nueva Judeamediante su paleobíblica reconstrucción histórica falsificada.
Sin la menor rubicundez, el canciller jázaro (https://bit.ly/3QqemJr) Israel (sic) Katz (IK) exclamó que se trata de una guerra
(¡megasic!) (https://bit.ly/3Mp8Sge), por lo que urgió la evacuación temporal
(sic) de palestinos en Cisjordania, al puro estilo de la expulsión nada temporal de los palestinos de Gaza (360 kilómetros cuadrados; 2.14 millones palestinos de los que habría que descontar 186 mil (¡megasic!) muertos, según la prestigiosa revista médica británica Lancet (https://bit.ly/3X4eNgRx),
El ministro de Agricultura y Desarrollo Rural (sic), el también jázaro Avi
Dichter, apoyó la postura de su colega IK.
Para la expulsión de los palestinos en Jerusalén oriental –donde los colonos kahanistas están a punto de superar el número demográfico de palestinos (https://bit.ly/3XmM5YP)–, el también kahanista Uri Ariel, anterior ministro de Agricultura, hoy jefe de la Compañía de Desarrollo (¡megasic!) de Jerusalén oriental, quien tiene la encubierta encomienda de despojar a precios de remate o a bayonetazos las tierras de los palestinos (https://bit.ly/3Z78FWO).
Según el Washington Post, Israel inicia su limpieza étnica en Cisjordania
cuando “el proyecto colonial anglosajón en Palestina ha lanzado otra guerra (¡megasic!) para expulsar a la población originaria de palestinos de sus tierras (https://wapo.st/3Z5JQKv)” –lo cual epitomiza la teología supremacista del Partido Likud aliado de los kahanistas–.
Ya desde hace 43 años el general Ariel Sharon (https://bit.ly/3Mscn5y) optó por trasladar a los palestinos de Cisjordania (la nueva Judea
) al Reino Hashemita de Jordania: 89 mil 342 kilómetros cuadrados con una población de 11.17 millones, de los cuales oficialmente
6.7 por ciento (¡737 mil!) son palestinos, hoy superados por los nuevos refugiados apilonados de sirios (13.3 por ciento, según la CIA).
Sin contar que los hashemitas de Jordania son originarios de la península arábiga, la falsificación del número de palestinos en Jordania es obscena, ya que estadísticas menos descuartizadas calculan su número en 3 millones (https://bit.ly/4cKVKgb): ¡cuatro veces más que la CIA!
El extermino palestino empezó con la falsificación estadística. El asesinato del primer laborista Isaac Rabin por el kahanista Yigal Amir fue el catalizador para la llegada al poder de Shimon Peres, padre de la bomba atómica de Israel, y luego de Netanyahu, quien siguió el plan trazado por el general Sharon para la creación del Gran Israel
del que ambos fueron instruidos por el rabino Menachen Mendel Schneerson del movimiento Chabad-Lubavitch: considerado el líder judío
más influyente del siglo XX, nacido en Ucrania y enterrado en Nueva York (https://bit.ly/3WN9Vv8).
La sinagoga Chabad-Lubavitch en Nueva York contaba con un túnel secreto –que se ha prestado a muchas especulaciones de su ritual hematológico– descubierto por la policía (https://bit.ly/4e1usDi).
El ex diplomático británico Alastair Crooke afirma que la expulsión de los palestinos de Cisjordania será ahora redireccionada al Líbano (¡megasic!), maquillada, en el mejor de los casos, por la migración voluntaria
(¡megasic!): eufemismo propagandístico de la técnica Hasbara
(https://bit.ly/47LDwcr) –por cierto, solución final
, similar al proyecto de traslado inhumano de refugiados de Gran Bretaña a Ruanda– (https://bit.ly/3zc7yu2).
Se desprende la inviabilidad de la solución
de los dos (sic) estados
cuando ya no queda prácticamente nada del virtual Estado palestino. Ni sus cuentas financieras despojadas en Binance por presiones de Israel (https://bit.ly/4dIvdBz).
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