Bajo la lupa. Elon Musk vs Soros: se tambalea la definición de antisemitismo

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2023/05/28/opinion/010o1pol Alfredo Jalife-Rahme                                                                         28.05.23

El jázaro (https://amzn.to/2MR0PfM) George Soros –megaespeculador y globalista neoliberal adscrito al Foro Económico Mundial de Davos y su Agenda 2030– vendió en forma perversa un paquete de acciones de Tesla, cuyo propietario mayoritario es Elon Musk (EM).

EM se fue a la yugular del anticivilizatorio Soros, a quien tildó de “odiar a la humanidad (https://bit.ly/3MX71iP)” y lo comparó con Magneto (supervillano judío del cómic X-Menhttps://bit.ly/45yV8rt).

Los multimedia y organizaciones que financia Soros tildaron a EM de promover el antisemitismo, en particular, la Liga Anti-Difamación (ADL), a lo que reviró EM que debía quitarse de su acrónimo la letra A (https://bit.ly/3IGgNUQ).

La postura muy discutible de ADL es que la crítica de EM contra Soros envalentona el antisemitismo.

Por cierto, Tucker Carlson, máximo rating en EU y recién defenestrado de Fox News, ha señalado al polémico Jonathan Greenblatt, mandamás de ADL, de extorsionar a las empresas con dinero (https://bit.ly/43rlHx9).

Los israelíes se dividieron en dos grupos: 1) en EU, en su mayoría a favor de Soros, sumados de los multimedia que controla, tipo NYT, con la notable excepción del abogado jázaro Alan Dershowitz (AD), y 2) el gobierno de Netanyahu, a favor de EM, con excepción de su canciller.

Cabe señalar que el intenso Yair, hijo del premier Netanyahu, ha criticado ferozmente a Soros como un conspirador global (https://bit.ly/3q2Tez9). Hasta donde supe, nadie osó vilipendiar a Yair como antisemita.

Shira Rubin, de The Washington Post, señala que Israel dio un giro para decir que los ataques de EM a George Soros no son antisemitas (https://bit.ly/3MzIOPf).

Ahora bien, ¿quién define el etéreo término de antisemitismo: el gobierno de Israel en turno, que variará dependiendo si proviene del Likud o de los laboristas, o las omnipotentes organizaciones en su diáspora lubricadas por el mismo Soros?

En EU, el célebre abogado jázaro AD, en WSJ, comenta que “EM tiene razón contra George Soros –y no es antisemita–” ya que el multimillonario de origen húngaro ha hecho más que nadie para voltear a los estadunidenses en contra de Israel (https://bit.ly/3IIpnmc).

Le asiste la razón a EM de que Soros es un activo participante en la política y su judaísmo (sic) no debe blindarlo de las críticas. Eso es más que real, cuando el grupo de Soros, en especial en México, ha abusado en pervertir y distorsionar las críticas políticas y financieras contra Soros y degenerarlas como un vulgar antisemitismo.

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▲ El dueño de Tesla, Elon Musk, compara a George Soros con el personaje Magneto y lo acusa de odiar a la humanidad. Al respecto, la Liga Anti-Difamación consideró que lo dicho por el también propietario de Twitter envalentona el antisemitismo.Foto Ap

AD comenta: no soy el único (sic) judío estadunidense en criticar a Soros y no se debe disuadir la legítima crítica de la influencia maligna (sic) que Soros tiene en el mundo, independientemente de que sea judío.

Cuando una supuesta definición, como en este caso el antisemitismo –especialmente entre los propios israelíes, tanto de Israel como de la diáspora– ostenta tantas excepciones y disensiones, pues cesa de ser universal, como se ha intentado imponer.

Aquí en México, yo he padecido los viciosos ataques de antisemita de parte del grupo jázaro de Soros y sus corifeos goyim –que son calificados por el Talmud de bestias– cuando curiosamente puedo ostentar que soy cuatro (sic) veces semita (https://bit.ly/45qy5PE): 1) de origen cananeo/fenicio/libanés/árabe: lo más semita de lo semita; 2) hablo árabe, idioma semita, y mi abuelo hablaba arameo (el idioma de Cristo); 3) pertenezco a la religión católico-maronita que en su liturgia utiliza el arameo, y 4) de cultura semita.

A nivel de una discusión racional, el problema semántico del antisemitismo –término originario de Alemania en 1879– es que se trata de un antónimo sin contraparte. ¿Cómo pueden existir antisemitas sin semitas?

Lo más cómico del caso es que los jázaros –de origen mongol centro-asiático– que NO son semitas, usen sin ton ni son el término de antisemitismo para anatemizar a sus adversarios semitas.

La realidad es que la frágil definición de antisemitismo se ha fracturado como la misma sociedad de Israel y su diáspora (https://bit.ly/3OHWryj).

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