Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2022/11/04/bide-n04.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws                        Eric London                                                                           04.11.22

El presidente Joe Biden habla sobre las amenazas a la democracia antes de las elecciones de mitad de período de la próxima semana, el miércoles 2 de noviembre de 2022, en el Club Columbus en Union Station, cerca del Capitolio de Estados Unidos en Washington. [AP Photo/Alex Brandon]

Seis días antes de las primeras elecciones nacionales desde el intento de golpe de Estado de Donald Trump del 6 de enero de 2021, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se dirigió a la nación en horario de máxima audiencia para advertir de que las midterms pueden traer ‘caos’, ‘violencia’ y ‘desunión’.

Ningún presidente de los Estados Unidos se ha dirigido a la nación con tales advertencias antes. El hecho de que Biden haya podido pronunciar un discurso así atestigua un nivel extraordinario de crisis política en la élite gobernante. En su discurso, Biden dijo que ‘la democracia está en juego’ en las próximas elecciones y que ‘las instituciones que nos han mantenido unidos mientras buscábamos una unión más perfecta también están en juego’.

Biden comenzó citando el violento asalto del pasado viernes por parte de un simpatizante de extrema derecha de Trump contra Paul Pelosi, el marido de la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en la casa de la pareja en San Francisco.

‘El agresor trató de tomar a Paul como rehén’, dijo Biden. ‘Utilizó un martillo para destrozar el cráneo de Paul. Dijo ‘Dónde está Nancy, dónde está Nancy’, las mismas palabras que utilizó la turba cuando asaltó el Capitolio el 6 de enero’. Biden no hizo referencia al hecho de que, a primera hora del miércoles, el Washington Post informó de que la policía del Capitolio de EE.UU. tuvo acceso a una transmisión en directo del ataque, pero no tomó ninguna medida para proteger la casa de Pelosi, al igual que no tomó ninguna medida para proteger el Capitolio el 6 de enero.

Políticamente incapaz de usar la palabra ‘fascismo’, Biden sólo habló en abstracciones, refiriéndose a ‘fuerzas oscuras’ que buscan ‘desmantelar la democracia’. Estos ‘MAGA republicanos’, dijo, tienen como objetivo ‘subvertir el propio sistema electoral’. Eso significa negar tu derecho al voto y decidir si tu voto siquiera cuenta. Están empezando ahora’.

Biden dijo que estas elecciones eran la primera prueba de la democracia desde los acontecimientos del 6 de enero. ‘Me gustaría poder decir que el asalto a la democracia terminó ese día’, dijo. ‘Pero no puedo’.

Si el presidente y el partido que controla ambas cámaras del Congreso tuvieran el poder de hacer algo más que desear que desaparezca la amenaza del fascismo. De hecho, estaba diciendo a los votantes estadounidenses que enviaran más demócratas a Washington, aunque no pudieran hacer nada contra el peligro de la dictadura.

Biden no hizo referencia a ninguna acción destinada a suprimir las bandas fascistas que hoy violan el derecho al voto. No hizo referencia al hecho de que los vigilantes fascistas han aparecido en los colegios electorales de Arizona para intimidar a los votantes. Mencionó las amenazas generalizadas de violencia de la extrema derecha contra los trabajadores electorales, pero no pidió que se tomara ninguna medida contra ellos. Ni siquiera se refirió a Trump por su nombre, hablando sólo de un ‘ex presidente’.

El discurso de Biden estuvo plagado de contradicciones. Esto es producto del deseo del Partido Demócrata de evitar decir cualquier cosa que pueda (1) desencadenar el desarrollo de protestas desde abajo contra la amenaza de la extrema derecha o (2) socavar la ‘unidad bipartidista’ que la administración de Biden requiere para proseguir la guerra del imperialismo estadounidense contra Rusia en Ucrania.

Afirmó que los que desean interrumpir la votación son una ‘minoría diminuta’ de la sociedad estadounidense, pero afirmó que representan una amenaza masiva para todo el país. Dijo en dos ocasiones que los ‘MAGA Republicans’ representan ‘sólo una minoría de ese partido’, pero afirmó que los republicanos están presentando más de 300 candidatos a cargos públicos que ‘cuestionan no sólo la legitimidad de las elecciones pasadas, sino las elecciones de ahora y del futuro’. Dijo que ‘no podemos seguir dando por sentada la democracia’, pero profesó una confianza ciega en que ‘la democracia prevalecerá’.

Pero lo más importante es que el discurso de Biden presentó una versión de la ‘democracia’ estadounidense que no tiene nada que ver con la realidad social a la que se enfrentan las masas. En la medida en que ésta sea la presentación que los demócratas hagan del estado actual de la democracia estadounidense, fracasarán estrepitosamente en su intento de movilizar el apoyo popular. Las encuestas que muestran la probabilidad de que los republicanos ganen la Cámara de Representantes dan testimonio de este peligro.

‘Estados Unidos no es una sociedad de suma cero’, dijo Biden, y añadió que ‘Estados Unidos es lo suficientemente grande para que todos tengan éxito’. Pero tres milmillonarios tienen tanta riqueza como los 160 millones de personas más pobres.

‘No debemos dejar a nadie atrás’, dijo Biden, a pesar de que cientos de miles de personas se quedan sin hogar cada noche, la mayoría de la clase trabajadora está a un cheque de la pobreza y un millón de personas se han quedado atrás para morir de COVID-19 hasta ahora sólo en Estados Unidos.

Estados Unidos está gobernado por ‘el pueblo’, declaró Biden. En Estados Unidos ‘las aspiraciones de muchos’ prevalecen sobre ‘el poder de unos pocos’. No es una ‘autocracia’, donde ‘un interés’ controla la sociedad. ¿A quién cree que está engañando? Hay dos partidos políticos, y ambos están controlados por Wall Street.

La preocupación de Biden por el fraude electoral es real. Pero la verdad es que las encuestas muestran que los republicanos podrían recuperar el Congreso incluso sin cometer fraude. El hecho de que esto sea incluso posible demuestra que el Partido Demócrata ha sido totalmente incapaz de movilizar a la población contra el complot en curso de los republicanos. La inflación se acerca al 10 por ciento, la Reserva Federal está subiendo los tipos de interés para recortar los salarios reales, y el gobierno de Biden está trabajando incansablemente con las burocracias sindicales para impedir el estallido de huelgas y luchas sociales que puedan amenazar los beneficios de las empresas.

En cuanto a las afirmaciones de Biden de representar la ‘democracia’, su administración y el Congreso controlado por el Partido Demócrata se están preparando para anular la voluntad democrática de 120.000 trabajadores ferroviarios para impedir que hagan huelga y amenacen los beneficios de las empresas.

La estrategia electoral de los demócratas está dirigida principalmente a suprimir la división interna para presentar una falsa imagen de ‘unidad nacional’. Los demócratas consideran que esto es necesario para proseguir la guerra contra Rusia. El discurso de Biden se produjo menos de una semana después de que la Bancada Progresista de la Cámara de Representantes emitiera y luego anulara inmediatamente un llamamiento a una solución negociada de la guerra en Ucrania. El resultado de la contienda de la próxima semana en Estados Unidos es mucho menos importante para Biden y el establishment demócrata que ese sangriento conflicto con Rusia.

La única manera de movilizar a la población contra la amenaza antidemocrática de Trump es vincular la lucha por la democracia con la lucha contra la guerra imperialista y la defensa de los niveles de vida de la clase trabajadora contra la dictadura industrial de la América corporativa.

(Publicado originalmente en inglés el 2 de noviembre de 2022)