▲ En los cinco continentes hubo ayer protestas contra los bombardeos estadunidenses sobre Irán, en urbes como Washington, Nueva York, Boston, Los Ángeles, Toronto, Sídney, Bagdad, Lahore, Karachi, Kolkata y Rabat. La imagen, en la ciudad de Quezon, Filipinas. Mañana y el miércoles se desarrollará en La Haya la cumbre de la OTAN. Foto Ap
El líder supremo iraní, Alí Jamenei (der.), y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. (Diseño: Palestine Chronicle)
De todos modos, el ataque a Irán no tiene que ver con armas nucleares, sino con el objetivo de que Israel destruya un Estado que se interpone en el camino de su plena hegemonía regional.
Tras siglos de dominar los mundos musulmán y árabe mediante la guerra, la invasión, la ocupación y la subversión, Occidente se acerca a lo que debe ser el apogeo de su violencia desenfrenada, insensata y racista. Un recordatorio, por supuesto, de que la guerra contra los países musulmanes ha sido siempre un subconjunto de la guerra que el Occidente imperial ha librado durante medio milenio contra el resto del mundo.
Netanyahu está entusiasmado con los ataques de Trump a Irán, como también lo estarán los fabricantes de armas que solían amar al sha de Irán.
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El presidente Donald Trump habla desde la Sala Este de la Casa Blanca en Washington,el sábado 21 de junio de 2025, después de que el ejército estadounidense atacara tres instalaciones nucleares y militares iraníes. {Carlos Barria/Pool vía AP]
Parece que fue ayer cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impulsaba una “solución diplomática” a la cuestión nuclear iraní.
Ahora, Estados Unidos se ha sumado al ataque ilegal de Israel contra Irán, atacando tres instalaciones nucleares iraníes el sábado en lo que Trump ha calificado como un “ataque muy exitoso”.
UOL Eduarda Esteves y Jamil Chade Sao Paulo
23/06/2025 13:49
Irán lanzó hoy ataques con misiles contra la mayor base militar estadounidense en Medio Oriente, ubicada en Qatar, en represalia por los ataques estadounidenses a las instalaciones nucleares iraníes del sábado.
Qué pasó
El ataque del Estado de Israel contra Irán el viernes 13 de junio se ha presentado como basado en la amenaza de que la República Islámica de Irán adquiera capacidad nuclear. Sin embargo, un análisis más detallado revela que la cuestión nuclear es un pretexto para una operación de cambio de régimen diseñada tanto para asegurar el dominio militar israelí en Asia Occidental como para mantener la hegemonía global de Estados Unidos.
Estados Unidos ha bombardeado Irán, tal como anteriormente bombardeó Irak y Libia.
En cuestión de días, quizás horas, podríamos esperar que la Casa Blanca anuncie reuniones con una coalición dispuesta de expatriados políticos iraníes, a quienes se describirá como un gobierno en el exilio. Los bombardeos continuarán. Obama describió la estrategia de bombardeos y sanciones como una «degradación» de la capacidad de resistencia del país objetivo. «Desangramiento» sería otra palabra.
El asesinato de líderes es parte de un método ancestral. Crea caos para allanar el camino a un cambio de régimen.
Mahmoud Khalil, estudiante de posgrado en la Universidad de Columbia y activista por los derechos del pueblo palestino, fue liberado de la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Jena, Luisiana, a las 7:00 p.m. hora local del viernes, después de más de tres meses de detención por parte de la administración de Trump.
Su liberación ocurrió pocas horas después de un fallo del juez de distrito federal Michael Farbiarz del Distrito de Nueva Jersey, quien rechazó los argumentos de la Casa Blanca y determinó que Khalil, residente legal permanente, no representaba ni un riesgo de fuga ni un peligro para la comunidad.
Mahmoud Khalil en The Encampments
El juez describió las acciones del gobierno como “altamente inusuales” y escribió:
Hay al menos algo de verdad en la afirmación subyacente de que se está intentando utilizar el cargo migratorio aquí para castigar al peticionario—y por supuesto, eso sería inconstitucional.
El juez Farbiarz ordenó que Khalil “sea liberado hoy mismo de la custodia de inmigración”. Fue liberado bajo fianza, con condiciones que incluyen la entrega de su pasaporte y restricciones para viajar únicamente a Nueva York, Nueva Jersey, Michigan, Washington D.C. y Luisiana, donde continuarán sus procesos migratorios.
Khalil aún enfrenta cargos ante el tribunal de inmigración, presentados por la administración de Trump. La Casa Blanca busca su deportación con base en alegaciones de omisiones en su solicitud de residencia permanente (green card). Estos cargos fueron presentados después de que la justificación inicial del gobierno, basada en una supuesta amenaza a la “seguridad nacional”, fuera anulada por la corte.
La decisión del viernes se suma al fallo anterior del juez Farbiarz del 11 de junio, el cual bloqueó al gobierno de detener a Khalil únicamente con base en la determinación del secretario de Estado Marco Rubio de que su presencia amenazaba la política exterior de EE.UU. Farbiarz determinó que esa justificación no podía prevalecer sobre las protecciones constitucionales y que usar la ley de inmigración para tomar represalias contra el discurso protegido de Khalil probablemente era inconstitucional.
El gobierno entonces cambió su justificación hacia supuestas falsedades en la documentación migratoria de Khalil, pero Farbiarz desestimó esto como motivo insuficiente para prolongar su detención, señalando que casos de este tipo “prácticamente nunca” se procesan de esta manera.
Al salir del centro de detención del ICE, Khalil se dirigió a la prensa y a sus simpatizantes:
Aunque finalmente se ha hecho justicia, ya llega demasiado tarde. Esto no debió tardar tres meses. Trump y su gobierno eligieron a la persona equivocada para esta situación. Nadie debería ser detenido por protestar contra un genocidio ni por enfrentarse a la Universidad de Columbia.
Agregó:
Mi prioridad ahora es reunirme con mi esposa y mi hijo. Aunque la justicia prevaleció, ha tardado demasiado. Ahora por fin puedo abrazar a Noor, mi esposa, y a nuestro hijo sin mirar el reloj.
La esposa de Khalil, la doctora Noor Abdalla, quien dio a luz a su hijo mientras Khalil estaba detenido, expresó su alivio por la terrible experiencia vivida por su familia:
Después de más de tres meses, finalmente podemos respirar con alivio y saber que Mahmoud está de regreso a casa conmigo y con Deen, quien nunca debió haber sido separado de su padre. … Sabemos que este fallo ni siquiera comienza a rectificar las injusticias que la administración de Trump ha infligido a nuestra familia y a tantas otras personas que el gobierno está tratando de silenciar por alzar la voz contra el genocidio continuo de Israel contra los palestinos. Pero hoy celebramos que Mahmoud regrese a Nueva York para reunirse con nuestra pequeña familia, y con la comunidad que nos ha apoyado desde el día en que fue injustamente detenido por defender la libertad del pueblo palestino.
Relató la experiencia:
Mi esposo fue arrancado de mi lado en plena madrugada. Fue uno de los momentos más aterradores de mi vida. No creo haber experimentado algo más espeluznante que eso.
La vocera de la Casa Blanca, Abigail Jackson, condenó la decisión judicial de liberar a Khalil. Declaró que debía ser deportado por “conductas perjudiciales para los intereses de la política exterior de EE.UU.” y por presuntamente obtener una visa de estudiante de manera fraudulenta. Jackson también afirmó:
No existe base jurídica para que un juez federal local en Nueva Jersey—quien carece de jurisdicción—ordene la liberación de Khalil desde un centro de detención en Luisiana. Esperamos que la decisión sea revertida en la apelación.
La orden del juez Farbiarz se basó en las garantías constitucionales contra la detención arbitraria y las represalias por el ejercicio de la libertad de expresión. En su extenso fallo del 11 de junio, Farbiarz ya había concluido que el uso de una disposición oscura de la Ley de Inmigración y Nacionalidad—la sección 1227—para detener e intentar deportar a Khalil era “probablemente inconstitucional”.
El juez determinó que la valoración del secretario de Estado, invocada por Marco Rubio, no podía superar legalmente los derechos de Khalil como residente permanente, ni utilizarse como represalia por su activismo político. “El Tribunal determina como hecho que la carrera y la reputación del peticionario están siendo dañadas, y que su expresión está siendo reprimida—lo cual constituye un perjuicio irreparable”, escribió Farbiarz.
El equipo legal de Khalil, que incluye representantes del Centro por los Derechos Constitucionales, la ACLU y otras organizaciones de derechos civiles, ha sido enfático en condenar las acciones del gobierno. Han subrayado la urgencia de reunir a Khalil con su esposa y su hijo recién nacido, declarando: “Cada día que Mahmoud pasa recluido en el centro de detención del ICE en Jena, Luisiana, es un ultraje contra la justicia, y no dejaremos de luchar hasta que sea liberado”.
Los abogados también destacaron las implicaciones más amplias del caso sobre la libertad de expresión y el debido proceso legal. “La decisión del tribunal es hasta ahora la reivindicación más significativa de los derechos de Mahmoud”, dijo Ramzi Kassem del Centro por los Derechos Constitucionales. “Esto confirma lo que Mahmoud ha sostenido desde el primer día: que el gobierno no puede detenerlo ni deportarlo únicamente con base en lo que diga Rubio”.
Desde su llegada al poder, la administración de Trump ha intensificado su campaña contra estudiantes que han participado en protestas en oposición al genocidio en Gaza y han denunciado la campaña estadounidense-israelí de limpieza étnica contra los palestinos en ese enclave. La detención de Khalil el 8 de marzo de 2025 fue la primera conforme a la política de Trump de atacar a estudiantes involucrados en el activismo propalestino.
Otros estudiantes, incluidos Mohsen Mahdawi de la Universidad de Columbia, Rumeysa Ozturk de la Universidad Tufts, Badar Khan Suri de la Universidad de Georgetown y Momodou Taal de la Universidad Cornell, también han enfrentado detención y procesos de deportación.
Las acciones del gobierno han sido denunciadas como tácticas reminiscentes de las cacerías de brujas de la era de McCarthy, y jueces en casos relacionados han comparado las conductas del Estado con las campañas anticomunistas de los años 50. El hecho de atacar a estudiantes por sus creencias políticas y activismo representa un ataque directo a la Primera Enmienda y al principio de libertad académica.
La detención de Khalil desató una oleada de apoyo público y una oposición masiva a los ataques de la administración de Trump contra los derechos democráticos. Se han realizado protestas en Nueva York y Washington D.C., con estudiantes, académicos y defensores de las libertades civiles exigiendo la liberación inmediata de Khalil y el fin de la persecución a los activistas pro-palestinos.
La campaña contra estudiantes internacionales y nativos que han denunciado el genocidio en Gaza forma parte de un asalto más amplio contra los inmigrantes y sus derechos democráticos dentro de EE.UU. La administración de Trump ha recurrido a los métodos de la Gran Mentira—incluida la afirmación de que oponerse al genocidio en Gaza es “antisemitismo”—para atacar no solo a personas indocumentadas sino también a residentes legales e incluso ciudadanos que expresan disidencia política.
Esta estrategia está diseñada para intimidar y silenciar la oposición a las políticas fascistas de Trump tanto a nivel nacional como internacional. Al apuntar contra personas como Mahmoud Khalil, la administración envía un mensaje intimidante a cualquiera que se atreva a denunciar la injusticia y los crímenes de guerra. La movilización política en apoyo a Khalil demuestra el amplio respaldo popular que existe en defensa de los derechos democráticos fundamentales frente a la creciente amenaza de dictadura.
El gobierno de coalición del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Sumar, encabezado por el presidente Pedro Sánchez, está envuelto en un escándalo de corrupción cada vez más profundo que amenaza con hacer caer a la administración
La creciente crisis está planteando la posibilidad de elecciones anticipadas que, según la mayoría de las encuestas, probablemente entregarían el poder al derechista Partido Popular (PP) y al ultraderechista Vox.
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en diciembre de 2023 [Foto de Flickr/La Moncloa – Gobierno de España/CC BY-NC-ND 2.0] [Photo by Flickr / La Moncloa – Gobierno de España / CC BY-NC-ND 2.0]
En el centro de las acusaciones se encuentra Santos Cerdán, uno de los aliados más cercanos del presidentePedro Sánchez y, hasta la semana pasada, secretario de Organización del PSOE. Cerdán dimitió tras verse involucrado en una creciente investigación de corrupción dirigida por la Guardia Civil, que destapó una red de sobornos, tráfico de influencias y especulación con contratos públicos.
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