Fuente: Umoya num. 87 – 2º trimestre 2017 Patricia Luceño
Los múltiples premios y trabajos de la actriz y cantante congoleña no bastan para aproximarse a su figura. El firme compromiso que mantiene con la educación infantil y las cuestiones de género la han llevado a colaborar con organismos como la ONU, la UNESCO y UNICEF.
Es considerada una de las voces más bellas de África y cuenta en su haber con innumerables discos, colaboraciones y premios. Sin embargo, la cantante y actriz Barbara Kanam es mucho más que una caudalosa relación de méritos. Activista en materia de educación y género, ha colaborado con organismos como la ONU, la UNESCO y UNICEF, así como en la lucha contra el ébola. «Quiero ser una mujer que impacte, que revolucione», declaraba en 2016.
No era la primera vez que confesaba su propósito de convertirse en una figura de la talla de Nina Simone o Miriam Makeba, «artistas que combinan el arte con el combate, la entrega y el amor por los demás».
Un sueño connatural, para ella, a su carrera musical. «Es lo que amo de la música. La capacidad que tiene para reunir gente de diferentes orígenes en torno al hecho de compartir». Premios como el Kunde D’Or a la mejor artista femenina de África central (2004), el MTV de Música Africana (2010) o el Premio a la Mujer Poderosa (2011), entre muchos otros, avalan su proyección. Son reconocimientos, eso sí, a los que otorga la importancia justa: «Hay muchas mujeres que están en el anonimato, pero que trabajan en el cuidado de los huérfanos y de las mujeres violadas».
Esa dimensión social es lo que marca cada uno de sus pasos. «Siempre he dicho que la cultura es un vector de desarrollo. No podemos prescindir de ella si queremos avanzar», defendía hace un par de años en Je Wanda Magazine. Una madurez y una amplitud de miras propia de quien ha visto, viajado y vivido mucho. Nació en 1973 en Bukavu (R. D. del Congo) en una familia de doce hijos. «Crecí en el Congo, entre Kinshasa y Lubumbashi. Viví también en Costa de Marfil y en Sudáfrica. Volví con esta mezcla cultural que
construye el mundo de hoy». Es en 1991 cuando su vida empieza a fluir entre acordes. Tras graduarse en canto en Johannesburgo y aprender a tocar la guitarra, en 1995 pone rumbo a Costa de Marfil, donde se une a un coro religioso mientras continúa sus estudios de
Comercio Internacional, que concluye en 1997. Un año más tarde, el productor Koné Dodo saca a la luz su primer disco, Mokili. Su segundo trabajo, Teti (2003), le hace saltar al mercado internacional y marca una senda que encuentra en 2009 el espaldarazo definitivo: la creación de su propio sello musical, Karam. Zawadi es el nombre de su último disco, lanzado en 2015. En suajili, significa «regalo». El que pretende brindar a sus seguidores, a los niños y mujeres de su tierra. «Estoy enamorada de la vida, de la alegría. Y trato de transmitir ese amor a través de mi música».
Discografía: Mokili (1998); Teti (2003); L’argent appelle
l’argent (2004); Karibu (2009); The best (2013); Africa
Stop Ebola (2014); Je dis oui (feat. Nyanda, 2014);
Zawadi (2015).