Carta a James Baldwin, por Abdellah Taïa

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James Baldwin y Abdellah Taïa

Autor Invitado: Abdellah Taïa*

Querido James Baldwin:

No estás muerto. No. Sigues con nosotros en este mundo que se sigue hundiendo cada vez más en la negación y las mentiras. Tu voz, tus palabras y tu mirada son más que nunca necesarias para nosotros, absolutamente indispensables para atrevernos a continuar la revuelta, la revolución, para salir de la mirada blanca colonial y postcolonial.

Eres como un hermano para nosotros. Mi hermano mayor James para mí. Es lo que he sentido por ti durante mucho tiempo. Y, aunque no soy negro, siento que tu carta «La próxima vez, el fuego» la escribiste para alguien como yo, un árabe gay en la Francia del siglo XXI. Leo tus palabras, las grabo en mí, entro contigo en tu radicalidad, tanto en el pasado como en el presente, y quiero, yo también, difundir tu mensaje a mi alrededor, con mis sobrinos, sobrinas, amigos, aquellas personas que no conozco, las que encuentro en las calles de París y que reconozco inmediatamente como hermanos, como hermanas.

A veces dan ganas de abandonar la lucha, de rendirse, el capitalismo es mucho más fuerte que nosotros, mucho más fuerte que el individuo desorientado día tras día, el individuo que vive sólo para consumir en exceso.

Y entonces, como un pequeño milagro, me acuerdo de tus libros, de tus acciones. De tus gritos. De cómo utilizaste la literatura para exponer el racismo contra las personas Negras, cómo utilizaste la literatura para contar los sufrimientos y las esperanzas. La literatura para expresar el desencanto y el asco… La literatura para decirle a la gente Blanca la verdad sobre lo que han hecho, ya que insisten en negar lo obvio. Para decirle a los Blancos lo que fingen ignorar sobre sí mismos. Sí, eso es. A pesar de la crueldad y la indiferencia, tomar posición en esa generosidad: revelar a los Blancos los desastres que han infligido a este mundo, a esta Tierra.

«Las minorías ya no tienen miedo en estos tiempos. Están cargadas de desafío y valor. Salen a manifestarse por casi todas partes. Están imponiendo sus luchas al mundo». 

Tenía 20 años cuando te conocí. En una librería de Rabat, encontré tu novela «La habitación de Giovanni». Estaba muy desgastado. No costaba prácticamente nada: apenas 5 dirhams. Y, desde entonces, nunca he dejado tus fronteras. Tu mirada. Tus manos. Tu amor. Tu camino. «La historia no es el pasado, es el presente. Llevamos nuestra historia con nosotros. Somos nuestra historia. Si pretendemos lo contrario, estamos siendo criminales literalmente «, escribes en tu libro «I am not your negro».

A pesar de la violencia por parte del poder y su policía, el miedo ha cambiado de bando. Está cambiando de bando. Las minorías no tienen miedo en estos tiempos. Están cargadas de desafío y valor. Salen a manifestarse por casi todas partes. Están imponiendo sus luchas al mundo. Ya no nos atreveremos a quitarle importancia a los temas que ellas desean impulsar. El colonialismo. El racismo sistémico contra los negros y los «indígenas». La injusticia social y económica. La interseccionalidad de las luchas de las minorías, de todas las minorías.

«Las luchas que iniciaste son más actuales que nunca».

Hace unos meses. En un café de Belleville frecuentado sobre todo por viejos Magrebíes desgastados por su periplo de  combatientes emigrantes, explotados por la Francia de ayer, rechazados por la Francia de hoy. Tu nombre fue pronunciado de repente por el jefe, un hombre de origen argelino. Le dijo a uno de sus clientes: «Mi padre me dijo que el escritor James Baldwin solía venir a este café, muy regularmente, en los años 50. Vivía aquí, con nosotros».

Escribiste: «En París, los miserables son argelinos. Eran (…) tratados como animales y subsistían lo mejor que podían en el sucio y hostil pavimento de París. Los franceses los calificaban de perezosos (…). Pero no eran vagos: apenas sí conseguían encontrar trabajo y sus habitaciones estaban heladas. (Los estudiantes franceses también pasan los días en las cafeterías, por las mismas razones, pero nadie los ve como vagos)».

Las luchas que iniciaste son más actuales que nunca. Y por fin vemos un rayo de esperanza.

Todo mi amor por ti, James Baldwin…

Salam a ti y a tu corazón…

Abdellah Taïa.

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*Abdellah Taïa es un aclamado escritor y cineasta marroquí instalado en Francia. Taïa ha sido uno de las primeras figuras públicas de Marruecos en revelar su condición gay abiertamente en un medio de comunicación. Entre sus libros traducidos al castellano se encuentran «El que es digno de ser amado» y «Mi Marruecos» .

*Traducción: Ángela Rodríguez Perea.

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