Australia: Excluida de ayudas sociales para la pandemia por extranjera

Fuente: https://www.eldiario.es/historiascoronavirus/reclamo-union-diferenciacion-Australia_6_1013908602.html

Hace unos días leí unas declaraciones de Santiago Abascal en las que pedía que los migrantes en situación ilegal tuvieran que pagar para recibir asistencia médica en España, y sus palabras han hecho que quiera contar mi situación como migrante en otro país.

Han pasado poco más de diez meses desde que fui patrocinada por una empresa de Melbourne. Dejé mi trabajo y mi casa en Düsseldorf, y me vine sin pensarlo. Siempre había querido vivir en Australia y, después de un largo calvario burocrático, por fin lo había conseguido.

Cuando miro atrás en el tiempo, en los últimos meses, creo que nunca he sentido tanta incertidumbre como ahora. Primero fue el por cambio climático que hacía sus primeros estragos en España y el resto de Europa, luego comenzaron los devastadores incendios aquí en Australia, días de angustia, días de pérdidas humanas y de pérdida de ecosistema, días en los que incluso a cientos de kilómetros no podíamos salir de casa porque el aire era demasiado nocivo para ser respirado. Ahora la angustia de la incertidumbre se extiende como una mano invisible que parece que nos va a llegar a tocar a todos.

He vivido la crisis del Covid-19 de cerca desde el inicio, cuando comenzó en China. Debido a mi trabajo tengo contacto diario con proveedores del país que me iban informando día a día de la trágica situación que se vivía, pero también porque veía que un virus letal y desconocido se extendía por el país donde mis amigos y millones de vidas se veían amenazados. Durante las semanas después del año nuevo chino, me fueron contado, desde su confinamiento, cómo se sentían y vivían, y compartían conmigo sus miedos y preocupaciones. Sentía que por mucho que quisiera consolarles, lo único que podía ofrecerles era poco más que unas palabras y aquello me llenaba de impotencia.

Desde hace semanas sigo con aprensión la terrible situación que se vive en Europa y el resto del mundo. Preocupada por mis familiares y amigos, y en especial por mis padres y las personas más mayores. De alguna manera, este virus nos ha tocado a todos. Las noticias van llegando y tengo la sensación de que no hay nadie que se libre de tener a alguien en cuarentena, en el hospital o que haya fallecido.

Estos días mi preocupación se acrecienta cuando pienso en la situación que estamos viviendo en Australia. Hasta hace poco, sólo había habido veinte casos y parecía como si debido a la distancia que nos separa del resto del mundo el virus fuera a pasar de largo y a dejarnos en paz. Sin embargo, lo único que ha hecho es llegar un poco más tarde y la incertidumbre crece cuando pienso en mi hijo o mi pareja.

Aquí pago mis impuestos como cualquier ciudadana o residente del país, a pesar de ello —y debido a convenios con España—, no puedo acceder a la sanidad pública y tengo que pagar un seguro privado mensual para mí y mi familia. Debido a medidas xenófobas como las que Abascal propone, Australia —el país que ahora considero mi casa— dará preferencia de tratamiento a los australianos. Si la situación se descontrola, como ha sucedido en Europa o en Estados Unidos, nos veríamos en una situación muy difícil. Más aún si el estado tomara control de los recursos de los hospitales privados, como ha hecho el gobierno de España.

La única diferencia es que en España la sanidad es universal y no diferencia entre nacionalidades. Aquí sí.

Medidas como estas lo único que hacen es asentar un precedente para que ocurran otro tipo de excepciones. De hecho, aquí ya ha comenzado a pasar: por no ser australiana, no tengo derecho a ninguna ayuda que el gobierno está facilitando en la reducción de las facturas de servicios básicos como agua o electricidad, ni ayuda con los alquileres, ni siquiera en el caso de que mi empresa me dejara en suspensión—que es lo que vendría a ser un ERTE— tendría apoyo del gobierno y con ello la incertidumbre vuelve a hacer acto de presencia.

La tesitura en la que nos encontramos se ha ido complicando en muchos sentidos durante los últimos días. El anuncio del cierre de las fronteras nos dejará aún más aislados, con una embajada y un consulado que poco pueden hacer por nosotros. Nos obliga a tener que elegir entre quedarnos —y arriesgarnos a que no nos den ningún tipo de ayuda si la requerimos—, o regresar a España en plena pandemia y poner en peligro a nuestros seres queridos.

Somos muchos los que nos encontramos en una situación similar, sin tener en cuenta nuestro país de origen y es ahora cuando deberíamos estar más unidos, pensar más en los otros y sobre todo, acallar las voces de xenófobos y racistas. Si algo nos ha enseñado este virus es que el mundo es uno y que no diferencia entre nacionalidades. Es ahora cuando deberíamos ser más que nunca, solidarios.

Necesitamos tu apoyo para seguir informando

Estamos viviendo una emergencia sanitaria y económica llena de incertidumbres. Hay muchas preguntas y no siempre tenemos las respuestas, pero todo el equipo de eldiario.es trabaja con entrega para ayudarte a encontrar información fiable y acompañarte en estos momentos tan duros. Nunca había tenido tanto sentido nuestra misión de servicio público como ahora. Y a la vez nuestra situación económica nunca había sido tan frágil.

Si tus circunstancias te lo permiten, apóyanos haciéndote socio o socia de eldiario.es para que podamos seguir.

Hazte socio, hazte socia

Las claves del coronavirus

GUÍA | Síntomas, medidas y claves: las últimas preguntas y respuestas sobre la pandemia

GRÁFICOS | La curva del coronavirus: la velocidad a la que avanza la epidemia en España y cada comunidad autónoma

DATOS | Mapas y gráficos de la evolución del coronavirus en España y en el mundo

DIRECTO | La información sobre la pandemia, al minuto

Apúntate a nuestro boletín especial

Como parte de este esfuerzo, hemos lanzado un boletín diario sobre el coronavirus, para que puedas tener todos días en tu email la información esencial, la actualización de los datos y los recursos útiles para tu vida diaria. Nuestro compromiso es guiarte en medio de la gran cantidad de información de estos días, desmentir bulos y explicar cómo se está adaptando el mundo a este momento.

Haz clic aquí para apuntarte en el boletín especial sobre coronavirus

Síguenos en Telegram para no perderte las últimas novedades

El periodismo independiente no se paga solo

Gracias a más de 52.000 socios y socias nadie nos dice qué podemos publicar y qué no. Tampoco lo que tenemos que opinar o investigar. Es nuestra arma para acabar con la impunidad de los más poderosos.

Te necesitamos a ti también para seguir haciendo un periodismo libre de presiones políticas y económicasHazte socio | Hazte socia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *