Biden gana en Michigan y pone en jaque la campaña de Sanders

Fuente: La Jornada/David Brooks                                                                      Miércoles 11 de marzo de 2020, p. 23

El candidato insurgente guarda silencio

El ex vicepresidente de EU también se lleva Misisipi, Misuri y Idaho

Foto

▲ Los aspirantes a la nominación presidencial del Partido Demócrata Joe Biden y Bernie Sanders cancelaron ayer sus actos de campaña en Cleveland, Ohio, como medida de prevención ante la epidemia del Covid-19.Foto Afp

Nueva York. Los dos contendientes para la nominación demócrata, Bernie Sanders con su propuesta para un cambio progresista, y Joe Biden con su invitación a un retorno a la normalidad pretrumpiana, batallaron en las primarias realizadas ayer en seis estados en medio de creciente alarma y caos económico provocado por el coronavirus; de hecho, ambos cancelaron sus actos de campaña anoche a causa de la epidemia que ahora contagia la pugna electoral.

Biden triunfó en Michigan, el premio mayor del día por sus 125 delegados, según proyecciones, lo que pone en jaque la campaña de Sanders. El ex vicepresidente también ganó Misisipi, Misuri y Idaho.

Sanders había invertido la mayor atención y recursos para ganar en Michigan en esta contienda –estado en que sorprendió a Hillary Clinton en 2016– pero a pesar de un abrumador apoyo, como siempre entre jóvenes y sectores progresistas, eso no fue suficiente. Ahora algunos analistas especulan que su derrota ahí podría marcar el principio del fin de la campaña del senador socialdemócrata.

Para los demócratas, Michigan es clave, ya que fue uno de los tres estados –junto con Pensilvania y Wisconsin– que sellaron el triunfo electoral a Donald Trump en 2016 por margen de menos de 80 mil votos.

El estado de Washington era el segundo más importante de esta ronda (89 delegados), donde Sanders también ganó en 2016 y anoche estaba al frente con un conteo parcial al cierre de la edición, así como en Dakota del Norte.

Para Sanders fue un resultado decepcionante, y anunció que no haría comentarios –por primera vez en una noche electoral– al concluir la jornada después de conocer los resultados en Michigan. Con sus triunfos ayer, Biden consolidó aún más su ventaja sobre el senador y con ello se intensificó la presión para que éste contemple ceder el paso a la nominación.

Sin embargo, más de la mitad de todos los estados aún no han votado en las primarias, y ningún candidato ha acumulado ni la mitad de los mil 991 delegados necesarios para ganar la candidatura. La próxima ronda de primarias está programada para el martes 17 en Florida, Arizona, Illinois y Ohio. Los dos aspirantes también tienen su primer debate, sólo entre ambos, el próximo domingo.

La disputa por el futuro del partido –y tal vez del país– ahora está definido por los dos candidatos que quedan del elenco original de más de 20.

Sanders reitera que uno no puede cambiar un sistema corrupto aceptando su dinero. Nuestra campaña es orgullosamente por la clase trabajadora y yo seré un presidente para la clase trabajadora. Insiste en que no se podrá derrotar a Trump con un candidato que desea retornar al pasado, ya que Biden propone “regresar a lo normal… Lo normal significa empresas petroleras destruyendo el planeta. Lo normal significa los ricos haciéndose más ricos mientras los pobres son más pobres. No podemos retornar a lo normal. Necesitamos un cambio real”.

Biden insiste en que representa la mejor opción para derrotar a Trump, ya que tiene la experiencia como vicepresidente de Barack Obama (tal vez la mayor razón por la cual sigue captando el voto afroestadunidense), y argumentando que el electorado general no busca una revolución, sino una evolución, prometiendo un retorno a la normalidad y civilidad política interrumpida por Trump. Más aún, él y sus promotores han logrado presentarse como la opción más efectiva para derrotar a Trump.

Y la cúpula del partido, desde poco antes del supermartes la semana pasada, se ha consolidado en torno a su candidato rescatando su campaña entonces moribunda para frenar a Sanders, el candidato insurgente.

El uno por ciento ha cerrado filas. Es lo que hace la clase gobernante, comentó RoseAnn DeMoro, ex presidenta del sindicato de enfermeras y ahora promotora de la campaña de Sanders.

A veces ha parecido que la cúpula del partido se ha dedicado más a la tarea de descarrilar a Sanders que a enfrentar a Trump, incluso algunos de sus representantes han admitido que estarían dispuestos a tomar medidas antidemocráticas dentro del proceso de elección para evitar que Sanders sea el nominado.

Un observador comentó en un tuit algo así como uno no hubiera pensado que tantos cristianos estarían tan alterados por un judío que va deambulando de un lugar a otro llamando a cuidar y curar a los enfermos y dar asistencia a los pobres.

Coronavirus político

Mientras, una plaga que a veces pareciera ser de proporciones bíblicas infectó el proceso electoral por primera vez; Biden y Sanders cancelaron sus actos de campaña programados anoche en Cleveland, Ohio, como medida de precaución ante el coronavirus. Más aún, funcionarios del Partido Demócrata anunciaron que no habrá público en el próximo debate entre los dos contendientes programado en Phoenix para el próximo domingo.

El número de casos continúa creciendo, ayer superó mil casos en 37 de los 50 estados, con 31 muertes. Las entidades más afectadas son Washington, California y Nueva York. En este último, el gobernador Mario Cuomo ordenó la primera área de contención alrededor del suburbio de Nueva Rochelle, en el norte de la ciudad de Nueva York, donde desplegará elementos de la Guardia Nacional y se prohibieron reuniones numerosas en iglesias, sinagogas y otros espacios cerrados. En otras partes, el festival de música y arte Coachella en California fue pospuesto hasta octubre, el segundo acto cultural masivo suspendido (el primero fue el Festival Sur x Suroeste en Texas), y se espera que esta lista se multiplique.

Otras dos universidades, la Estatal de Ohio y Harvard, se sumaron a la creciente lista de instituciones académicas que han suspendido clases en las aulas, en algunos casos siguen trabajando o realizando seminarios por Internet. El cierre incluye algunas de las instituciones más prominentes: Stanford, la Universidad de Nueva York, Princeton, la Universidad de California en Berkeley y el MIT.

Por su parte, Trump reiteró su mensaje de que tiene todo bajo control, y que todo lo está haciendo bien. Ayer retuiteó el mensaje de un simpatizante sobre la urgencia de controlar las fronteras incluyendo muros ante fenómenos como el coronavirus para proteger a los estadunidenses, y el presidente agregó: Se está construyendo rápidamente. ¡Necesitamos el Muro más que nunca!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *