Los cinco agentes del grupo de estupefacientes de la comisaría de la Policía Nacional de Alcalá de Guadaíra han sido detenidos este martes en el curso de una operación antidroga. La investigación, de la que han trascendido muy pocos detalles, la lleva la unidad de Asuntos Internos a través de un grupo especializado venido desde Madrid, tras tres meses de discretos trabajos en la comisaría local, mediante las diligencias habituales para este tipo de investigaciones.
Se sabe que hay unos 30 arrestados en total y que la mayor parte del operativo se ha desarrollado en el barrio alcalareño de Rabesa. Se desconocen aún cuáles son las imputaciones sobre los agentes y qué tipo de pruebas los implican en el tráfico de drogas. La operación permanece bajo secreto y fuentes oficiales de la Policía Nacional no han querido informar de nada relacionado con la misma.
La operación se inició a las cinco de la mañana. El jefe de la comisaría ordenó a todos los agentes destinados en esta sede policial que dejaran sus teléfonos móviles y les anunció que iba a haber una serie de detenciones en la comisaría, sin dar más pistas. Poco a poco, los policías que estaban de servicio descubrieron que los detenidos eran los miembros del grupo dedicado a la lucha contra el narcotráfico en esta ciudad.
Los agentes encargados de la investigación se han desplegado tanto por la comisaría como por la barriada de Rabesa, de donde son el grueso de los detenidos. Este barrio es el más deprimido de la ciudad y en él está muy presente el tráfico de sustancias estupefacientes. La operación ha supuesto una verdadera sorpresa para la mayoría de los policías destinados en esta localidad. Se han practicado 27 registros domiciliarios, no sólo en el municipio alcalareño, sino, además, en la localidad de vecina de Mairena del Alcor y en una parcela de Utrera, donde reside uno de los agentes detenidos.
En los últimos meses, la comisaría de la Policía Nacional en Alcalá de Guadaíra había sido noticia por el fuerte enfrentamiento de la mayoría de los funcionarios con el comisario jefe desde que éste llegó al cargo. Muchos de los policías se encuentran de baja por ansiedad y otros motivos similares, después de que se hayan abierto varios expedientes disciplinarios. Durante todo este tiempo ha habido momentos de gran tensión, con más de una veintena de bajas psicológicas y varios policías imputados por una presunta falsificación de las estadísticas. Aún así, en las últimas semanas ha habido buenas intervenciones de la Policía en Alcalá, como la de los agentes que rescataron a una madre y a dos niños de corta edad de un incendio.
El subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, se ha referido este martes al caso. “Consideramos que ante la operación que se ha desarrollado en Alcalá de Guadaira hay que pedir prudencia puesto que estamos en una investigación abierta que se está desarrollando en estos momentos. Ante todo, mostrar nuestro agradecimiento a las Fuerzas de Seguridad de la provincia que luchan incansablemente contra un problema como es el tráfico de drogas”, apuntó Toscano.
“Con este tipo de operaciones, el Gobierno de España demuestra su compromiso para acabar con los delitos sean quienes sean los que los cometan, pero reitero que, hasta tener todos los datos en nuestras manos, sólo podemos apelar a la prudencia para que las fuerzas de seguridad puedan hacer su trabajo de la mejor manera, tal y como suelen desarrollar sus labores de seguridad”, añadió el subdelegado.
Fernando Pérez Ávila