ABNA24 09/09/25

El gobierno sionista de Israel encabezado por Benjamín Netanyahu, ha dejado claro que no existe voluntad alguna de detener la masacre contra nuestro pueblo. Los debates internos en Israel no giran en torno a la paz, sino a la estrategia militar para prolongar la ocupación y la devastación en Gaza.
Netanyahu no aceptará ningún acuerdo de alto el fuego porque su futuro político depende de mantener viva la guerra. El primer ministro enfrenta una sociedad cada vez más dividida y procesos judiciales por corrupción que amenazan su permanencia en el poder. Su apuesta, como tantas veces en la historia del sionismo, es instrumentalizar la sangre palestina para aferrarse al cargo y manipular a la opinión pública israelí bajo el pretexto de la “seguridad nacional”.
Mientras las familias palestinas entierran a sus hijos bajo los escombros de Gaza, Israel dilata cualquier negociación y plantea únicamente escenarios de más ofensiva. El cálculo político de Netanyahu es frío y cínico: cada día de bombardeo retrasa su caída, cada tanque que entra en Gaza es utilizado como cortina de humo frente a su crisis interna.
La UPAL reafirma que no habrá paz mientras Israel siga subordinando el derecho internacional a los intereses personales de un líder acorralado. La comunidad internacional debe dejar de esperar un gesto de buena fe del gobierno israelí: Netanyahu no busca acuerdos, busca sobrevivir políticamente a costa del sufrimiento de Palestina.
Hoy más que nunca reiteramos nuestro llamado a las comunidades palestinas en la diáspora y a los pueblos de América Latina a redoblar la solidaridad activa. La única salida es la presión internacional sostenida y la unidad de nuestro pueblo frente a un régimen que se alimenta de la guerra para perpetuarse.
Fuente: Editorial de la Unión Palestina de América Latina – UPAL.