El cobalto, coltán, estaño y el tungsteno son materiales fundamentales para el funcionamiento de los dispositivos electrónicos, los cuales son extraídos violentamente de las minas en la República Democrática del Congo, donde hay explotación infantil y condiciones de trabajo inhumanas.
Con el lanzamiento del nuevo iPhone 16, activistas encabezados por la ONG Team Congo RDC llamaron a un boicot contra el gigante tecnológico por usar en sus dispositivos metales provenientes de grupos armados ilegales en la República Democrática del Congo. Por esta razón son llamados “metales de sangre”.
En abril, el Gobierno del Congo elevó una queja contra Apple y otras empresas en Francia y Estados Unidos para detener la compra de este valioso metal que es usado en celulares, computadores, tablets o artefactos que contengan baterías.
Guerra por el coltán
Según fuentes del portal Soziable.es, “La guerra en los dos Kivu está considerada un conflicto étnico, pero hoy en día es unánime la opinión de que el coltán está en el centro de las hostilidades”.
Principalmente en el Oriente de ese país, en las fronteras con Ruanda y Uganda, grupos armados controlan los yacimientos de minerales preciosos, mientras someten a los pobladores (incluidos niños) a trabajos forzosos, violaciones y asesinatos.
Hay cerca de 5.000 minas en todo el país, de las cuales solo el 2.8% son legales y libres de violaciones a los derechos humanos.
En 2014, la ONU dijo que cerca de 40 mil niños trabajan en esas minas por uno o dos dólares al día.
Además de explotar a la población, estos grupos controlan las rutas de contrabando hacia Ruanda donde el metal se “lava” y es vendido a las empresas tecnológicas de China y Estados Unidos.
De esta manera, las multinacionales y el Gobierno ruandés obtienen la materia prima a precios más bajos que en países donde no hay guerra y extracción violenta de estos minerales.
El conflicto entre estos dos países data de la Guerra del Coltán (1998-2003), cuando Ruanda invadió los territorios fronterizos del Congo ricos en estos metales.
Actualmente, después de que Ruanda se retiró de los territorios, el Gobierno del Congo e informes de la ONU sostienen que Ruanda apoya a estos grupos armados para seguir beneficiándose de los yacimientos.
Más de 120 grupos armados se lucran de la extracción ilegal de coltán en el Oriente del Congo.
Leyes que nadie quiere cumplir
El 80% de las empresas estadounidenses son incapaces de decir si los productos que venden contienen metales de sangre.
Critican que en Europa, a pesar de que existen leyes, estas tienen vacíos como dejar al cobalto fuera de la lista y el no sancionar a terceros importadores de tecnología.
En síntesis, gobiernos y empresas coinciden en que es muy difícil rastrear el origen de estas materias primas; por tanto, no hacen mucho para enfrentar el problema.
La maldición de Midas en el Congo
El Congo es rico en recursos naturales mientras su población sufre de un genocidio a manos de grupos armados y abandono estatal. De las minas de la República Democrática del Congo extraen el 70% del cobalto que consume el mundo.
Además, el país posee el 80% de las reservas mundiales de Coltán y actualmente produce el 15-20% del total global.
Tragedia humanitaria
El conflicto geopolítico en el Oriente del Congo y sus países vecinos dejó seis millones de muertos desde el inicio de la Guerra del Coltán en 1998.
Cerca de 25 millones de personas sufren de hambre. Además, la mayoría de su población no tiene acceso a agua potable ni a electricidad.
El Congo es el país africano más afectado por los brotes de cólera y ébola. De forma reciente, se reportaron 3.400 casos y 2.200 personas muertas por Ébola.
De hecho, es el segundo brote de mayor gravedad después de la epidemia del 2015 en África Occidental, según la ONG Oxfam.
Crece el rechazo a la inoperancia de las instituciones internacionales
Los cascos azules de la ONU llevaron a cabo una operación que duró dos décadas. Sin embargo, el Gobierno congolés y los ciudadanos critican la ineficacia de esta fuerza contra los grupos armados.
El activista congolés Kambale Musavuli dijo al medio Peoples Dispacht meses atrás: “Lo que necesitamos es acción, que incluya que Estados Unidos y el Reino Unido corten sus vínculos con Ruanda, para dejar de armar, entrenar y equipar a un país que está desestabilizando a la República Democrática del Congo. Las armas que el Gobierno ruandés proporciona a las milicias provienen de la ayuda militar. Ruanda no las fabrica. Detener este canal de apoyo tendrá un impacto”.
El mercado seguirá al alza
El cobalto, el litio y el coltán son minerales necesarios para la cuarta revolución industrial. Hoy, con la crisis climática y el calentamiento global, gobiernos y empresas buscan reemplazar los combustibles fósiles con el uso de baterías eléctricas.
Expertos dicen que para satisfacer la demanda de estas nuevas tecnologías se tendrá que triplicar la producción actual de metales como el cobalto.
Actualmente, la industria de los móviles y las tablets mueve unos 3,3 billones de dólares, lo que supone el 4,4 por ciento del PIB mundial.
Los gobiernos y pueblos de los países del Sur proclamaron la necesidad de un nuevo orden mundial multipolar, en donde existan relaciones más equitativas entre naciones, en la que prevalezca la vida humana y el cuidado de la naturaleza por encima del lucro y la explotación irracional del planeta.
Fuente: Colombia Informa.
África. Acusan a Apple de usar “metales de sangre” en su nuevo iPhone