estado andino hasta nuestros días. Derrumbada su popularidad y aislado políticamente, el presidente Sebastián Piñera ha decidido arremeter de nuevo contra los mapuches para rescatar el apoyo de la extrema derecha pinochetista.
Pedro Casaldáliga, pasión por la justicia
Francisco Javier López Martín, sindicalista: Aquella pasión por la justicia hizo que (Casaldáliga) se acercara a la teología de la liberación, al diálogo con cuantos combatían por esas mismas cosas desde la izquierda, el marxismo. Defendido por Pablo VI, quien toca a Pedro, toca a Pablo, reprobado y amonestado por Juan Pablo II, obviado por Benedicto XVI, reconocido por Francisco, quien en los últimos tiempos ha publicado cartas y encíclicas como Querida Amazonía, o su Laudato Si, sobre el cuidado de la casa común, que hablan de ecología integral, la defensa de la vida de los pueblos indígenas y sus relaciones con la Pachamama, la transformación del mundo. Escritos que parecen respuestas tardías, pero sinceras, a la carta que dirigió Pedro Casaldáliga a Juan Pablo II hace casi 35 años.
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