Como venimos denunciando desde hace años, al igual que muchos otros pueblos indígenas de África y Asia, los bakas fueron expulsados de su selva tras su transformación en parque nacional: en este caso el Parque Nacional Odzala-Kokoua.
Hoy, los guardaparques patrullan el parque, en realidad territorio de los bakas. Tienen órdenes de impedir la entrada de los bakas, y lo están haciendo imponiendo un régimen de terror: la investigación documenta palizas, agresiones y violaciones.
La preciosa selva tropical de los bakas, cuidadosamente custodiada y moldeada desde hace milenios, ahora está gestionada por la multimillonaria organización African Parks. Además, el gobierno congoleño ha otorgado permisos de explotación minera DENTRO del parque, que también está rodeado de concesiones madereras.
Mientras tanto, los legítimos propietarios de esta selva son marginados y, cuando consiguen escapar de la brutalidad de los guardaparques, se ven obligados a vivir en condiciones miserables a los lados de las carreteras construidas para la extracción de madera.
Un hombre baka, Eyaya, dijo: “Si un baka entra a la selva y se encuentra con guardaparques, lo torturarán hasta la muerte (…) La selva es nuestra, pero ahora otros la controlan”.
Los bakas necesitan urgentemente tu apoyo para combatir estos abusos. La publicación de este artículo en la prensa británica ha desencadenado una oleada de otros artículos y ha suscitado una indignación que se está extendiendo internacionalmente: debemos actuar ahora, en este momento en el que la atención es máxima. |