El 29 de agosto, el ejército israelí, llevó a cabo ataques aéreos contra un convoy de ayuda humanitaria en Gaza, matando a cinco empleados de la compañía de transporte que trabajaba con el grupo de ayuda con sede en Estados Unidos que lo organizó, informó The Guardian el 30 de agosto.

El convoy fue organizado por la ONG Anera. Llevaba suministros médicos y combustible a un hospital dirigido por los emiratos en Rafah, una ciudad en la frontera de Gaza.

Su ruta se ha coordinado de antemano con el ejército israelí en el marco de un proceso de desconflicto destinado a impedir que los vehículos de ayuda sean bombardeados.

La directora del país de Aneras Palestina, Sandra Rasheed, dijo a The Guardian, que este es un incidente impactante. El convoy, que fue coordinado por Anera y aprobado por las autoridades israelíes, incluía a un empleado de Anera que afortunadamente resultó ileso.

Tragically, varias personas, todas empleadas por la empresa de transporte con la que trabajamos, murieron en el ataque. Estaban en el primer vehículo del convoy.

El ejército israelí confirmó que la ruta había sido coordinada, pero aseguró que sus fuerzas atacaron a hombres armados que buscaban secuestrar el convoy.

A pocas horas del ataque aéreo, soldados israelíes abrieron fuego contra un vehículo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) claramente marcado con insignias de la ONU. Las fuerzas israelíes dispararon 10 balas contra las ventanas del vehículo cuando se acercaba a un puesto de control del ejército en la zona de Wadi Gaza.

Debido a que el vehículo estaba blindado con vidrios reforzados, ninguno de los pasajeros murió o resultó herido.

Cindy McCain, la jefa del PMA, caló el tiroteo totalmente inaceptable.

El 1o de abril, el ejército israelí mató a siete trabajadores humanitarios en un ataque con drones contra un convoy dirigido por la organización benéfica World Central Kitchen (WCK), con sede en Estados Unidos, en Deir al-Balah, en el centro de la Franja de Gaza.

El dron israelí bombardeó el convoy cuando salía de un almacén de WCK. Entre las víctimas se encontraban el palestino Saifeddin Issam Ayad Abutaha; los británicos John Chapman, James Kirby y James Henderson; el doble ciudadano canadiense Jacob Flickinger; el australiano Lalzawmi Frankcom; y el ciudadano polaco Damiam Sobol.

El 29 de febrero, las fuerzas israelíes mataron a más de 100 palestinos que trataban de recibir ayuda de un convoy humanitario.

Los testimonios reunidos de los palestinos que sobrevivieron a la masacre de «la harina», describían a las fuerzas israelíes abriendo fuego indiscriminadamente contra la multitud, causando que los congregados huyeran y que los camiones se alejaran. Los médicos de los hospitales de Gaza informan que la mayoría de los heridos tenían heridas de bala, lo que sugiere que la mayoría de los muertos murieron por disparos israelíes.

La revista No 972 citó el testimonio de Abdel Jalil al-Fayoumi, de 22 años, cuyo primo recibió un disparo en la cabeza y murió por disparos israelíes contra el convoy. Fayoumi explicó que los camiones de ayuda llegaron justo antes del amanecer y fueron arrollados por la multitud. No pude ver el camión; acabo de ver sus luces y a la gente corriendo hacia él.

De repente, los intensos disparos estallaron desde los tanques israelíes. Me separé de mi tío y mi primo. No sabía lo que estaba pasando; sólo quería sobrevivir y escapar. Todos gritaban y huían. Había cuerpos en el suelo y heridos llorando pidiendo ayuda.