Bélgica ocultó a Burundi durante medio siglo la existencia de una mina gigantesca

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África, cuna de codiciadas riquezas minerales, sigue padeciendo el saqueo sin escrúpulos de sus recursos naturales. Entre los tesoros enterrados, el coltán y la casiterita ocupan un lugar de honor, impulsando la industria de las nuevas tecnologías y despertando la codicia capitalista.

Los minerales esenciales para la fabricación de componentes electrónicos han sido objeto de una avalancha moderna, transformando ciertas regiones del Continente Negro en zonas de guerra e inestabilidad.

Burundi, un pequeño país del este de África, acaba de hacer un descubrimiento que podría cambiar su destino, al tiempo que reaviva los fantasmas de un doloroso pasado colonial.

El 17 de julio, durante una visita presidencial, dirigentes de la empresa minera Burundi Metal Company (Bumeco) anunciaron que habían descubierto un colosal yacimiento de casiterita y coltán en la provincia de Kirundo, en el noreste del país.

Este hallazgo, calificado por sus promotores como el “descubrimiento del siglo”, promete considerables beneficios económicos para Burundi, un país que se encuentra entre los más pobres del mundo. Según Gaspard Ngendakumana, director general de Bumeco, una sola galería de la mina de Murehe contiene nada menos que 12,7 millones de toneladas de casiterita, por un valor estimado de más de 50.000 millones de dólares.

El espectacular anuncio, sin embargo, fue recibido con una mezcla de euforia y escepticismo por parte de la población burundesa. La ausencia de estudios de exploración previos y la falta de transparencia en torno al descubrimiento han alimentado dudas. Algunos plantean la posibilidad de que se trate simplemente de una antigua mina en desuso, actualizada por motivos políticos o económicos.

Más allá de las preguntas sobre la naturaleza exacta de el descubrimiento, es su supuesta historia la que ha provocado una conmoción política. El presidente Evariste Ndayishimiye no dudó en señalar con el dedo a la antigua potencia colonial, Bélgica, acusándola de haber ocultado deliberadamente durante décadas la existencia de la mina.

Durante 50 años los colonos belgas explotaron el yacimiento, antes de sellarlo herméticamente en 1962 en el momento de la independencia, llegando incluso a cubrirlo con hormigón armado y plantar árboles para convertirlo en una “reserva de la naturaleza”.

Los antiguos colonos belgas se han burlado de la pobreza de Burundi durante décadas, dijo Ndayishimiye, que no ocultó su indignación. La mina podía haber paliado muchos de los problemas de Burundi, añadió (*).

Estas acusaciones han reavivado el debate sobre el legado colonial y sus consecuencias a largo plazo para el desarrollo económico de los países africanos. El presidente Ndayishimiye criticó la hipocresía de las antiguas potencias coloniales que, según él, “se burlan de nosotros diciendo que Burundi es el país más pobre del mundo” mientras “han hecho todo lo posible para ocultarnos este tesoro en el que nos sentamos”.

Esta retórica, que mezcla esperanza económica y resentimiento histórico, resuena con fuerza en un país sumido en una grave crisis socioeconómica, marcada por la escasez de combustible, azúcar y medicinas.

El descubrimiento de Kirundo plantea preguntas cruciales sobre la gestión de los recursos naturales en África y las relaciones entre las antiguas colonias y sus metrópolis. Destaca la necesidad de que los países africanos empiecen a gestionar sus recursos naturales por sí mismos.

Para Burundi, el descubrimiento podría marcar un punto de inflexión y ofrecer un rayo de esperanza a una población puesta a prueba por años de dificultades económicas. Sin embargo, la historia del continente recuerda que la presencia de recursos naturales no es garantía de prosperidad, y que su explotación debe ir acompañada del desalojo definitivo de las viejas potencias coloniales europeas.

Después de haber sido una colonia belga, Burundi conquistó su independencia en 1962. Inicialmente mantuvo la monarquía, pero en 1966 se produjo un golpe de Estado que la reemplazó por una república.

(*) https://www.xtrafrica.com/news/burundi-discovers-%22fabulous%22-cassiterite-mine-valued-at-over-%2450-billion-amid-socio-economic-crisis

 

 

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