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Querido lector o lectora de MUNDO NEGRO:
La semana pasada, concretamente el 20 de junio, conmemoramos el Día Mundial de los Refugiados, una ocasión que no podíamos dejar pasar para poner el foco en las más de 100 millones de personas que se encuentran, a la fuerza, fuera de sus hogares y de su tierra. «Los refugiados son una responsabilidad colectiva e internacional», reafirmaba la representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en España, Sophie Muller, durante el acto celebrado por la organización en Madrid, al que acudió nuestra compañera Carla Fibla García-Sala.
Una instantánea tomada en Sudáfrica por el fotógrafo Phill Magakoe pone rostro a dos de estas personas refugiadas y el texto con el que la acompañamos describe la dramática situación en la que se encuentran muchas de ellas: «Lindela es un infierno viviente. Estuvimos allí durante casi cuatro años sin jabón ni papel higiénico. Tuvimos que cortar algunos de nuestros colchones en pedazos pequeños para usarlos como compresas».
Sobre la necesidad de desplazarse de un país a otro y las dificultades que a veces esto conlleva –para algunas personas más que para otras– reflexiona nuestro colaborador David Soler en el artículo titulado «No me imagino». A través de su experiencia personal se cuestiona, y nos cuestiona, por qué la posibilidad de conseguir un visado y viajar depende del lugar donde naces.
La hermana Janeth Aguirre, franciscana misionera de María Auxiliadora, lleva más de 20 años trabajando en Malí. En una diálogo con Alfonso Masoliver habla sobre sus vivencias como misionera católica en un país de mayoría musulmana. «Es un islam tolerante que fraterniza con todo y con todos, que acoge y valora al que llega como “honorable” y le ofrece el mejor lugar de la casa».
Volvemos con Carla Fibla García-Sala, que nos ofrece una entrevista con Bassidiki Coulibaly, doctor en Filosofía Política burkinés y autor del libro El delito de ser «negro» en el que, utilizando la vía del humor, expone con dureza la injusta situación a la que ha sido sometida una gran parte de la humanidad por su color de piel.
Para terminar, te invitamos a leer «Tristeza», el último de los relatos costumbristas de Chema Caballero en los que, a través de pequeñas historias de vida cotidiana africana, ilustra fenómenos globales que afectan a la gente en diversas partes del continente. En esta ocasión, con John como protagonista, Caballero aborda las consecuencias del calentamiento mundial sobre las personas dedicadas a la agricultura.
Esto es todo por ahora. Esperamos que te estés adaptando de la mejor manera posible a este caluroso inicio de verano y disfrutes de las lecturas que te ofrecemos. Volvemos en siete días.
El equipo de MUNDO NEGRO
