África news Pascale Mahé Keingna Bruno Maggiore
Aïsha Dabo, coordinadora y cofundadora de los programas de la organización panafricana Africtivistes
China y Rusia están expandiendo su influencia en África. ¿Cómo se explica esto? ¿Cómo están respondiendo los gobiernos africanos y cómo puede la sociedad civil involucrarse en estos temas?
Africanews habla con Aïsha Dabo, coordinadora y cofundadora de los programas de la organización panafricana Africtivistes, en el marco del Festival Internacional de Cine y Foro de Derechos Humanos 2025 en Ginebra, que acogió un debate sobre el tema.
Ha liderado iniciativas digitales para promover la ciberseguridad, combatir la desinformación y fortalecer la gobernanza democrática en África. ¿Qué ha observado sobre la opinión pública en el continente? ¿Influye en la gestión de las alianzas internacionales de los gobiernos africanos?
Los ciudadanos africanos desean que sus líderes representen adecuadamente sus intereses. Sin embargo, existe una brecha significativa entre lo que la gente desea y lo que los líderes realmente implementan en los acuerdos que firman y las alianzas que negocian. En Africtivistes, como red panafricana, alentamos a los gobiernos y al sector privado a negociar teniendo presente el interés general.
El continente es muy codiciado por sus recursos y ha sido durante mucho tiempo un campo de batalla para potencias globales rivales. ¿Cree que los gobiernos africanos se han dado cuenta de que pueden aprovechar estas rivalidades?
Mientras sirva a los intereses del país y resulte en asociaciones que beneficien a todos, personalmente no veo ningún problema en ello.
Sin embargo, si estos acuerdos solo benefician a la élite, no son sostenibles. Estas negociaciones afectan los recursos naturales de la población y afectan no solo a la población actual, sino también a las generaciones futuras.
Tomemos como ejemplo Senegal. Al asumir el nuevo gobierno, se anunciaron planes para renegociar contratos que no beneficiaban al público. Actualmente se están llevando a cabo conversaciones para revisar las decisiones del gobierno anterior, las medidas adoptadas y si realmente beneficiaron al pueblo senegalés.
África está siendo cortejada por múltiples actores extranjeros, siendo China y Rusia los más destacados. ¿Cómo han expandido su influencia estos dos países?
Ya se trate de Rusia, China u otras potencias mundiales, su principal interés en África son los recursos y la influencia internacional que conllevan, nada más. Depende de los africanos, o mejor dicho, de las élites africanas que negocian estos acuerdos, reconocer esta realidad y asegurarse de negociar en su propio interés, no solo en el de quienes ostentan el poder y sus círculos más cercanos.
Esto va más allá de los líderes individuales. Por eso nos centramos en crear conciencia, compartir información y dotar a los jóvenes y a las comunidades de los conocimientos necesarios para comprender sus derechos y responsabilidades. Esto les permite tomar decisiones informadas, razón por la cual priorizamos esta labor.
Esto es lo que hace Africtivistes: empoderar a la sociedad civil y al público en general para que comprendan estos problemas y brindarles las herramientas para tomar acción.
Sí, y nos centramos en la democracia. Creemos que es un sistema que puede funcionar, y cada país debería poder definir su propio modelo, siempre y cuando los tres poderes del gobierno mantengan su independencia y la ciudadanía tenga voz.
Trabajamos para educar a la ciudadanía sobre el funcionamiento de estos sistemas. Los ciudadanos tienen derecho a votar y a pagar impuestos. Pero ¿adónde va su dinero? ¿Ven cómo se utiliza? ¿Cómo pueden exigir responsabilidades? Deberían poder acceder a información pública que no esté clasificada como secreto de Estado. También deberían poder revisar los contratos negociados en su nombre.
A través de la tecnología, desarrollamos herramientas para fortalecer la participación cívica. Nuestro objetivo es garantizar que los africanos dejen de ser meros observadores de su propio futuro, permitiendo que otros decidan cómo debería ser el África del mañana.