Fuente: https://scientiablog.com/2019/11/07/bebidas-energeticas-con-miel-el-acabose/ JOSÉ MANUEL LÓPEZ NICOLÁS
Por muy natural que sea su procedencia, la miel está formada aproximadamente de un 39% de fructosa, un 31% de glucosa y un 10% de otros azúcares
Hace unos días un amigo me trajo de Italia una bebida energética que pronto llegará a España. Julián sabía que me iba a cabrear cuando leyera su publicidad. Esta bebida energética se apunta al carro de ‘lo natural’ con eslóganes como «es la primera bebida energética natural y sus ingredientes naturales la convierten en una de las mejores bebidas energéticas para el bienestar de la mente y del cuerpo».
-¿Para el bienestar de la mente y el cuerpo? ¿Bebida energética natural? ¿En serio? Eso de asociar estas bombas calóricas a ‘lo natural y lo saludable’ es de traca. Julián, no sé si reír o llorar.
-Llorarás. Espera que sigo. Además cumple el binomio ‘con/sin’ de los alimentos funcionales. Por una parte está enriquecida CON una serie de ingredientes que se supone que le dan un valor añadido. Por otro lado, está formulada SIN otra serie de ingredientes que, según la empresa, podrían ser perjudiciales para la salud.
-Julián, ¿te estás riendo de mí? ¿Alimentos funcionales con/sin? Empieza a analizar esta bebida por los ingredientes CON.
-Lleva una mezcla de vitaminas (B6, B12 y niacina) con las que justifican sus alegaciones saludables. También lleva una serie de ingredientes naturales (maca, propóleo, jalea real, ginseng, miel). No te pongas nervioso por favor. ¿Hago yo el análisis basándome en los datos de la Encuesta Nacional de Ingesta Dietética (ENIDE)?
-Sí. Empieza por la vitamina B6.
-La ingesta observada de vitamina B6 es de 2 mg/día en hombres y 1,6 mg/día en mujeres, lo que refleja la inexistencia de problemas de deficiencias de esta vitamina en la población española. En definitiva, suplementar la dieta habitual con vitamina B6 es absurdo. También lleva vitamina B12, una vitamina hidrosoluble esencial para el funcionamiento normal del cerebro, del sistema nervioso, para la formación de la sangre y de varias proteínas, etc. Sin embargo, las ingestas observadas de vitamina B12 en la población española son superiores a las ingestas de referencia, oscilando entre el 300 y 400% de las ingestas diarias recomendadas. Es innecesario ingerir alimentos enriquecidos en vitamina B12.
-Estás que te sales, Julián. ¿Lleva más vitaminas?
-Por supuesto. Otra de las que forma parte de esta bebida energética es la niacina. Nuestra ingesta de niacina es de 39 mg/día a 40 mg/día en hombres y de 35 mg/día a 36 mg/día en mujeres. En todos los casos, estas ingestas están muy por encima de las ingestas diarias recomendadas por lo que también es absurdo consumir un aporte extra de esta vitamina.
-Pufff. ¿Algo más le han metido a esta bebida energética para hacerla funcional?
-Claro… No hay producto en el mercado que no use la moda de los ingredientes ‘naturales’. Esta bebida lleva ginseng, maca andina, propóleo, jalea real…, pero no existen informes oficiales que avalen las propiedades que muchos les atribuyen. Como si no los llevara.
-¡Qué disparate! Pues nada Julián, hasta pronto.
-Aún no he terminado… Falta lo peor. Como te dije, esta bebida energética también usa la estrategia del mundo SIN.
-Me indignan los alimentos ‘sin aditivos’, ‘sin transgénicos’, ‘sin pesticidas’… o ‘sin porquerías’. Estoy ya de la quimiofobia y de que metan miedo al consumidor hasta el gorro.
-No te alteres. Esta bebida se anuncia como «sin taurina» y «sin azúcar refinado»…, pero con miel.
-No me lo puedo creer. Julián, que no te engañen. Cuando una empresa emplea el eslogan ‘sin taurina’ manda el siguiente mensaje subliminal al consumidor: «La taurina es perjudicial y nuestro producto es seguro porque no la lleva, a diferencia de otras marcas comerciales»… y esto no es cierto. La misma Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria que ha rechazado los beneficios de enriquecer alimentos con taurina ha afirmado que no hay riesgo por consumir productos ricos en taurina.
-¿Y qué me dices del eslogan «bebida energética sin azúcar refinado y con miel»?
-Otro disparate. Como todos sabemos la miel tiene un origen natural, pero esto no justifica en absoluto muchas de las propiedades saludables que se le han atribuido. Una cosa es que te guste sensorialmente (a mí me pasa) o que incluso pueda tener efectos balsámicos sobre la tos…, y otra muy diferente es que se puedan justificar muchas de las bondades que dicen que tiene. No se ha establecido causa/efecto entre el consumo de miel y la mejora de la salud respiratoria a través de sus sustancias antioxidantes, la mejora del sistema inmune, la estimulación del metabolismo… nada. Sí que es cierto que la miel posee en su composición micronutrientes como el zinc, el hierro, la vitamina B o la vitamina C, pero su concentración es tan baja que tendrías que ingerir cantidades elevadísimas de miel para que esos minerales y vitaminas tuviesen algún efecto.
-¿Y qué ocurre si abusas de la miel?
-Que, por muy natural que sea su procedencia, vas a tener un problema gordo debido a los azúcares que tiene. La miel está formada aproximadamente de un 39% de fructosa, un 31% de glucosa y un 10% de otros azúcares.
-¿Pero los azúcares de la miel no son mejores que los del azúcar blanco de los sobrecillos?
-En absoluto. Es cierto que el azúcar común es refinado y el de la miel no lo es…, pero eso da exactamente igual, porque lo que realmente importa es que tanto los azúcares refinados como los presentes en la miel son azúcares libres, precisamente aquellos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir. Una simple cucharada de miel (30 gramos) contiene unos 24 gramos de azúcar, prácticamente todo el azúcar libre que puedes consumir en un solo día.
-¿Me estás diciendo que esta bebida utiliza la expresión ‘sin azúcar refinado’ como estrategia de marketing pero no podría decir ‘sin azúcares libres’?
-Exacto. El azúcar de la miel es igual de libre que el azúcar añadido…, e igual de poco saludable.
-Jose. Creo que ha sido una mala idea traerte esta bebida energética de Italia. ¿La tiro?
-Sí, pero a mí no me engañas, Julián, sabías que me sacarías de mis casillas. Que te conozco desde que íbamos a parvulitos…