Redacción internacional Martes 30 de septiembre 21:30
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Lo que tenés que saber ahora
En la madrugada del 1 de octubre, los barcos de la Global Sumud Flotilla vivieron un momento tenso tras avistar un buque militar israelí a pocos metros de ellos y un submarino encendiendo sus luces bajo el agua.
Durante estos movimientos intimidatorios sufrieron un ciberataque los barcos Alma y Sirius lo que causó muchos daños a sus dispositivos y en la mañana de este miércoles siguen teniendo problemas de conectividad. Se activaron los protocolos de seguridad, e incluso después de la partida de los buques militares, las tripulaciones permanecieron en alerta.
A pesar de la intimidación de Israel, la Flotilla sigue su rumbo. Ahora se encuentran a 118 millas náuticas de Gaza, y a solo 8 millas náuticas de donde fue interceptado el barco Madleen de la anterior Flotilla.
Se encuentra en zona de riesgo y pide máxima alerta de seguimiento ante cualquier ataque e intento de intercepción por parte de Israel.
En una rueda de prensa celebrada el miércoles, los organizadores de la «Global Sumud Flotilla» han realizado una actualización sobre la situación y los recientes ataques e intimidación israelíes.
Bruno Gilga, miembro de la Red Internacional Izquierda Diario y parte de la misión desde el Sirius, explica la situación.
Los miembros de la Flotilla están transmitiendo en vivo la acción de los barcos y lo seguiran haciendo como medida de seguridad para que todo el mundo pueda verlos. También tienen un rastreador en tiempo real que sitúa la ubicación de cada embarcación.
Publicamos a continuación el último comunicado oficial de la GSF:
Exige a tu Gobierno un paso seguro
El fracaso de los gobiernos ha obligado a los ciudadanos comunes a asumir riesgos extraordinarios simplemente para cumplir sus obligaciones legales y morales: entregar ayuda humanitaria y abrir un corredor marítimo que se necesita desesperadamente.
El asedio asesino impuesto a Gaza desde 2007 ha devastado a todos los sectores. Hoy la situación es más que catastrófica.
Como mínimo, los gobiernos deberían exigir un paso seguro para esta misión legal y, lo más importante, vital.
