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Con muchas entregas de armas secretas y no tan secretas de todo el mundo y los restos de la infraestructura del ejército de ocupación británico, Israel estaba militarmente bien equipado, pero no lo suficientemente bien según sus propios estándares. Sin embargo, continuar construyendo un ejército técnicamente capaz de dar a Israel un papel central en la región como un todo era una prioridad para los gobiernos israelíes.

En 1956 Israel atacó a Egipto por la nacionalización del Canal de Suez y sacó las castañas del fuego en nombre de Occidente. Esto demostró su idoneidad militar. Las importaciones israelíes directas de armas desde, por ejemplo, EE. UU. o Francia siguieron siendo difíciles. La República Federal ayudó y envió armas estadounidenses, francesas y de otro tipo desde las existencias de la Bundeswehr a Israel, supuestamente sin el conocimiento de los proveedores originales.

El Acuerdo de Luxemburgo4 de 1952 ya incluía el armamento como parte de los pagos de compensación a Israel. Como entidad estatal, Israel actuó como una especie de destinatario colectivo de la culpa alemana por el Holocausto. A partir de 1955, el astillero Burmester construyó dos lanchas patrulleras para Israel5. Debido a las restricciones de armamento para la República Federal de Alemania, la construcción tuvo que realizarse en Inglaterra. Eludir las regulaciones de exportación inconvenientes mediante la deslocalización de la producción o el montaje en el extranjero era un patrón recurrente.

En 1957, el ministro de Defensa alemán, Franz Josef Strauss, y el director general del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, Shimon Peres, se reunieron en secreto por primera vez y sentaron las bases de una cooperación armamentista, que estaba oculta a cualquier control democrático. En ese momento, los israelíes estaban preocupados por encontrar una forma de adquirir sistemas de armas que fuera lo más discreta y barata posible: las divisas siempre escaseaban. Peres y sus compañeros querían, entre otras cosas, aviones de transporte, helicópteros, artillería y misiles antitanque. Se decía que estas armas, por un valor aproximado de 300 millones de marcos alemanes, provenían de las existencias de la Wehrmacht, así como de las existencias suministradas por los EE. UU. a la Bundeswehr. Otros fueron robados directamente de los depósitos de la Bundeswehr, como Strauss admitió con orgullo6, o se fabricaron en el extranjero con planes alemanes.

Al hacerse cargo de los costos de la República Federal de Alemania, se garantizó a la industria armamentística alemana la financiación inicial para la construcción y el desarrollo de armas más allá del presupuesto de defensa. Esto se aplica a los submarinos Dolphin7 actualmente entregados a Israel: la República Federal paga a Israel sus compras de armas por miles de millones y la industria de defensa alemana se beneficia de esto porque los clientes y las ventas están políticamente garantizados y el desarrollo de nuevos sistemas de armas se financia con ello.

La segunda motivación para que la República Federal establezca relaciones especiales de armas con Israel es la culpa por el asesinato de más de 6 millones de judíos. Llegar a un acuerdo con el Holocausto se convirtió en un subproducto de la cooperación militar. Quienes entregan armas a Israel ya no tienen que hablar de antisemitismo. Una función similar fue también el preludio de la importación de la nueva ametralladora Uzi en la década de 1950, que fue particularmente importante para el fanático de las armas Strauss. “La Uzi en manos de los soldados alemanes es ciertamente mejor que todos los folletos contra el antisemitismo”,8 dijo el periodista Rolf Vogel, quien era considerado el representante de Adenauer para Israel y viajaba regularmente entre los dos estados. Le regaló a Strauss una Uzi de contrabando en 1956 para iniciar las conversaciones. De hecho, la Uzi se convirtió en un arma estándar de la Bundeswehr con el nombre de MP2. Un ministro de Relaciones Exteriores israelí posterior, Jigal Allon, reconoció la motivación del interés alemán en las armas israelíes: “Los alemanes no compraron estas armas porque fueran buenas, sino porque venían de judíos. Los alemanes quieren absolutamente rehabilitarse.”9 En total, se compraron más de 80.000 unidades para la Bundeswehr.

Incluso el establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países en 1965 fue gracias a tratos de armas expuestos. A partir de 1960, Ben Gurion y Adenauer habían acordado en varias reuniones suministrar armas por un valor mínimo de 240 millones de marcos alemanes10. Después de que los estados árabes se dieran cuenta de esto, e Israel descubriera casi simultáneamente que los alemanes también estaban involucrados en el desarrollo de armas en Egipto, el gobierno alemán publicó una directriz que establece que los armamentos no deben exportarse a las áreas en crisis en el Medio Oriente. Se detuvieron las exportaciones planificadas a Israel, excepto por la construcción de las seis corbetas del astillero Lürssen en Francia, que continuó en secreto, y la entrega de 110 tanques estadounidenses M-48, que en realidad se suponía que provendrían de las existencias alemanas. Ahora bien, estos tanques, que contribuyeron decisivamente a la victoria israelí en la Guerra de los Seis Días, fueron suministrados directamente por EE. UU. y pagados por Alemania. La última operación fue la primera gran exportación de armas estadounidenses a Israel y se considera el comienzo de las exportaciones de armas estadounidenses a Israel. Además, Israel recibió una compensación financiera de 140 millones de marcos alemanes.Por último, pero no menos importante, la República Federal declaró su voluntad de establecer relaciones diplomáticas, incluso si esto significaba que los estados árabes rompieron sus contactos con la República Federal por el momento. La última operación fue la primera gran exportación de armas estadounidenses a Israel y se considera el comienzo de las exportaciones de armas estadounidenses a Israel. Además, Israel recibió una compensación financiera de 140 millones de marcos alemanes.Por último, pero no menos importante, la República Federal declaró su voluntad de establecer relaciones diplomáticas, incluso si esto significaba que los estados árabes rompieron sus contactos con la República Federal por el momento. La última operación fue la primera gran exportación de armas estadounidenses a Israel y se considera el comienzo de las exportaciones de armas estadounidenses a Israel. Además, Israel recibió una compensación financiera de 140 millones de marcos alemanes.Por último, pero no menos importante, la República Federal declaró su voluntad de establecer relaciones diplomáticas, incluso si esto significaba que los estados árabes rompieron sus contactos con la República Federal por el momento.

La directiva sobre la prohibición de entregas de armas en zonas de crisis, que entró en vigor como resultado de los tratos de armas descubiertos, aunque no fallidos, nunca se cumplió. La construcción de tres submarinos Gal acordada en la década de 1960 fue completada por ingenieros alemanes en Francia en la década de 1970, el astillero Lürssen continuó construyendo en Francia y los artículos militares como los motores MTU se clasificaron como civiles. En general, sin embargo, la atención se centró entonces más en la exportación de los denominados productos de doble uso y componentes técnicos.

Aspectos de la cooperación armamentista germano-israelí

Aunque la cooperación comenzó con la exportación de armas alemanas a Israel, pronto ya no se limitó a esto. Hoy en día, la cooperación en materia de armamentos también incluye los campos de la investigación y el desarrollo de armamentos y la construcción de sistemas de armas11, así como la cooperación en materia de formación entre los ejércitos. El enfoque industrial es la integración de la alta tecnología israelí o germano-israelí en sistemas de armas más grandes, preferiblemente alemanes, y la posterior comercialización conjunta.

En el pasado, la República Federal de Alemania siempre estuvo muy interesada en la tecnología armamentística soviética, ya que durante la Guerra Fría se suponía que se daría el conflicto entre los bloques en el centro de Europa, en Alemania. El armamento de la Bundeswehr y la agenda de la OTAN en Europa se orientaron entonces hacia las batallas de tanques en el centro de Europa. Israel tenía un acceso privilegiado a la tecnología de combate soviética: desde la década de 1950, por ejemplo, los ejércitos de Siria y Egipto habían sido equipados con aviones, tanques y otras armas por el lado soviético. Cada vez que las armas soviéticas caían en manos del ejército israelí en las distintas guerras, se invitaba a los ingenieros alemanes a usarlas para desarrollar nuevas armaduras, sistemas de defensa y armas.

La construcción del tanque Leopard y el tanque israelí Merkava, en gran parte idéntico, se beneficiaron de esto en particular. El Merkava está lleno de tecnología alemana: el llamado cañón de ánima lisa proviene de Rheinmetall, la armadura fue desarrollada por DB Deisenroth, en el contexto del análisis del equipo de los tanques capturados soviéticos, la transmisión de Renk-AG, el El motor proviene de MTU y la estabilización de la torreta, que también se puede usar para disparos dirigidos a toda velocidad, proviene de AEG.

Una cooperación particularmente duradera desarrollada en el campo de la tecnología de vigilancia. La especialización de la industria israelí en el campo de la alta tecnología conduce hoy a la producción de modernos drones asesinos como el Heron TP y, sobre todo, a su tecnología de vigilancia. En la década de 1970, ingenieros alemanes e israelíes trabajaron en un sistema diseñado para que los aviones de combate Tornado bloquearan los sistemas de radar enemigos, un requisito previo importante para la destrucción de las flotas de aviones enemigos, como en 1973 en la guerra de Yom Kippur y en la guerra de la OTAN contra Yugoslavia. en los años 90 En las décadas siguientes, la alemana Zeiss, junto con la empresa israelí Rafael, desarrollaron el sistema de vigilancia Recce Lite para la adquisición de objetivos y el Litening Pod para el control de misiles.

Asistencia mutua para el desarrollo militar

Tanto la industria armamentística israelí como la alemana dependen especialmente de las exportaciones. Así como las armas alemanas podrían encontrar más fácilmente su camino hacia los mercados de armas, por ejemplo, a India, Sri Lanka, Turquía o Georgia, a través de la reventa israelí, la integración de la tecnología israelí en armas más grandes y el establecimiento de empresas conjuntas entre empresas alemanas e israelíes se expandieron. acceso al mercado para la industria israelí; las armas se consideran entonces, por así decirlo, productos alemanes. No fue una coincidencia, por ejemplo, que el dron Heron TP, que había sido probado contra la población de Gaza, fuera seleccionado por el Ministerio Federal de Defensa como una “solución provisional”. A la Fuerza Aérea le hubiera gustado comprar el dron estadounidense Reaper (que, por supuesto, éticamente no es mejor). Sin embargo, existe un acuerdo de cooperación entre Rheinmetall y el fabricante israelí IAI desde 2008. El consorcio se ha asegurado de que el Heron TP, cuyo antecesor la Bundeswehr ya arrendó para Afganistán y ahora para Malí, tenga ventajas competitivas. El gobierno federal justificó su decisión de selección del dron asesino Heron TP con el hecho de que la «construcción contractual» y, por lo tanto, también el procedimiento de aprobación habían progresado más que los competidores (cooperación IAI y Rheinmetall). Además, «… el potencial ya establecido y probado para la cooperación con Israel y el desarrollo industrial de la competencia con miras al EURODRONE se califican como ventajas centrales de la solución HERON TP».
Cabe mencionar otro producto en este punto en aras de la exhaustividad: la empresa Dynamit Nobel Defense13 vende el Panzerfaust 3 “sin retroceso”, el RGW 90. El Panzerfaust se puede disparar desde habitaciones cerradas y su carga no explota al impactar, pero en el espacio detrás de él Espacio. Esto predestina estas armas especialmente para su uso en «áreas urbanas», es decir, en áreas civiles. Llamada “Matador”, el arma fue utilizada por primera vez por el ejército israelí en la invasión de Gaza en 2009. La Bundeswehr los tiene desde 2012.

entrenamiento conjunto

Incluso si no hay un intercambio masivo de soldados para el entrenamiento mutuo, el entrenamiento en las distintas armas siempre forma parte de las exportaciones de armas. Uri Avnery también informó sobre el entrenamiento antiaéreo que comenzó en 1961 para los soldados israelíes en Rendsburg, quienes incluso pudieron ver aspectos positivos de todo el asunto14. También en la década de 1960, los oficiales de la Bundeswehr viajaron a Israel por primera vez. Las tripulaciones israelíes de los submarinos de alta tecnología exportados fueron entrenadas en el Mar del Norte. El grupo de trabajo especial de la policía GSG 9 se creó después del ataque a los Juegos Olímpicos de Munich en 1972 según el modelo israelí. Los soldados alemanes asistieron a cursos en Israel por primera vez en 2010: Los pilotos alemanes de los drones israelíes Heron en Afganistán aprendieron cómo usar las armas allí de los empleados de la compañía IAI. En 2015, en la base de Tze’elim en el Negev, se llevaron a cabo unidades de entrenamiento para más de 100 soldados de la Bundeswehr en el Centro de Entrenamiento de Guerra Urbana15 como parte de un programa de entrenamiento bilateral. Ha habido reuniones de gabinete conjuntas entre los gobiernos alemán e israelí y, en el marco de la OTAN, participación conjunta en maniobras durante mucho tiempo.

La OTAN, la Unión Europea y la propia Alemania tienen un gran interés en mantener relaciones estables con Israel. Israel, a su vez, tiene un fuerte interés propio en el dominio militar de la región. Los socios para esto son una cuestión de negociación para Israel. El gobierno israelí no se opone en modo alguno a las armas de Rusia oa la cooperación con la India, al igual que actualmente no se opone al establecimiento cauteloso de relaciones con la otra gran potencia militar de la región, Arabia Saudita. Especialmente en las décadas posteriores a la fundación de Israel, la República Federal desempeñó un papel importante como catalizador para el armamento adicional del país. Ambos países compartían un interés en desarrollar su fuerza militar. La República Federal formó el flanco oriental de la OTAN hasta 1989; Israel era, por así decirlo, el puesto avanzado occidental en la región del Mediterráneo oriental. Israel demostró su importancia política en la guerra contra Egipto en 1956 y en 1967. Como apoyo a los intereses hegemónicos de Occidente, los regímenes árabes siempre han sido socios indispensables pero también inciertos, como lo demostraron de manera impresionante las revoluciones de 2011. El armamento de Israel y la estrecha cooperación militar y política entre la República Federal y otros con Israel son el resultado de razones políticas y económicas y no son solo errores en la política alemana. Que a pesar de décadas de ocupación de Cisjordania y Gaza, a pesar de la expulsión de 700.000 personas de Palestina como base para la fundación del estado, a pesar de las masacres recurrentes en Gaza, A pesar de las incursiones en los convoyes humanitarios por tierra y mar, las relaciones nunca se deterioraron gravemente en interés de ambas partes. En Alemania esto se llama, un poco tímidamente, “razón de estado”. El apoyo a Israel es el consenso prevaleciente del SPD y la CDU sobre el BND y la Bundeswehr, hasta la cúpula de los partidos de oposición -aunque hay al menos en LINKE un debate notable sobre si la solidaridad con un colonialismo de colonos altamente armado realmente tiene algo que ver con llegar a un acuerdo con el pasado tiene que ver. Las relaciones militares entre Alemania e Israel como base para los contactos diplomáticos fueron establecidas por ex nazis y soldados de la Wehrmacht en el BND, que se fundó como la “Organización Gehlen”. Los principales beneficiados fueron quienes también tuvieron más de las dos guerras mundiales: las compañías de armamento alemanas desde Thyssen-Krupp hasta Rheinmetall. ¿Y eso debería tener algo que ver con el tratamiento del antisemitismo y el Holocausto?

Una contribución de Paul Grasse, empleado de la diputada del Bundestag Inge Höger