Fuente: afribuku.com/africanos-en-la-1a-guerra-mundial-william-kentridge-recupera-historias-olvidadas/ 22 MAYO, 2023
Autor: Fiona Ramsay*
El artista sudafricano William Kentridge se hizo mundialmente famoso por sus dibujos a carboncillo y sus películas de animación dibujadas a mano, pero su obra siguió creciendo en alcance y empezó a montar espectáculos. Hoy también crea óperas y producciones escénicas en colaboración que combinan numerosas formas de arte.
Una de sus mayores producciones hasta la fecha, The Head & The Load, cuenta las historias olvidadas de los africanos de la Primera Guerra Mundial, que sirvieron sobre todo como porteadores para los ejércitos europeos en el continente.
La producción se representó por primera vez en Londres en 2018; su estreno en Sudáfrica se retrasó tres años debido a la pandemia de COVID. Cuenta con música de Philip Miller y Thuthuka Sibisi, coreografía de Gregory Maqoma y un conjunto de destacados vocalistas y músicos. Fiona Ramsay, profesora titular de teatro, ha entrevistado a Kentridge acerca de la creación de la obra.
¿Cómo surgió la idea de la producción?
La producción surgió al ver un enorme espacio en Nueva York, el Park Avenue Armory, en el que me invitaron a actuar. Es una antigua estructura militar de 85 metros de largo, así que surgió la idea de una pieza procesional que utilizara esa longitud, relacionada con lo militar. Y así volvimos a la idea de la Primera Guerra Mundial. Ya había abordado la cuestión de la guerra en la ópera Wozzeck y había trabajado en Johannesburgo con actores y bailarines pensando en esta otra producción.
Así que llegamos a la idea de la relación de Europa y África con la guerra, y lo más interesante para mí fue la Primera Guerra Mundial. Fue una guerra entre Francia y Gran Bretaña contra Alemania y el Imperio Austrohúngaro, pero también fue —y esto se observó mucho menos— una guerra entre esos países europeos por ver quién se quedaba con qué países de África.
En 1884, en la Conferencia de Berlín, los países europeos se habían repartido toda África, y la Primera Guerra Mundial puede verse como una batalla para reordenar quién se quedaba con qué colonias.
¿Qué descubrió sobre los africanos en la Primera Guerra Mundial?
Sólo 40 años después de la guerra, los movimientos nacionalistas de las distintas colonias africanas ganaron la confianza y fuerza necesarias para desafiar a Europa y conseguir su independencia en los años sesenta. Así que mi idea era examinar esta historia oculta de África en la Primera Guerra Mundial.
Se calcula que en esta guerra hubo más de 150.000 muertos africanos y más de un millón de participantes africanos, algunos de ellos soldados, otros trabajadores que transportaban material de guerra y algunos civiles atrapados en este cambio en sus vidas. Nuestra obra trata de las personas que transportaron físicamente las armas, los cañones e incluso los barcos desmantelados desde la costa del Cabo hasta los lagos del centro de África oriental, donde se libraron las principales batallas durante toda la Primera Guerra Mundial.
Y es una historia que se ocultó porque las potencias coloniales no querían reconocer la validez y el valor de sus súbditos de las colonias. Un ejemplo de Sudáfrica: a los soldados africanos nunca se les permitió llevar fusiles, los soldados africanos no recibieron medallas, los soldados africanos no fueron incluidos en los desfiles de la victoria al final de la guerra.
El escritor e intelectual sudafricano Sol Plaatje escribió:
Para que su comportamiento no merezca reconocimiento, no deben registrarse sus actos y hazañas heroicas.
Y Head & the Load es un intento de dejar anotadas sus acciones, reconocerlas y dejar constancia de ellas. Así que al final hay una lista de nombres de las personas que murieron, los nombres que nunca se escribieron en ningún monumento de guerra. No fueron inscritos en piedra como tantos nombres europeos, tanto en Europa como en las antiguas colonias.
¿Cómo consigue combinar tantas disciplinas artísticas?
Esta fue la materia prima con la que trabajamos para crear la obra. Teníamos historias escritas, como la carta censurada del pastor y revolucionario malawiano John Chilembwe a un periódico local en la que se oponía al reclutamiento de africanos en una guerra que no era la suya. Utilizamos esa carta como parte de nuestro texto. Y hay bailes que se practican en el norte de Sudáfrica con faldas, basadas en los kilts de los soldados escoceses. Esta mezcla de danza africana y ejercicios militares sigue representándose hoy en día, como vestigio de la guerra. Esto se ha puesto en escena y aparece en un momento de la obra.
Había mucho material que tenía que ver con lenguas que no se entienden, así que recurrimos al movimiento artístico vanguardista europeo Dadá de la época de la Primera Guerra Mundial para jugar con lenguajes imposibles: Europa que no oye a África, África que no entiende lo que dice Europa, la incomprensibilidad de mundos diferentes que se encuentran.
Con la voz, por ejemplo, elegimos una canción tan conocida como el himno nacional británico God Save the King. Empieza cantándose como un himno sencillo, pero poco a poco se va desintegrando y desmontando hasta que los cantantes dicen: «¿Quién es este rey?», «¿Qué es este rey sobre los mares?», «¡Tenemos nuestros propios reyes!», incluso mientras se oyen trozos de God Save the King.
Así que utilizamos todos estas formas para intentar crear un collage de experiencias para el espectador que ve la obra. La representación se construyó a partir de fragmentos y la historia final la construye el espectador de la misma manera que la historia se compone de fragmentos… este fragmento de información —no ese fragmento de información—… la historia de esta persona —no la historia de esa persona…
La Historia siempre es una simplificación, siempre oscurece las complejidades y las historias ocultas que hay en toda narración de acontecimientos del pasado.
¿De dónde viene el título?
«La cabeza y la carga son los problemas del cuello» es un proverbio de Ghana. Implica que hay una carga física sobre los hombros y una carga histórica de la historia que soporta la gente que va por el mundo. Y hay una carga psíquica: la sensación de ser ignorado, de ser silenciado, de ser invisible. Todas estas son presiones que soporta la gente tanto en la época de la guerra como, en muchos casos, aún hoy. Son estos pesos y cargas los que aborda la producción.
The Head & The Load ha estado en escena en Johannesburgo del 21 de abril al 6 de mayo.
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*Fiona Ramsay: Jefe del Departamento de Teatro e Interpretación y doctorando, Universidad de Witwatersrand
Artículo publicado originalmente en The Conversation