El Ministerio Público informó de la detención de más de 1.000 personas implicadas directamente en los actos violentos promovidos por la extrema derecha. Foto: Vicepresidencia de Venezuela
Cancillería boliviana condena los planes de sustituir la voluntad del pueblo venezolano expresada democráticamente.
Los Gobiernos de Bolivia e Irán rechazaron durante las últimas horas el intento de golpe de Estado fascista promovido por la extrema derecha en Venezuela, con actos violentos para generar desestabilización y una guerra civil tras no reconocer los resultados de las elecciones presidenciales del 28J, en las que resultó reelecto el presidente Nicolás Maduro Moros, así como la injerencia de los EE.UU. en el proceso electoral de la nación suramericana.
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A través de un comunicado emitido la víspera, la Cancillería boliviana condenó «los planes de sustituir la voluntad del pueblo venezolano expresada democráticamente» por una narrativa de supuesto fraude electoral urdida por esa extrema derecha y poderes trasnacionales ante la certeza de que los candidatos del imperialismo no ganarían en las urnas y sí lo haría Maduro Moros, que representa la independencia y la soberanía.
Como Estado que promueve la cultura del diálogo y la paz, Bolivia rechazó «los actos de violencia que están siendo promovidos para alterar el orden constitucional en la República Bolivariana de Venezuela», prosigue el texto.
Asimismo, Bolivia recordó que la autodeterminación de los pueblos es un principio importante del derecho internacional y ha de ser respetado. En paralelo, la Cancillería aseveró que la no injerencia también forma parte de los derechos internacionales y su respeto resulta vital «para la convivencia entre los Estados».
Teherán rechaza injerencismo de EE.UU. en asuntos internos de Venezuela
El Gobierno de Irán rechazó este viernes la injerencia de los EE.UU. y otros países en los asuntos internos de Venezuela y en la incitación a la violencia tras las elecciones presidenciales de 28 de julio pasado, en las que resultó reelecto el presidente Nicolás Maduro Moros.
A través de X, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Naser Kanani, manifestó la solidaridad de la República Islámica de Irán y su firme apoyo al Gobierno y el pueblo venezolanos.
El funcionario manifestó que «la República Bolivariana de Venezuela tiene la capacidad y voluntad necesarias para proteger y garantizar los derechos fundamentales del pueblo de ese país en el marco de la Constitución».
Exigió que se respete el voto y la elección del pueblo venezolano en el marco del derecho de las naciones a la autodeterminación. Además, demandó que se respete «el derecho y la soberanía de los gobiernos en el marco de los tratados y acuerdos internacionales, especialmente la Carta de las Naciones Unidas».
«Al expresar nuestra solidaridad y firme apoyo a la nación y al Gobierno de Venezuela, declaramos nuestra oposición a cualquier presión e injerencia extranjera en los asuntos internos del país», declaró Kanani.
Durante la campaña electoral, el presidente Maduro Moros advirtió reiteradamente que la extrema derecha no reconocería los resultados electorales.
La jornada electoral transcurrió en paz, pero luego de la proclamación del líder bolivariano como presidente constitucional para el periodo 2025-2031 esa corriente política, conocida por su agenda desestabilizadora al servicio de los EE.UU., promovió focos de violencia a través de los llamados «comanditos» con saldo de cuantiosos daños, más de 80 funcionarios policiales heridos y un militar asesinado.
El Ministerio Público venezolano informó de la detención de unas 1.200 personas implicadas directamente en estas guarimbas, a las que se les han presentado, entre otros, cargos de terrorismo e incitación al odio.
Además, dejó claro que los llamados «comanditos» no son organizaciones de apoyo electoral, como ha difundido la extrema derecha, sino grupos criminales integrados por delincuentes.
Esta maniobra de desestabilización contra la soberanía venezolana y la voluntad de su pueblo recibió el apoyo de varios Gobiernos latinoamericanos, como Argentina, Uruguay, Perú, Costa Rica y El Salvador.