Argentina. Nieto 131 recuperado. Apertura de todos los archivos. Debemos recuperar a todos

Fuente: https://kaosenlared.net/argentina-nieto-131-recuperado-apertura-de-todos-los-archivos-debemos-recuperar-a-todos/                                                             24 de diciembre de 2022

Desde el año 1987 el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) funcionaba en el Hospital General de Agudos Dr. Carlos G. Durand, el que pertenece al sistema de salud del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Pero desde el año 2014, un convenio entre el gobierno de la ciudad y el gobierno nacional, estableció el traspaso del BNDG a un laboratorio de una clínica privada. Una decisión política de transformar en un asunto privado con fines lucrativos, arrebatando de este modo un elemento determinante para la defensa y la universalización del derecho a la identidad.

En aquel entonces, hablamos del año 2014, Chicha Mariani, Elsa Pavón, Mirta Baravalle, como abuelas fundadoras, junto a víctimas y familiares de niñxs apropiadxs bajo la dictadura militar y en etapas de gobiernos democráticos, militantes y organismos defensores de derechos humanos y trabajadores del BNDG se opusieron a la medida y presentaron un documento para impedir el desmantelamiento del BNDG, y el traslado del mismo a una entidad  privada, y que el Gobierno de la Ciudad preserve la autonomía del Banco y la estabilidad laboral del personal que trabajaba en este organismo. Asimismo interpusieron una demanda contra el Poder Ejecutivo solicitando medidas cautelares contra el traslado del BNGD, entidad pública y gratuita para todxs que pudieran ser hijxs de desaparecidxs durante la dictadura genocida, y que abarcaba también a hechos tan graves como la trata de personas, el tráfico de bebés y la desaparición forzada de personas.

Habitualmente se recibían en el Hospital Durand, prácticamente 20 personas por día, que necesitaban conocer su identidad, de lo público a lo privado, ya que desde entonces los análisis y estudios se pagan, la exclusión quedó naturalizada.

Como naturalizada está la banalidad obscena de las fiestas de fin de año en lo que fueron centros clandestinos de detención, tortura y exterminio.

La privatización de instituciones públicas, rompe el acceso y el ejercicio de los derechos de lxs ciudadanxs, la política pública debe garantizar el derecho a la identidad; los laboratorios privados garantizan sus fines lucrativos.

Como muchas abuelas, Chicha Mariani falleció sin reencontrarse con Clara Anahí.

Mirta Baravalle, ha luchado toda su vida esperando recuperar su nieta o nieto nacidx en cautiverio, Camila y/o Ernesto, como tantas otras abuelas que buscan a los casi 400 nietxs que faltan, que nos faltan a todxs, que les faltan a la memoria, que faltan a lxs compañerxs de sus mamás, papás, le faltan a la sociedad toda que padeció el genocidio.

La ignominia de las fiestas en los ccdt y e, son una patética demostración de un fascismo societario que corroe la ética, la dignidad,  Quizás en esos espacios reconvertidos en salones de fiestas, haya armarios perdidos en rincones, dónde están los archivos que reclamamos día a día.

La alegría por la recuperación de la identidad de un hijo de desaparecidos, es innegable y atraviesa a todxs lxs militantes de manera muy especial….

Imaginemos cuando se arranque con la lucha, el destino de los 400 que nos faltan… entonces el día a día será una sonrisa.

Andrea Benites-Dumont, Turca.

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