Ante la pandemia: Decálogo de transformación

Fuente: http://loquesomos.org/ante-la-pandemia-decalogo-de-transformacion/                                                                                                                Varies autores                                                                                                                        

Varies autores*. LQS. Marzo 2020

LA LEY 15/97 DE NUEVAS FORMAS DE GESTIÓN ES LA LLAVE QUE HA ABIERTO LA PUERTA al deterioro y saqueo de la sanidad pública. En este contexto de precariedad y deterioro solo podemos plantear algunas alternativas para esta pandemia:

1- La sanidad pública, incluso la que recogía la ley general de sanidad exceptuando el tramposo artículo 90, deja claro que esta trabajará la educación para la salud al igual que la prevención, eso nos da un enfoque comunitario que habría permitido detectar la morbilidad en los grupos de riesgo.

Alternativa en estas condiciones:

Reorganización de la atención primaria reforzándola con una estructura mucho más fuerte en medios y personal.

2- El modelo público contemplaba una ratio determinada de camas para cubrir las necesidades de los distintos servicios críticos, comenzando por quirófanos (la lista de espera que generó ese deterioro satura las camas que no pueden ser ocupadas por pacientes de urgencias con la inmediatez que se necesita, originando a su vez saturación de pacientes ya ingresados en este servicio). Hacer frente a una pandemia de estas características con una curva creciente tan acelerada se hace prácticamente imposible en estas condiciones de reducción de camas por un lado y sobrecarga por otro, esto da lugar a la suspensión de cirugías, consultas externas etc..

Alternativa en estas condiciones:

Dotación de camas en los puntos de atención continuada (PACS). Pequeño laboratorio de urgencias, más RX simple.

Profesionales de todas las categorías en todas las zonas básicas de salud.

3- La sanidad privada en los últimos años absorbe un presupuesto que supuso el doble que la pública de 2016 a 2017 ;

No es posible afrontar esta situación con esta precariedad en recursos que han ido a parar a la privada.

La sanidad privada no asume esta pandemia y no se están viendo por parte del gobierno medidas contundentes de cara a poner a disposición de la pública los recursos materiales, instalaciones etc. tal como se anunció en prensa hace unos días

Alternativa en estas condiciones

La sanidad privada ha demostrado en medio de esta crisis sanitaria, económica, social y política que su ánimo depredador (en forma de ERE en pleno desastre o de ingentes cantidades de dinero por hacer las pruebas del COVID-19 a los usuarios) no le permite colaborar con un concepto colectivo de salud. Ya no tiene razón de ser….ni un euro más para la privada.

4- Una sanidad pública debe y puede prever catástrofes y situaciones de esta naturaleza. Para ello la previsión hospitalaria debería ser de al menos un 10% del total de las camas, así como los recursos y formación necesaria a todo el personal sanitario y no sanitario de cara a abordar situaciones como esta.

5- La no participación de usuarios y ni siquiera de profesionales sanitarios (que es lo que le daría el carácter realmente público y que recogía tímidamente la ley general de sanidad 14/1986) en las mesas sectoriales impiden la información y organización comunitaria de cara a situaciones de esta naturaleza.

Alternativa en estas condiciones:

Procurar coordinación entre las organizaciones de usuarios/as y el organismo donde se tomen las decisiones a nivel sanitario para poder tejer esa comunicación, instrucciones, colaboración y aportaciones que provengan de estos representantes de usuarios.

6- Una sanidad pública, universal, gratuita y de calidad no habría permitido los recortes en personal (enfermería, tcaes, médicos) de forma tan salvaje como se produjo desde 2010, incluso antes.

Alternativas en estas condiciones:

Establecimiento de turnos de 30 horas semanales a fin de no agotar mentalmente al personal sanitario; aumento de la plantilla de enfermeras, tcaes, médicos y celadores para reforzar los turnos durante la atención a positivos y «posibles», así como a pacientes con patologías comunes. Para ello: centralización de estos pacientes en hospitales de campaña o los ya construidos que no podrán depender en cuanto a recursos humanos del hospital de referencia.

7- Una sanidad pública invierte en calidad y no en beneficio: los recursos materiales tampoco se hubieran expoliado, las instalaciones se habrían mantenido y mejorado. Inversión suficiente para la dotación de equipos de diagnóstico exclusivos y a poder ser portátiles para este tipo de pacientes.

8- Una sanidad pública contempla absolutamente la seguridad y salud laboral de su personal sanitario.

Alternativa en estas condiciones:

Empezando por aceptar las donaciones de China (referente en el correcto abordaje de esta pandemia). Distribución correcta de estos equipamientos a fin de garantizar la protección del personal y pacientes; establecimiento de un protocolo aplicando estudio científico sobre necesidad de esa protección y formación a médicos y todo el personal sanitario. Test para todo el personal sanitario en contacto con COVID-19

9- Una sanidad pública ejerce un plan real de humanización de la asistencia.

Alternativas en estas condiciones:

Reorganización de ese plan para ajustarlo de forma real a estas circunstancias. La intensa atención y recursos para pacientes infectados ha supuesto la cancelación de numerosas intervenciones que conllevan también su gravedad en el caso de que se alarguen en el tiempo (cardiopatías, oncológicos, etc.)

Urge la atención de estos primeros pacientes en los hospitales de campaña y centros habilitados para desbloquear esta situación que pondría en riesgo la vida de pacientes con otras patologías.

10- Una sanidad pública invierte en investigación, lo que nos habría facilitado el avance en el abordaje si no precoz, al menos temprano de esta pandemia.

Alternativas en estas condiciones:

Reincorporación del personal de investigación de La Fe que fue cesado hace meses.

Obligatoriedad de la formación profesional continua a fin de permanecer al día en cuanto a novedades de protocolos, instrucciones del ministerio y criterios epidemiológicos para poder abordar esta pandemia con el acierto que requiere el momento.

Por todos estos motivos:

DEROGACION DE LA LEY 15/97 Y REVERSIÓN A MANOS PÚBLICAS DE LO YA PRIVATIZADO, FUERA EMPRESAS DE LA SANIDAD

#Somossanidadpublica

* Somos un grupo de sanitaries del País Valenciá que tras luchar durante varios años contra la privatización sanitaria en este estado y en plena crisis global con nombre de pandemia nos reafirmamos más que nunca por todo aquello por lo que luchamos. Ahora nos va la vida en esa transformación.

 A mi compañera fallecida por el COVID-19
– Aplausos SÍ, pero con algo más

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