Argentina: Fernandez alienta negacionismo fascista de oligarquía y Vaticano…

Fuente; https://elsudamericano.wordpress.com/2020/02/23/el-gobierno-fernandez-alienta-el-negacionismo-fascista-del-vaticano-y-la-oligarquia-sobre-los-crimenes-de-la-dictadura-civico-militar-eclesiastica-en-argentina/                                                                                  AEDD – Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos                                            

EL GOBIERNO FERNÁNDEZ ALIENTA EL NEGACIONISMO FASCISTA DE LA OLIGARQUÍA Y EL VATICANO SOBRE LOS CRÍMENES DE LA DICTADURA CÍVICO MILITAR-ECLESIÁSTICA EN ARGENTINA

NO DAMOS VUELTA LA PAGINA

Por AEDD – Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos

A pocas semanas de conmemorarse en Argentina el 44 aniversario del golpe genocida de 1976, volvemos a poner en palabras nuestro más enérgico repudio a cualquier intento de actitud reconciliatoria con las fuerzas represivas.

En un acto realizado en el día de ayer en las instalaciones del CAECOPAZ (Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz) ubicado en Campo de Mayo, el presidente Alberto Fernández dio la bienvenida a los nuevos jefes y manifestó su «alegría por el hecho de que hoy todos los oficiales y suboficiales son hombres de la democracia, egresaron de sus escuelas en democracia y esto amerita que de una vez por todas demos vuelta la página y celebremos”.

La profundidad del daño que generan estas declaraciones es abrumante para quienes seguimos sosteniendo tras décadas la lucha por memoria, verdad y justicia y la reivindicación de nuestr@s 30.000 compañer@s detenid@s desaparecid@s.

¿Con qué cara se puede decir a una familia que aún continúa buscando los restos de sus seres querid@s y algún mísero dato sobre dónde permaneció secuestrad@ y desaparecid@, que dé vuelta la página?

¿Con qué mirada se sostiene la vista hacia un abuelo o abuela, muy ancianxs, que dé vuelta la página cuando sigue buscando a su niet@ apropiad@? y a un tìo, una tìa, un hermano, una hermana, que busca a su sobrinx o a su herman@?

¿Con qué valores éticos y políticos se le dice a un pueblo entero que durante años dio –y sigue dando– con todas sus fuerzas una batalla por la memoria social, por los juicios a los genocidas, por la reconstrucción de las historias de l@s 30.000, que hay que dar vuelta la página? cuando hemos vivido como pueblo las más crudas represiones en dictadura y en democracia, y cuando sabemos ya comprobadamente que las formas de vigilar y castigar se transmiten de generación en generación dentro de las escuelas de las fuerzas represivas.

POLITICIDIO

El terrorismo de estado fue plan sistemático de secuestro, tortura, desaparición y muerte de personas, como así también la apropiación de niños. Ese plan fue llevado adelante a través de la represión clandestina organizada en cientos de campos de concentración a lo largo y ancho de la Argentina. Ese plan fue instrumentado no por «algunos» sino por el conjunto de las fuerzas armadas y el resto de las fuerzas represivas, con la participación de empresas, la iglesia y otras instituciones. Todo desarrollado de manera planificada y sistemática. La madeja de impunidad y complicidades no ha sido desmantelada a lo largo de todos estos años. Aun no tenemos respuesta sobre qué pasó con todos y cada uno de l@s 30.000 desaparecid@s. Existen centenares de jóvenes que fueron apropiad@s y aún no conocen su identidad. Los culpables no han sido identificados ni juzgados en su totalidad, continuando la «carga de la prueba» sobre las espaldas de l@s sobrevivientes y el pueblo argentino que ha develado tantas evidencias y continúa denunciando a los genocidas y sus cómplices; mientras al mismo tiempo la justicia otorga domiciliarias a los condenados, dicta sentencias con penas irrisorias para luego dejarlos en libertad y dilata de manera interminable el comienzo de juicios para que los culpables mueran en la impunidad.

Por todo eso no podemos dar vuelta la página. Pero también porque sabemos que los genocidas siguieron enseñando a torturar, a desaparecer, a violar, a asesinar, en «sus escuelas en democracia». Prueba de ello son los desaparecidos y asesinados de La Tablada, los compañer@s reprimid@s y asesinad@s en los cortes de ruta en los 90, Darío Santillán, Maximiliano Kosteki, Julio López, Carlos Fuentealba, Luciano Arruga, Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, las pibas desaparecidas y asesinadas por las redes de trata, lxs pibes torturadxs en cárceles y comisarías, entre tantxs violentadxs por las «fuerzas de seguridad de la democracia». Por todo eso no podemos dar vuelta la página.

A 44 años del golpe genocida seguimos exigiendo.

¡¡CÁRCEL COMÚN, PERPETUA Y EFECTIVA PARA TODOS LOS GENOCIDAS..!!

¡¡APERTURA DE LOS ARCHIVOS DE LA DICTADURA..!!

¡¡RESTITUCIÓN DE TODAS LAS y LOS JÓVENES APROPIADOS..!!

NO OLVIDAMOS-NO PERDONAMOS-NO NOS RECONCILIAMOS

30.000 COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS DETENIDOS Y DETENIDAS DESAPARECIDOS PRESENTES..!!

ASOCIACIÓN de EX-DETENIDOS DESAPARECIDOS

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NI OLVIDO NI PERDÓN, NI RECONCILIACIÓN

por CORREPI

“Quiero darles la bienvenida a los nuevos jefes y manifestar mi alegría por el hecho de que hoy todos los oficiales y suboficiales son hombres de la democracia, egresaron de sus escuelas en democracia y esto amerita que de una vez por todas demos vuelta la página y celebremos”,

Así dijo el presidente Alberto Fernández en un acto en Campo de Mayo, flanqueado por las cúpulas saliente y entrante de las fuerzas armadas.

La frase, inequívocamente encuadrada en la política de reconciliación popular con las FF.AA., parte de una premisa falsa, la de pretender que un uniformado, por haber sido reclutado y formado durante un gobierno constitucional, no será un represor.

Así como hace cuatro décadas los organismos de Derechos Humanos que conservan su independencia del Estado repudian esa lógica, como organización antirrepresiva CORREPI ha señalado, casi por el mismo tiempo, que es igual de falaz la subsecuente afirmación de que, del mismo modo, la represión en democracia sería consecuencia de la existencia de “bolsones de autoritarismo” al interior de las fuerzas de seguridad, “herencia” de la dictadura.

En febrero de 1996, fue el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, confrontado por una serie de episodios represivos de marcada trascendencia pública, quien elaboró en igual sentido y, para despegar su conducción política de toda responsabilidad, dijo aquello de que “existe un vínculo entre estos hechos y los resabios de la última dictadura militar en el seno de la policía de la Provincia de Buenos Aires”.

CORREPI le respondió con ejemplos concretos, que ya entonces mostraban que la mayoría de los autores de fusilamientos de gatillo fácil y torturas eran personas reclutadas y formadas –incluso nacidas- con posterioridad al fin de la dictadura cívico-militar-eclesiástica. En 2020, la evidencia que surge del abrumador número de hechos semejantes, que llegaron en los pasados cuatro años a representar una muerte a manos de las fuerzas de seguridad estatales cada 19 horas, nos exime de enumerar caso tras caso, sin perjuicio de que todos pueden ser consultados en nuestro Archivo 2019.

Otro dato histórico devela que la represión en democracia no es simple derivación del terrorismo de estado. Fueron los policías, como el comisario Ernesto Frimón Weber, alias “el maestro” o “220”, quienes enseñaron a usar la picana y otros métodos de tortura a los marinos en la ESMA o a los militares en otros CCD. Basta consultar los textos de más de 60 años de antigüedad de Rodolfo Walsh sobre el gatillo fácil y las muertes y torturas en lugares de detención para comprender que no fue la dictadura la que parió la represión en democracia, sino que son formas distintas de reprimir según las necesidades del poder en cada etapa.

A 44 años del golpe y 37 de la restauración institucional, el argumento hace todavía más agua. La idea de “los remanentes” permite presentar el gatillo fácil o las torturas como un resabio de la dictadura, que la democracia no ha sabido resolver, y se despega de la responsabilidad directa, como autor de una política de estado, al gobierno de turno. Planteado así el problema, sólo se trataría de fortalecer las instituciones, los mecanismos democráticos de participación ciudadana y los dispositivos de control. La realidad represiva de las pasadas tres décadas y media ratifica el fracaso de esa posición, y muestra que no es posible “dar vuelta la página” mientras subsistan los mecanismos estatales de opresión y represión.

Ni olvido ni perdón ni reconciliación.

Ni con los milicos de ayer ni con los policías, prefectos, gendarmes y servicios penitenciarios de hoy.

Juicio, castigo y cárcel efectiva a los represores de ayer y de hoy

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NO FUERON “CONDUCTAS INAPROPIADAS” FUE GENOCIDIO

por Liga Argentina por los Derechos del hombre

Se requiere urgente rectificación de los dichos presidenciales.

No fueron “conductas inapropiadas” sino graves violaciones a los derechos humanos, actos de terrorismo de Estado que en su conjunto constituyeron un Genocidio, cuya banalización es la ejecución simbólica del mismo.

Según la Agencia Oficial de noticias Telam (bajo la presidencia de Bernarda Llorente), cable del 21/2/20; en el contexto de la despedida de un grupo de soldados que viajan a una misión de la ONU: “El presidente Alberto Fernández remarcó que el país cuenta con «Fuerzas Armadas totalmente integradas a la sociedad” y, en ese sentido, consideró que «toda la Argentina debe dar vuelta una página, una página que nos distanció mucho tiempo por la inconducta de algunos», en referencia a la última dictadura militar”

Denominar “conductas inapropiadas de algunos” a lo que fue un Plan Sistemático de Exterminio, planificado y ejecutado bajo la supervisión y conducción del gobierno de los EE.UU. que procuraba el dominio total de la región en el marco de la llamada Guerra Fría contra el comunismo constituye un claro acto de negacionismo, de esos que el propio Presidente proponía sancionar jurídicamente hasta hace unos pocos días.

Así como no pensamos discutir la cifra de los treinta mil compañeros desaparecidos, tampoco pensamos reabrir debates política, jurídica y académicamente saldados: son treinta mil, fue genocidio y hay presos políticos.

Reclamamos la inmediata rectificación por parte del Presidente de los dichos sobre las conductas inapropiadas que nos agravian de manera directa (en la Liga militamos compañeras y compañeros que somos sobrevivientes al Genocidio, abogadas y abogados que durante más de doce año luchamos contra la impunidad estatal y una nueva generación que creció en política de la mano de la lucha por Memoria, verdad y justicia) y como parte de un enorme colectivo plural de millones que derrotamos el dos por uno y todas las políticas negacionistas de Macri y sus cómplices civiles y militares.

Banalizar los hechos del genocidio con “conductas inapropiadas de algunos” y pretender resolver problemas bien complejos como es el de las relaciones de la sociedad con los aparatos estatales armados confronta con las tradiciones de lucha democráticas y de defensa de los derechos humanos que sostenemos desde 1937, y que nos proponemos honrar en estos días.

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