Pilotos israelís lanzaron bombas en el patio de un Hospital en el norte de Gaza a primeras horas del 14 de octubre, provocando el incendió de las tiendas de campaña y heridas graves al personal

El ministeio de Sanidad de Gaza anunció que el ataque al Hospital de los Martires de Al -Aqsa, en Deir al-Balah, en el centro de Gaza, dejó, al menos, cuatro muertos y 70 heridos, muchos de ellos en estado crítico. Se espera que aumente el número de muertes.

“Lo que pasó fue que nos despertamos con humo, llamas, fuego y piezas en llamas cayendo sobre las tiendas desde todas las direcciones. Las explosiones nos aterrorizaron en nuestras tiendas y afuera, donde vivimos, detrás del Hospital Al-Aqsa”, dijo a Al Jazeera un sobreviviente del ataque, Om Ahmad Radi.

“Los bomberos no pudieron llegar hasta aquí. Había muchísimos cuerpos quemados y carbonizados por todas partes. La cantidad de fuego y explosiones fue enorme. Fuimos testigos de una de las noches más horribles y brutales”, explicó.

La Oficina de Medios de Gaza dijo que era la séptima vez este año que Israel bombardeaba el recinto del complejo del Hospital Al-Aqsa y la tercera vez en las últimas semanas.

El corresponsal de Al Jazeera en Deir al-Balah, Hani Mahmoud, dijo que entre 20 y 30 tiendas de campaña se quemaron, dejando a una gente atrapada en su interior.

“Cuando el fuego se propagó, había muchas personas dentro de las tiendas que no pudieron ser rescatadas”, afirmó Mahmoud. “Estamos hablando de un gran número [de muertos], ya que estas tiendas están cerca unas de otras, unas detrás de otras, y están instaladas en un espacio pequeño dentro del patio del hospital”.

Ahmed al-Ras, un fotoperiodista de una cadena de televisión local que presenció el ataque, dijo al Washington Post que el bombardeo israelí provocó que varios cilindros de gas explotaran, provocando el incendio.

“El fuego fue muy rápido y quemó todas las tiendas. Vi a tres personas quemándose, decenas de heridos y cientos de familias corriendo y gritando y buscando a sus hijos”, dijo, añadiendo que los equipos de protección civil sólo pudieron apagar el fuego 40 minutos después.

El Washington Post agregó que “un video ampliamente compartido del feroz incendio mostraba al menos a una persona en una cama ardiendo viva mientras los espectadores gritaban”.

Avichay Adraee, portavoz del ejército israelí, confirmó que la fuerza aérea israelí había atacado el hospital y afirmó, sin aportar pruebas, que el complejo hospitalario había sido utilizado como “centro de mando y control” por los combatientes de Hamás que luchaban contra el ejército. Israel para intentar justificar el bombardeo.

Durante el último año de genocidio de los palestinos, Israel ha utilizado el mismo pretexto para bombardear hospitales en toda Gaza en un esfuerzo por destruir el sistema de salud del enclave y hacerlo inhabitable.

La semana pasada, la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas para los territorios palestinos ocupados emitió un  informe que concluye que Israel ha intentado destruir el sistema de salud de Gaza como parte de una guerra de exterminio contra los palestinos.

“Israel ha perpetrado una política concertada para destruir el sistema de salud de Gaza como parte de un ataque más amplio contra Gaza, cometiendo crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad de exterminio con ataques implacables y deliberados contra el personal y las instalaciones médicas”, afirma un  comunicado emitido por la investigación de la ONU.

Cabe destacar que la Comisión también “documentó más de 20 casos de violencia sexual y de género contra detenidos hombres y mujeres, en particular en la prisión de Negev y el campamento de Sde Teiman”.

La Comisión afirmó que “recibió información fidedigna sobre violaciones y agresiones sexuales, incluido el uso de una sonda eléctrica para provocar quemaduras en el ano y la introducción de objetos, como palos, escobas y verduras, en el ano. Algunos de esos actos habrían sido filmados por soldados”.

El informe también encontró que, hasta el 15 de julio, al menos 53 detenidos palestinos habían muerto en centros de detención israelíes desde el 7 de octubre de 2023.

El 18 de noviembre, los guardias de la prisión golpearon hasta la muerte a un preso, Thaer Abu Assab, de Qalqilya, en la Cisjordania ocupada. Había estado encarcelado desde 2005.

El Dr. Iyad Rantisi, director de un hospital de mujeres en Bayt Lahya, fue detenido el 11 de noviembre y llevado a la prisión de Shikma. Murió seis días después tras ser torturado hasta la muerte por el Servicio de Seguridad Nacional de Israel (Shin Bet).

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