Behzad Karimi*
El asesinato de Ismael Haniya, líder de Hamas, en Teherán el 31 de julio, ha generado una ola de condenas internacionales y ha puesto en peligro las negociaciones de alto el fuego en Gaza. Haniya, defensor de un estado islámico como solución a la ocupación israelí, fue asesinado en un ataque que se atribuye a Israel, aumentando las tensiones en la región.
El asesinato de Ismael Haniya en Teherán y de Fuad Shukr en Beirut sirven al plan para evitar el acuerdo de alto el fuego
Ismael Haniya fue asesinado el día 31 de julio en Teherán. Él estaba involucrado en las conversaciones directas para lograr un alto de fuego en Gaza. Haniya era de los lideres políticos en Palestina que pensaba que la emancipación del pueblo palestino de la ocupación criminal israelí solamente sería posible con el establecimiento de un estado islámico. Y la resistencia bien justificada del pueblo palestino lo aceptaba si el objetivo final fuera establecer un estado islámico. Si él era un fundamentalista islámico, también sabemos que su asesino no es nada más ni menos que el régimen fundamentalista y racista de Israel que en la Corte Penal Internacional ha sido condenado por crímenes de guerra y se le investiga por presunto genocidio en Gaza. El primer ministro de Israel Netanyahu también está condenado por crímenes de guerra y es un sionista racista.
El día anterior del asesinato de Ismail Haniya ocurrió otro crimen cometido por Israel, en este caso fue Fuad Shukr, un líder libanés de Hezbollah.
El estado de Israel tiene socios en sus políticas de apartheid y ocupación, entre ellos el más destacado, los Estados Unidos y su Cámara de Representantes. La facción del Partido Republicano de este Congreso, que ahora está unida bajo el liderazgo de Donald Trump respondió a la petición de Netanyahu de asistir en el Congreso de Estados Unidos y en este día no escatimó esfuerzos para acoger a este extremista y belicista con aplausos y ovaciones. En la sesión dedicada a su discurso el día 24 de julio que duró casi una hora y media, los congresistas le aplaudieron emotivamente más de 70 veces, ¡50 de las cuales lo hicieron de pie! Ha habido muchos momentos de escándalo en la historia contemporánea de los Estados Unidos, pero en esta ocasión se han traspasado los límites.
Netanyahu, animado por el apoyo incondicional de los políticos de Washington a la operación de exterminio en Gaza que se ha saldado con la pérdida de la vida de casi 40.000 personas hasta ahora, la mitad de ellos son niños y mujeres. El asesinato de la máxima autoridad de Hamás en Teherán, justo en el día que se reunió con el líder de la República Islámica, fue una acción política completamente calculada para perturbar el proceso de las conversaciones de alto el fuego que se iba a imponer sobre el gobierno extremista de Israel. Algo que Netanyahu está tratando de evitar que suceda.
Netanyahu cree que si se detiene la guerra, tendrá que rendir cuentas de sus acciones criminales ante todo el mundo y también por causas de corrupción ante la nación de Israel.
Hasta ahora, muchos países han condenado el asesinato de Ismail Haniyah con diferentes interpretaciones y posiciones políticas, pero tal vez la declaración más precisa la hizo el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia -aparte de cualquier acusación legítima contra su gobierno por su belicismo en Ucrania- que dijo: “Aquellos que estaban detrás del asesinato del líder de Hamas eran conscientes de las peligrosas consecuencias de esta operación para la región. Sin ninguna duda el asesinato de Ismael Haniya en Teherán y de Fuad Shukr en Beirut sirven al plan para evitar el acuerdo de alto el fuego y a la vez para incitar a la guerra en la región.
La República Islámica, que ahora carga con la vergüenza de no poder proteger a su destacado huésped, declaró tres días de luto de carácter estatal. El grito de amenazas y de tomar una dura venganza contra Israel, en las posiciones de Jamenei, comandantes de la Guardia Revolucionaria, el nuevo presidente y otros han llegado al cielo. Aunque todavía no está claro si la República Islámica tomará represalias de forma controlada o no, la situación no puede ni debe considerarse normal. En tal situación, en primer lugar, esta operación debe ser condenada enérgicamente en todos los sentidos: ya por invasión al territorio iraní y considerarlo como una declaración de guerra a la República Islámica de Irán y las graves consecuencias que tendrá sobre la sangrienta crisis de Palestina.
Al mismo tiempo, en estos momentos de tensión, es necesario señalar la nocividad a gran escala de las políticas destructivas del régimen Iraní hacia la cuestión palestina como parte de la política estratégica de la República Islámica en esta zona. Ismael Haniyeh había viajado a Irán más de 15 veces desde que asumió el liderazgo político de la organización Hamás de manos de Khalid Meshaal en 2017, y en la mayoría de ellas había estado a solas con Jamenei y a lo largo de estos años Hamás habia recibido los apoyos financiero y militar de parte del Estado teocrático iraní. Mientras tanto el régimen iraní siempre ha mantenido una posición negativa hacia la Autoridad Nacional Palestina que gobierna en Cisjordania y no ha escatimado esfuerzos para reducir su papel político en Palestina.
En realidad la preocupación de la República Islámica de Irán no es la cuestión nacional de Palestina, sino la creación de una herramienta fundamentalista islámica en dirección de sus objetivos intervencionistas en la región.
El abuso que el régimen islámico de Irán hace de la cuestión Palestina no tiene nada que ver con los ideales legítimas del pueblo palestino a tener su propio estado. En el contexto de esta política responsable de defensa de estos deseos, es necesario oponerse a cualquier aventura militar peligrosa de la República Islámica como represalia contra Israel y hacer hincapié en la diplomacia en lugar de la guerra y las operaciones militares.
El gobierno de Netanyahu ejerce el terrorismo de estado y merece ser condenado y castigado por todo el mundo y también por la resistencia del pueblo palestino a través de sus luchas de liberación. Luchar por la liberación de las tierras ocupadas no tiene solución militar, y precisamente en la situación en la que el gobierno israelí está cada vez más aislado, el horizonte de libertad para el pueblo palestino se debe abrir con la diplomacia.
Behzad Karimi el 02 de Agosto de 2024
Traducido por: Hamid Hosseini
*Behzad Karimi es un veterano militante de los movimientos de izquierda de Irán desde la monarquía de la dinastía Pahlavi y uno de los fundadores del Partido de Izquierda De Irán.
Comparte este artículo, tus amig@s lo leerán gratis…
Mastodon: @LQSomos@nobigtech.es Telegram: LoQueSomosWeb
Twitter: @LQSomos Facebook: LoQueSomos Instagram: LoQueSomos