Brasil: ¿y qué hará Lula da Silva?

Eric Nepomuceno

 

Este domingo las atenciones de todos partidos políticos, sin excepción, están centradas en Sao Paulo. Y también de todos los analistas, los medios de comunicación y, claro, de los dueños del dinero.

A menos que ocurra una sorpresa radical y muy improbable, el actual alcalde, Ricardo Nunes, quien se declara discípulo del desequilibrado y radical ultraderechista ex presidente Jair Bolsonaro, logrará mantenerse en el puesto que ocupa. Se da por seguro que irá a derrotar a Guilherme Boulos, del PSOL (Partido Solidaridad), respaldado por Lula da Silva.

Los sondeos y las encuestas de la víspera indicaban diferencias que oscilaban entre seis y nueve puntos.

Del resultado se sabrá el tamaño y el peso de la derecha recién revelada y asumida, que se extiende por todo el país.

Sea como sea, esas elecciones municipales dejaron claro que el Partido de los Trabajadores, el PT de Lula, encogió y mucho. Y que el mismo Lula perdió parte sustancial de su peso como padrino electoral.

Quizá por conciencia de ese fenómeno, él poco se expuso.

Con relación al PT, dice y reitera, en conversaciones particulares, que es más que urgente una renovación, y principalmente una nueva manera de comunicarse con el electorado.

Lula se queja, y con toneladas de razón, que el partido hasta ahora no aprendió a manejarse por los nuevos medios de comunicación vía Internet. Todas sus quejas, sin embargo, tropiezan con fuerte resistencia en el PT.

Es como si no hubiese espacio, y mucho menos interés, en buscar caminos para esa renovación.

Quizá el más palpable –y reciente– modelo de esa discrepancia ocurrió hace pocos días, con relación a Venezuela.

Lula se mostró bastante crítico y escéptico frente a Nicolás Maduro, llegando inclusive a sumarse a los que denuncian manipulación en las recientes elecciones presidenciales y a mencionar la palabra dictadura.

Ya la presidenta del PT, Gleise Hoffman manifestó, a nombre del partido, el pleno y llano reconocimiento del resultado de la votación anunciado por Maduro y descalificado por casi todo el mundo,

Otro blanco de críticas de Lula fue Daniel Ortega, quien con su esposa, Rosario Murilo, domina Nicaragua. Los dos cuentan con el respaldo del PT.

En el escenario interno, otro cambio contundente.

De manera clara, Lula da Silva optó por mantenerse un tanto alejado de las elecciones municipales.

Es como si se hubiera presentido el riguroso avance de la derecha y la concomitante disminución del peso del PT.

Es como si dijera yo soy Lula, el PT es el PT.

¿Hasta qué punto el partido fundado por él padecerá las consecuencias de esa aparente decisión? Nadie sabría decirlo por ahora.

Antes, claro, es necesario confirmar si eso ocurrirá. Y queda abierta la duda: cuando deje la presidencia, el primer día de 2027 ¿que hará Lula?

https://www.jornada.com.mx/2024/10/27/opinion/012a1pol

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