Lo que acaba de suceder en Bangladesh es inquietantemente similar al “EuroMaidan” de 2014 en Ucrania, donde agravios legítimos dieron lugar a un movimiento de protesta a nivel nacional que luego fue cooptado por oportunistas políticos, radicales y fuerzas externas para llevar a cabo un cambio de régimen como quería Occidente.

La primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina , acaba de dimitir y huyó del país el lunes cuando los alborotadores irrumpieron en su palacio , lo que llevó al jefe militar Waker-uz-Zaman a declarar un gobierno de transición y una investigación sobre las muertes que tuvieron lugar durante los disturbios de este verano. También dijo que no se impondrá la ley marcial si el país vuelve a la paz, aunque eso aún está por verse. A continuación se ofrecen algunos resúmenes informativos sobre esta rápida secuencia de acontecimientos:

• 16 de abril de 2023: “ ¿Por qué Estados Unidos planea llevar a cabo un cambio de régimen en Bangladesh? «
• 26 de noviembre de 2023: “ Rusia advirtió que Estados Unidos podría orquestar una revolución de color en Bangladesh ”
• 10 de enero de 2024: “ El resultado de las elecciones en Bangladesh y Bután da a la India un respiro estratégico ”
• 28 de enero de 2024: “ La nueva narrativa de la oposición bangladesí pretende atraer al máximo a Occidente ”
• 27 de mayo de 2024: “ Bangladesh advirtió sobre un complot occidental para crear un Estado sustituto cristiano en la región
• 25 de julio de 2024: “ Los disturbios en Bangladesh no son una revolución de colores, pero aún así podrían convertirse fácilmente en una ”
• 5 de agosto de 2024: “ Bangladesh ha caído en medio de una revolución de color en toda regla ”

Este último artículo daba por sentado que los militares recurrirían a todos los medios necesarios para mantener la ley y el orden, pero finalmente no fue así después de que se negaron a utilizar fuerza letal para impedir que un gran número de alborotadores asaltaran el palacio presidencial. . No está claro si las consideraciones humanitarias/morales o los temores a las sanciones occidentales fueron los responsables, pero en cualquier caso, ese error fue responsable de predecir incorrectamente que el cambio de régimen no tendría éxito.

Lo que acaba de suceder en Bangladesh es inquietantemente similar al “EuroMaidan” de 2014 en Ucrania, donde agravios legítimos dieron lugar a un movimiento de protesta a nivel nacional que luego fue cooptado por oportunistas políticos, radicales y fuerzas externas para llevar a cabo un cambio de régimen como quería Occidente. Sin embargo, a diferencia de Ucrania, el ejército está liderando la transición política y, por lo tanto, podría ayudar a estabilizar el país en lugar de permitir que se convierta en un agujero negro de caos regional (ya sea de inmediato o más adelante).

Aun así, es relevante mencionar otra comparación, y es que el bando victorioso en Bangladesh culpa a la India por apuntalar a lo que describen como su “dictador” ahora derrocado, al igual que el bando victorioso en Ucrania dijo lo mismo sobre el apoyo previo de Rusia a Viktor. Yanukóvich . No importa cuál pueda ser la política exterior prevista por los militares durante el ínterin, es probable que capitulen ante la presión pública para distanciarse al menos un poco de la India en aras de restaurar la estabilidad en las calles.

En consecuencia, la investigación prometida también podría implicar convenientemente a Hasina y a sus allegados por las muertes de este verano, con el fin de encubrir el papel del bando victorioso en todo esto, del mismo modo que la investigación de Ucrania posterior a “Maidan” culpó a Yanukovich y a los de su calaña (aunque más verdad salió a la luz más tarde ). Dependiendo de cómo se desarrolle todo y de su ritmo, Bangladesh podría volver a su papel anterior de espina clavada en el costado de la India, lo que podría tomar la forma de acoger a grupos que Delhi designó como terroristas.

El noreste de la India se vio afectado por una breve pero muy intensa ronda de disturbios el verano pasado en Manipur, sobre la cual los lectores pueden aprender más aquí y aquí , y esto recordó a los responsables políticos cuán vulnerable es esa parte diversa de su país a la inestabilidad causada por una afluencia de diferentes grupos demográficos. Los kukis cristianos de Myanmar se enfrentaron con los meiteis hindúes indígenas en Manipur, mientras que los bangladesíes musulmanes se han enfrentado anteriormente con grupos indígenas en los estados fronterizos del noreste de la India.

La segunda línea de falla mencionada es excepcionalmente peligrosa debido a que Bangladesh es un estado independiente, a diferencia de la llamada “Kukilandia” que los grupos separatistas quieren extraer de la región con el apoyo de Occidente. En consecuencia, cualquier percepción de violación de los derechos de su pueblo –incluidos los de los inmigrantes ilegales– podría empeorar las tensiones bilaterales, con lo que se correría el riesgo de temer una guerra regional. Para ser claros, este es sólo el peor de los casos, y la gente no debería alarmarse al respecto en este momento.

Sin embargo, cualquier movimiento en esa dirección podría conducir a una importante crisis de seguridad para la India que podría ser explotada por Estados Unidos y China de diferentes maneras: la primera mediante el apoyo a las fuerzas armadas y a grupos no estatales potencialmente afiliados activos en la India y la segunda a través de una base prospectiva. Después de todo, si Bangladesh llega a temer a la India o al menos fabrica artificialmente esa percepción, entonces es natural que intente “equilibrar” a la India ampliando de manera integral sus vínculos militares con China.

La mejor manera de avanzar sería que la situación interna se estabilice y que Bangladesh mantenga las políticas favorables a la India de su gobierno anterior , aunque es poco probable que eso se materialice por las razones que se explicaron. La segunda mejor posibilidad es que los vínculos con la India se enfríen, pero que no surja desconfianza mutua a nivel de estado a estado. Y, por último, el peor de los casos es que las relaciones se deterioren, después de lo cual Estados Unidos y China lo aprovechen a su manera para ejercer presión sobre la India (ya sea de forma coordinada o no).

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Este artículo se publicó originalmente en el Substack del autor,  el boletín de Andrew Korybko .

Andrew Korybko es un analista político estadounidense radicado en Moscú que se especializa en la relación entre la estrategia de Estados Unidos en Afro-Eurasia, la visión global china de One Belt One Road sobre la conectividad de la Nueva Ruta de la Seda y la guerra híbrida. Es colaborador habitual de Global Research.

La imagen destacada es del autor.