Fuente: https://www.grupotortuga.com/Agustín Velloso/Kathy Kelly Sábado.30 de marzo de 2019
Traducción y apostillas: Agustín Velloso
A las nueve y media de la mañana del 26 de marzo la entrada a un hospital rural en el noroeste de Yemen, en el que colaboraba Save The Children (www.savethechildren.es/), se iba llenando de pacientes que esperaban ser atendidos por los empleados que llegaban para trabajar. De repente varios misiles de un ataque aéreo impactaron en el hospital y ocasionaron la muerte a siete personas, cuatro de éstas niños.
Jason Lee -de Save the Children- declaró a The New York Times que la coalición liderada por Arabia Saudí (1) en la guerra de Yemen desde hace cinco años, conocía las coordenadas del hospital y era capaz de haber evitado el lanzamiento. Lee calificó el ataque como “una grave violación de la ley humanitaria.”El día anterior Save the Children informó de que los ataques aéreos realizados por esa coalición mataron al menos a 226 niños yemeníes e hirieron a 217 más solamente en los últimos doce meses. “210 de esos niños”, según el informe, “estaban dentro o cerca de una casa cuando sus vidas fueron destrozadas por las bombas que gobiernos extranjeros habían vendido a la coalición.”
Un análisis de Save The Children publicado el año pasado estimó que 85.000 niños menores de cinco años probablemente han muerto de hambre o enfermedades desde la escalada de la guerra en Yemen por parte de Arabia Saudí en 2015. (2)
“Los niños que mueren de esta forma sufren inmensamente mientras las funciones de sus órganos se van ralentizando hasta que finalmente se detienen”, afirmó el director de Save The Children en Yemen Tamer Kirolos. “Sus sistemas inmunes son tan débiles que están más expuestos a infecciones, algunos no tienen fuerzas ni para llorar. Sus padres tienen que ser testigos de la agonía de sus hijos al no poder hacer nada por ellos.”
Kirolos y otros que han informado continuamente sobre la guerra en Yemen creen que estas muertes se pueden evitar completamente. Piden una suspensión inmediata de la venta de armas a todas las partes beligerantes y el fin de los bloqueos que impiden la distribución de alimentos, carburantes y ayuda humanitaria, así como la aplicación de una presión diplomática total para poner fin a la guerra.
El propio Estados Unidos, el principal apoyo de la coalición, es responsable de la muerte de personal médico y pacientes inocentes al bombardear un hospital. El tres de octubre de 2015 un ataque aéreo suyo destruyó el hospital de Médicos Sin Fronteras en Kunduz, Afganistán, que causó 42 víctimas mortales. La organización médica informó de “pacientes quemados en sus camas y parte del personal médico decapitado y sus miembros amputados, mientras otros fueron disparados desde el aire cuando huían del hospital en llamas.”
Más recientemente, el 23 de marzo de 2019, ocho niños estaban entre los catorce civiles afganos asesinados por un ataque aéreo también cerca de Kunduz.
Las atrocidades de Guerra se acumulan de forma espantosa. Nosotros, en Estados Unidos, aún tenemos que darnos cuenta tanto de futilidad como de las inmensas consecuencias de la guerra porque desarrollamos, almacenamos y usamos armamento espantoso.
Nos estamos robando a nosotros y a otros de los recursos que se necesitan para cubrir las necesidades humanas, lo que incluye ocuparse de la terrible realidad del cambio climático.
Deberíamos repetir las palabras y los actos de la fundadora –hace cien años- de Save The Children, Eglantyne Jebb. Para responder al bloqueo de posguerra británico sobre Alemania y Europa del Este, Jebb participó en un grupo que llevaba comida y medicamente para los niños hambrientos.
En la londinense plaza de Trafalgar Jebb distribuía octavillas que mostraban niños esqueléticos y rezaban: “nuestro bloqueo ha causado esto, millones de niños mueren de hambre”. Fue arrestada, juzgada, condenada y multada. Sin embargo, el juez del caso quedó tan afectado que pagó la multa. Su generosidad fue la primera donación para Save The Children.
“Cada guerra”, dijo Jebb, “es una guerra contra los niños”.
Fuente del texto:
https://dissidentvoice.org/2019/03/…
Fuente de la fotografía del niño yemení:
https://www.laopinioncoruna.es/mund…
(1) La familia real Saudí es una de las más simpáticas entre las monarquías del mundo, que de por sí ya son encantadoras. Además cuenta con una ventaja sobre el resto: no sólo reina sino que gobierna y encima, de forma absoluta; además está de petróleo hasta las cejas; asimismo es cliente, aliada y socia de Estados Unidos, en fin, no le falta de nada.
Esto no quiere decir que no sean personas tan corrientes como cualquier otra a la que le gusta ver a sus amigos y tomar algo. La revista Hola da cuenta de ello en 2015, cuando Arabia Saudí incrementaba sus ataques en Yemen:
“Salman bin Abdelaziz ha comenzado su periplo estival en Niza, en la Costa Azul francesa. Llegó el pasado fin de semana en medio de un gran revuelo. Con el Rey viajan cerca de 500 personas, de hecho la Embajada de Arabia ha reservado en la Riviera Francesa 400 habitaciones en hoteles de lujo de La Croisette, en Cannes. Otras cuarenta se habrían preparado en los palacios de Cap d’Antibes y el resto se alojarían en la villa de Golfe-Juan. El movimiento en torno a estos ilustres huéspedes es frenético, tal y como informan los diarios de la zona. Se encargan todos los días de 10.000 a 15.000 flores y cientos de conductores de limusinas son contratados para sus desplazamientos, tal y como señala el diario Nice Matin.”
https://www.hola.com/realeza/201507…
¿Qué tipo de gente querría relacionarse con asesinos mil-millonarios? Pues…
“Felipe VI ha sido recibido hoy con los máximos honores por el rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdelaziz, quien le condecoró además con la máxima distinción que el país árabe concede a mandatarios extranjeros”.
¿Alguien más?
“El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, y el de Fomento, Íñigo de la Serna, además de tres secretarios de Estado: la de Comercio, María Luisa Poncela; Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, y Defensa, Agustín Conde.”
La cosa viene de lejos: “Este reconocimiento supone un nuevo gesto de aprecio de la Casa de Al Saud hacia la familia real española, granjeada en buena medida por la amistad que el Rey Juan Carlos de Borbón siempre mantuvo con los jerarcas saudíes.»
¿Fueron a llevarles propaganda de Save the Children y convencerles de que al menos dejen vivo algún niño yemení?
“La presencia de don Felipe en Arabia Saudí tiene como fin ayudar a las empresas españolas a conseguir nuevos proyectos. El jefe del Estado participará en un foro económico con una treintena de empresarios españoles para visualizar el interés en que se logren nuevas adjudicaciones, entre ellos el presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, que se ha desplazado al país árabe para tratar de dar el impulso definitivo al contrato de venta de cinco corbetas al Ejército saudí por valor de unos 2.000 millones de euros. Esta operación, pendiente solo de la ratificación del Gobierno saudí, es clave para la viabilidad a medio plazo de los astilleros de Cádiz y Ferrol (A Coruña).”
https://www.elmundo.es/espana/2017/…
(2) Según Greenpeace, España exportó armas a Arabia Saudí entre 2014 y 2016 por valor de 955 millones de euros.
https://es.greenpeace.org/es/trabaj…
Esto es solamente un ejemplo, abundan otros en Internet de otras organizaciones al alcance de cualquiera, aunque los invitados de Su Alteza no han tenido tiempo de verlos y si lo han hecho se han decantado por las flores y los millones, no se puede tener todo en la vida.
La diferencia entre lo que Kelly escribe de Estados Unidos y lo que se puede escribir de España está en el volumen de ventas: al imperio le corresponde la mayor parte y al palafrenero lo que le sobre al primero.
Queda un mes para las elecciones, hay tiempo para pensar si tu voto va para Navantia y similares o para Yemen. De tus impuestos no te preocupes, ya han decidido por ti y ya sabes para quién van.