se encuentra al borde del colapsodebido a la fuerte oposición de los
países vulnerables, donde los sectarios Verdes de Alemania –en caída libre popular–
fustigan a Arabia Saudita y a Rusia por el bloqueopara “recortar el uso de los combustibles fósiles (https://bit.ly/3V5ABHG)” –lo cual desnuda la oculta agenda geopolítica del G-7, cada vez más carente de hidrocarburos, frente a la fulgurante agenda petrolera/gasera del BRICS+.
Más allá del extravío metafórico en el Amazonas del presidente nominal de EU, Joe Biden –¿quién(es) controla(n) a Biden? Dos Meses Ominosos (https://bit.ly/3V85POh) –quien fue a defender su legado
climático en Manaus, el Partido Demócrata, a dos meses de abandonar el poder con su totalitaria Agenda Verde, había ya frenado su muy discutible ímpetu descarbonizador, cuando el muy influyente John Kerry había renunciado como enviado especial para el clima
de EU (https://bit.ly/4fLD2HO).
El ultra-reduccionismo ideologizado de la Agenda Verde de Kamala Harris (https://bit.ly/3V6ZKBJ) sufrió un fuerte descalabro con el advenimiento del petrolero Trump.
Kamala arrastró en su derrota a su séquito de pugnaces plutócratas globalistas, desde George Soros, pasando por BlackRock, hasta Bill Gates (https://bit.ly/4hV02W8). ¿Cómo puede ser pro verde alguien que propugna la guerra en Ucrania e Israel, como los verdes de EU y Alemania? ¡Flagrante contradicción!
El triunfo aplastante del petrolero Trump trasluce el auge por venir de las poderosas trasnacionales petroleras de EU que lubricaron generosamente su campaña.
A propósito, Li Zhou, del portal Vox –muy cercano al grupo perdedor demócrata– interpreta que con sus nuevas nominaciones en su proyectada administración, Trump desea una amplia expansión de la producción de hidrocarburos
cuando “tendrá palancas claves que puede usar, teniendo también limitaciones (https://bit.ly/3YVuJ4E)”.
Durante su campaña, el petrolero Trump había prometido disminuir la crisis devastadora de la inflación
–tema seminal que, con la inmigración, le otorgó su triunfo– mediante la disminución tanto de las tasas de interés como del costo de la energía
, cuando lanzó su pegajoso eslogan “perforaremos, Baby, perforaremos (https://bit.ly/3Zh638d)”.
Trump juró incrementar la producción doméstica de petróleo y gas que desembocará en una declinación a gran escala de sus precios
.
Precisamente, el trío de los nominados por Trump “planean impulsar la producción de energía y revertir la pizarra de las políticas de la era Biden que tenían como objetivo eliminar los hidrocarburos (https://bit.ly/3AKJcbX)”. La triada energética de nominados por Trump busca restaurar el dominio (¡mega-sic!) petrolero de EU
.
Según Washington Times, ha impactado la decisión de Trump de nominar a Chris Wright a cargo del Departamento de Energía, al gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum –bautizado como el zar de la energía, quien pregona la independencia energética como tema de seguridad nacional
y apoya la construcción masiva de gasoductos– en el Departamento del Interior, y al anterior representante en el Congreso Lee Zeldin –un desregulador a carta cabal– a cargo de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés). ¡Conjunción integral!
Se avecina la gran batalla entre el triunfador grupo petrolero, mayormente republicano, y el perdedor grupo climático demócrata, que prepara pletóricos juicios legales para desafiar la reversión esperada de las políticas climáticas de Biden
.
Chris Wright es el mandamás de la empresa Liberty Energy, consagrada al polémico fracking. A juicio del mismo Trump (https://bit.ly/4fXzkub), CW ha transformado el mercado de energía global y su geopolítica (¡mega-sic!)
.
Lo peor es el abordaje maniqueo nihilista cuando se requiere de armónica adaptabilidad creativa con visión biosférica, de acuerdo con el desarrollo tecnológico y las circunstancias geopolíticas de cada país.
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